~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊CUARENTAICINCO🦊🌸~

Olor a medicamentos, pitido de sus pulsaciones, agujas en sus brazos, eso hizo que despertara, encontrándose en una habitación blanca.
Movió con lentitud su cuerpo para después observar su mano vendada; no había sido un sueño, su pelea había sido real.

Sus bicolores ojos observaron toda la habitación hasta parar en una ventana, notando enseguida la oscura noche que cubre la ciudad, ¿tanto había dormido?.
Con delicadeza, se sentó en la camilla y observo a su lado, notando enseguida un ramo enorme de flores, Margaritas, Azucenas y claveles, una explosión de colores que alegran esa fría y blanca habitación.
Una tarjeta entre las flores le llama la atención, la toma con cuidado de no echar el jarrón y desdobla la nota, leyendo su contenido.

~Querida y amada Hope 🌸:

Me he enterado de lo que te ha pasado y estamos investigando de donde proviene la máquina asesina que quiso hacerte daño.

Volé lo más rápido que pude para verte pero no me dejaron pasar, estabas en cirugía, debían cerrar tu herida en la mano.

Pero, te dejo este ramo de flores para que sepas que mis sentimientos por ti son como una explosión de colores. Espero vernos pronto y aceptes una salida conmigo.

Tu siempre enamorado
Hawks♡

Una suave sonrisa se instaló en sus labios, Hawks, el héroe alado estaba muy preocupado por ella, a pesar de seguir teniendo su idea de que ella se casé con él.
Negando un poco, rio leve y dejó la nota sobre la mesa, cerca del florero.
Suavemente acaricia las flores y su nariz poco a poco va captando el maravilloso aroma de dichas preciosidades.

Pero un sentimiento de confusión se instaló en su pecho. Había vuelto a recordar.
Bakugou la había besado antes de su batalla, su sonrojo es inevitable y con su mano sana, posa dos dedos sobre sus labios, sintiendo levemente un calor subir por sus mejillas.
Quien lo diría... el musulmán la había besado, pero no era un beso cualquiera, sino era uno cargado de varios sentimientos, los cuales en ese momento no pudo descifrar.

-Katsuki..., Hawks..., -observa hacia la ventana- Me siento en una cuerda floja...

Con lentitud se acomodó en la camilla y se mantuvo despierta por unos segundos, pero antes de que pudiera quedarse dormida, alguien ingresó a su habitación por la ventana y cayendo estrepitosamente al suelo, su habitación estaba a oscuras, que podía hacer.
Escuchando la queja del intruso, no pudo evitar reírse y abrir los ojos para mirarlo.

-Sinceramente, no servirás para ladrón y ni para espía. -rie leve y observa con una sonrisa- Estas bien, Dabi?

-Maldita sea la hora apagan las luces-se levanta y se sacude- Y a ti que demonios te pasó? Solo escuche por ahí que un robot asesino casi mata a alguien. Y ya veo que fue lo que pasó. Te dejo en la mierda.

-Ja ja ja, muy gracioso, Dabi -le muestra su mano vendada- Solo me hizo esto, nada más.

-Oh vamos, admite que estás en la mierda -sonrie y se acerca a la camilla- vamos dilo, me encanta escuchar la desgracia de alguien.

-Estoy en la mierda. -dice inaudible-

-Oh, ¿perdón? No escuche bien, que dijiste ... ¿mmh? -dice burlón-

-Eres un... -suspira y sonríe- Dabi. -el nombrado la observa con una sonrisa- Estoy en la mismísima mierda.

El pelinegro no dudó en soltar su carcajada y sentarse en una silla, escuchando los reclamos por parte de su hermana.
Solo por ella había escalado hasta su habitación para verla, pues si lo veían entrar por la puerta, hubiera armado un caos de locos.