"Nada ni nadie"
CLAIRE.Esbozo una sonrisa gigantesca con la reacción de extrañeza que Thiago toma cuando mi cuerpo se restriega sobre el suyo al momento que decido pasarme al rol de la parte superior, todo un puto esfuerzo realizado sin desprender mi pálpito interior de su longitud y quedando a horcajadas sobre él. Acaricio la enorme serpiente de tinta negra que yace en sus costillas, seguido estrujo su abdomen marcado con mis dedos mientras le beso el cuello lentamente hasta llegar a la parte de su clavícula, rozo mis duros puntos rosados contra su pecho en el acto.
—¿No estabas interpretando a la sumisa? —pregunta, con la voz rasposa. Intenta bajarme para volver a tomar el control, sin embargo, apenas veo que su espalda se separa de las sábanas lo devuelvo a su sitio mientras niego con la cabeza.
No dejo que su insistencia me persista y le robo un beso feroz, un indicio de dejarle en claro mis intenciones. Me separo sonriendo juguetonamente al ver el incremento de su sorpresa que ahora se ha mezclado con la excitación por verme tomar las riendas de la partida.
Esta segunda vuelta la quiero mía. La quiero garantizar yo.
—Jamás lo acepte. Deja de quejarte y mejor disfruta, rubio.
Empiezo a mover mis caderas en un ritmo lento, trazando círculos tan minuciosos que lo alteran por no seguir con la secuencia de ritmo elevada que se venía obteniendo. Las comisuras de mis labios tiran más hacia arriba, me gusta la sensación que está adquiriendo este ambiente. Aún no le doy todo lo que su cuerpo quiere recibir. Eso lo tiene loco, por lo que decide apretar sus manos contra mi piel, las coloca encima de mis caderas para acelerar los movimientos. Me hace imposible cumplir mi propósito; llevarlo a ansiar.
Remuevo cuidadosamente los mechones castaños claros que cubren mis pechos para dejarlos disponibles a su entera vista. Agilizo la actividad un poco más mientras que una de mis manos se aprieta contra sus abdominales y la otra comienza a viajar por mi cuerpo. Mis dedos van trazando un lento camino que recorre el borde de mi labio inferior, mi cuello, toqueteo levemente el lado derecho de mi clavícula seguido para pasar a masajear mis senos.
El que me esté acariciando a mi misma eleva la excitación de Thiago. Me engrandece enormemente el ego saber que lo sigo provocando. Suelto jadeos cuando su agarre en mis caderas me pide acelerar para adquirir la sensación liberadora.
Lo hago. Me muevo con más rapidez sin dejar de tocarme, cierro los ojos concentrándome en el placer mutuo y ojalá nunca hubiera hecho tal cosa. Una mirada aguamarina hambrienta y lujuriosa me sorprende detrás del telón de mi catastrófica memoria, ¿Aaron Maxwell? Frunzo el ceño cuando esa estúpida sonrisa burlona logra aparecer también con una electricidad inexplicable. Un suspiro traidor me delata y antes de que todo él se adueñe de mis pensamientos por completo abro los ojos anonadada.
«Déjà vu»
Un escalofrío recorre toda mi espina dorsal cuando su voz me inunda fugazmente con esa palabra francesa tan bien pronunciada.
¿Qué mierda ha sido eso? ¿Por qué ese ser insoportable se ha colado fácilmente por mi mente?
Qué asco.
¿De verdad estoy pensando en un idiota como Aaron teniendo a semejante alemán literalmente frente a mí?
Qué puto asco.
Maldito Aaron Maxwell, hijo de... Me ha descolocado sin siquiera estar presente. Lo peor es que la conciencia me empieza a carcomer con pequeños destellos de la noche en Las Vegas. O sea, ¿de verdad mente traicionera? ¿Realmente me estás haciendo esto?
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HUIDAS Y MENTIRAS (#1)
RomanceClaire no ha vuelto a saber nada de Aaron desde que el hermano mayor de ella falleció. Mientras él prefirió alejarse, otros se quedaron. Desde entonces ella ha vivido con la cercanía de los tres mejores amigos restantes que su hermano tenía, a qui...