"No body, no crime"
Nueva York, EUA
ActualmenteCLAIRE.
—Oye, tienes que comerte todos los vegetales. La enfermera me dio indicaciones de que si no sigues sus órdenes estarás aquí por más tiempo —le digo, intentando sonar seria al ver la expresión de asco que mi padre hace al ver esa pasta viscosa que cubre las guarniciones.
—Yo nunca te obligué a comer cosas que se veían asquerosas, Claire.
—Lo sé, pero imagina que es un jugoso pedazo de carne. —Me rasco la cabeza, tratando de buscar ideas para convencerlo de que acepte comerse el platillo que le trajeron, pero si soy sincera se mira horrendo. Nada apetecible—. La carne si te gusta, papá.
—Pero esa cosa no.
—Es tu dieta, señor. Tienes que comerte el plato si o si.
—Nada hará que yo coma eso —asegura, serio, cruzando sus brazos.
Suelto un suspiro, resignada y dejo el plato caer sobre el contenedor de basura.
Tomo asiento en el sofá que he acercado para no estar tan lejos de la cama del hospital. Y recuesto mi cabeza sobre las piernas de mi padre cubiertas por las sabanas. Lo miro mientras acaricio su mano llena de raspones y todo lo que he pasado viene a mi mente como recuerdos efímeros.
Lo veo pasar todo.
El miedo, el dolor, los llantos, las noticias, las mentiras y los secretos me hacen apreciar tener este momento de calma.
—Espero que tengas el suficiente criterio para saber que tienes que pedir tu jubilación cuanto antes —le digo—. Y no debes dudar en tomar esa decisión, ya pasaste por muchos sustos y el estado de Isabel no es apto para seguir recibiendo ese tipo de noticias que acostumbras dar.
—Lo sé.
—Mi hermano merece vivir tranquilamente, merece tenerte cerca para que lo veas crecer.
Algo que ni Liam ni yo pudimos tener desgraciadamente.
Aún me cuesta entender que mi madre tuvo hijos con un hombre que no es Ian Langford y lo peor de todo es que aunque no haya sido su intención, ella sembró en mí una pequeña duda. He intentado no pensar en eso, pero es imposible no hacerlo cada vez que hablo con mi padre. El dudar sobre si soy su hija o no, me pone mal.
A nadie le he planteado esa duda por temor a que sea cierta. Ni siquiera tuve el valor de cuestionarle eso a mi madre.
Así que elijo ser feliz y creer que el hombre al que estoy cuidando ahora mismo es mi padre. No otro hombre.
Y por supuesto que él no tiene idea de la confesión que mi madre me ha hecho, él debe estar tranquilo, no mortificado. Solo voy a esperar a que salga del hospital para poder hablar sobre ese tema, sabrá todo cuando las noticias no puedan perjudicar su estado.
—¿El doctor te ha dicho algo sobre lo que tengo? —me pregunta de la nada.
Asiento lentamente mientras pellizco mi labio inferior.
—Solo estás aquí para descartar complicaciones, nada grave. Sigues siendo un hombre fuerte, no te preocupes por eso.
—Yo no me he sentido tan bien, Claire, por eso pregunto —declara, haciendo que yo tome una postura mucho más rígida. Él también se acomoda en la cama, ambos mirándonos—. Quiero creer que se debe los efectos del trauma o por los golpes en la cabeza que me generó la caída por la explosión, quizá otras razones nada graves, pero no me siento normal. No me siento yo.

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HUIDAS Y MENTIRAS (#1)
RomanceClaire no ha vuelto a saber nada de Aaron desde que el hermano mayor de ella falleció. Mientras él prefirió alejarse, otros se quedaron. Desde entonces ella ha vivido con la cercanía de los tres mejores amigos restantes que su hermano tenía, a qui...