HUIDAS Y MENTIRAS (#1)

19.

"Encuentros"

CLAIRE.

Observo como los chicos que se encuentran también en la zona exclusiva empiezan a esparcirse por el club, dejándonos solos.

Estoy en estado de alerta. Preparándome mentalmente para actuar en caso que a este chico se le ocurra intentar hacer algo en mi contra. Tener a un padre que durante la mayor parte de su vida se ha dedicado a defender la nación, solo ha provocado que se haya interesado en prepararme para protegerme de cualquier amenaza.

—¿Por qué me hablas como si supieras con exactitud todo lo que vivo? —cuestiono abatiendo mis pestañas.

¿Quién es este chico?

¿Qué carajos le dijo Eliza?

—Porque tristemente así es, Claire. Estoy en todas partes sin estarlo realmente, por lo que a mi corta edad sé muchas cosas aún cuando no quiero saberlas. Es fácil enterarte de todo cuando estás en ambos lados de la historia —dice viéndome directo a los ojos. La confianza que transmite en su voz no es para nada normal.

Mi instinto no se equivoca nunca, al parecer. Aunque estoy segura que no lo conozco de la industria ni de las fiestas a las que he ido.

—Ya me conocías y aún así estás aquí —afirmo.

Sonrío mientras deslizo mi dedo índice por la orilla del vaso de cristal.

—En efecto, nos hemos visto en un par de ocasiones... Hace mucho tiempo.

—Veo cientos de personas cada semana. Y lamento decirte que no tengo una memoria fotográfica —rio con ironía—. Quisiera recordar con exactitud cada persona que mis ojos captan, pero conforme pasan los días —arrastro las palabras para luego pasar a chasquear la lengua—, los rostros de quienes vi hace mucho tiempo se esfuman de mi memoria. No sé quién eres, pero lo que sea que Eliza te haya dicho sobre mi culmina ahora, ya tengo experiencias desastrosas con los chicos misteriosos.

La intervención llega por medio de un mensaje, la notificación provoca que la pantalla de mi móvil se ilumine y me permita leer por encima "Te veo charlar con alguien ¿un nuevo amigo?" Es Maxwell. Ni siquiera lo busco con la mirada, eso le dará más importancia.

No sé porqué el británico se encuentre en el club de Demian y tampoco me interesa, al fin de cuentas no es de mi incumbencia.

—Ya te lo dije, Claire. Para ti soy Ethan Quincey y no muchos tienen la exclusiva de saber mi nombre —retoma la conversación y vuelve a recargarse del respaldo. Cruza los brazos mientras me mira con los ojos entrecerrados—. Espero que tú si sepas qué hacer con el.

Hago un mohín de desagrado, deposito el cóctel hecho a base de ron en la mesa y me levanto de golpe con la idea clara de abortar la misión de conocerlo, pero no hace falta que me toque para detener mi acción.

Una pregunta es lo que me frena en seco.

Una pregunta que hace mucho tiempo no formulaba en mi cabeza.

—¿Te has llegado a cuestionar por qué Liam fue el único que no sobrevivió al accidente?

Me quedo sin aliento ante el cuestionamiento. Doy un par de parpadeos antes de volver a encararlo.

—¿Qué tiene que ver él con esto? —alzo la voz.

Ethan se lleva el pulgar a los labios, acariciando lentamente el inferior. Analiza mi comportamiento, mis reacciones, mi mirada desenfrenada cuando menciona a mi hermano mayor.