HUIDAS Y MENTIRAS (#1)

49

"No lo lamentas"

Londres, Inglaterra

Actualmente

CLAIRE.

No he visto a Aaron en todo el día, ayer solo opte por llegar directamente a dormir y no saber nada de nadie. Después de haber terminado ese trato que hice con Ethan Quincey, a solo días de conocerlo, empecé a llorar de la culpa que seguía sintiendo a pesar de haberme liberado un poco.

Lloré, lloré y lloré.

Y no lo hice porque me costara tomar la decisión de acabar con el trato de Ethan, ya que eso ha sido sin duda la peor cosa que hice, es la decisión que más me ha torturado y por la que jamás podré perdonarme. Lloré porque entendí la gravedad del asunto, haga lo que haga nada será igual y no existirá nada que remedie un error fatal como este.

Es que Aaron no merece pasar por esto, él ha sido tan bueno conmigo. Y aunque, cuando acepté ayudar a Ethan no tenía la misma relación íntima con Aaron como hoy la tenemos... No debí dejarme llevar por la curiosidad en ese momento, las ganas de querer vengarme por el sufrimiento que pasé me nublo por completo la cabeza, perdí la cordura y acepté sin pensar en las consecuencias.

«—Ellos creerán que eres su prometida, Claire Úsalo a tu favor para obtener todas esas respuestas que tanto buscas.

—¿Y qué beneficios obtienes tú con todo esto, Ethan?

—Solo encárgate de destruir su corazón y lo sabrás todo».

Ethan me hizo creer que Aaron estaba involucrado en el accidente que ocasionó la muerte de Liam, así que acepté fingir ser su prometida solo porque necesitaba averiguar qué diablos había ocurrido. Hice esto solo para descubrir la verdad, no había otro interés para estar involucrada con Maxwell, así que mi pensamiento fue que, en cuanto todo saliera a la luz, me largaría de su vida. No se suponía que esta relación tuviera que durar tanto.

Pero no hay ninguna verdad que deba ser descubierta, no hay nada que él esté ocultando y aún no me he largado a ningún lado.

Fui una ingenua al pensar que en siete meses él y yo nos seguiríamos detestando, que estaríamos distanciados sin tomarnos importancia. Y eso lo volvió fácil, al principio. No sabía qué esperar de Maxwell desde que creamos el compromiso falso y ahora, lo he conocido tanto que está traición no la va a perdonar.

Y aún así, estoy aquí, a punto de decírselo todo antes de que alguien más lo haga por mi.

Estoy dispuesta a sacrificar esta verdad, teniendo en cuenta que las consecuencias del pasado van a afectar mi presente y afectarán también un posible futuro entre Aaron y yo.

Así como tuve el coraje para causar todo esto, así debo hacerme responsable de mis actos ahora.

Aprieto contra mi la carta que contiene toda la explicación que Aaron merece conocer. Las palabras que llevo atesorado por mucho tiempo merecen salir a la luz hoy, serán leídas por Aaron, aunque eso implique recibir su odio.

Tomo una bocanada de aire, llenándome de coraje para tocar la puerta. Espero unos cuantos segundos, pero nadie responde del otro lado.

—Aaronso... —lo llamo, sin recibir su contestación.

Sé que está ahí, Adam me lo hizo saber cuando me lo encontré por el pasillo y además, se escucha el ruido que causan las hojas de papel al ser bruscamente desplazadas.

Suspiro, resignada.

—Feliz cumpleaños —le digo asoma cuando entro a su oficina. Él, por otro lado, ni siquiera levanta la mirada para verme, sigue enfocado en firmar y analizar un bloque gigante de hojas—. Allá afuera me dijeron que andas malhumorado, ¿es verdad, don gruñon?