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"Hipócrita"




AARON.

—¿Tan temprano y tan depravado? —susurra Elyde, tan bajo que solo yo puedo escucharla. Se pellizca el labio inferior coqueta mientras intenta tocar los músculos tensionados en mi espalda—. ¿Qué te sucede, guapo? ¿Claire no te complació lo suficiente?

¿Cómo sabe ella lo que sucedió entre Claire y yo? Por mi parte, yo no le he contado a nadie sobre la verdadera identidad de la ladrona. Y en caso de que su amiga le haya dicho, no tendría porque ventilar el hecho así como así.

Entrecierro mis ojos y ella dibuja una sonrisa en su descarado rostro.

—Descuida, no todas saben tratar a hombres como tú —murmura antes de que Bastian decida intervenir.

—Definitivamente, no todas saben con quién se están metiendo, pero tú sí —no hablo bajo. Por el contrario, aumento el volumen de mi voz para que mi amigo logre escuchar. No dejo de observarla. Quiero ver como se le cae el teatro cuando se enteré que conozco su guión—. Sé lo que hiciste y créeme que tú sí sabrás con quien tratas si para mañana no estás del otro lado del mundo.

La sonrisa presuntuosa se le desvanece de un tirón.

Endurece la mirada apenas escucha mi dictamen. Aleja de inmediato las manos de mi cuerpo provocando que el ramo de flores termine cayendo al suelo.

—¿De qué está hablando, Elyde? ¿Qué fue lo que hiciste? —pregunta Bastian, al ver que la muchacha petrificada no responde decide apartarme para tomarle el rostro con delicadeza y hacer que lo vea a los ojos.

—No lo sé.

—¿No lo sabes? —me burlo de su pésima actuación—. ¿Será que lo terminarás recordando frente a la policía?

—Elyde —advierte el pelinegro.

Ella se remueve incómoda.

Cínicamente, eleva los hombros y sus ojos empiezan a humedecerse.

—No tengo idea, Bastian. Y-yo solo vine a visitar a Demian, pero jamás pensé que al querer saber como se encuentra mi amigo terminaría siendo amenazada por un demente —dice con un tono falso de sufrimiento. Cruzo los brazos sobre mi pecho, espero que termine su falsa preocupación para soltar la verdad—. No porque haya querido evitar que te acostaras con Claire debes de verme como tu enemiga, no tienes porqué hacerme quedar mal cuando quería un bien para mi amiga.

¿Amiga? Ella es todo menos una amiga.

La atención de Bastian se centra totalmente en mí.

—¿Evitar que cosa?

Él no tendría por qué saber eso.

—Ah, veo que no te lo dijo —ella sorbe su nariz. Limpia sus falsas lágrimas—. No sé cómo diablos sucedió si yo lo evite a toda costa, pero Aaron y Claire follaron en Las Vegas. Y desde que llegó a la ciudad me ha intimidado para que me aleje de ella.

Es una vil mentirosa.

Solo la he visto tres veces en mi vida, tres contando este desafortunado encuentro. La primera fue en casa de Demian cuando andaba de entrometida y la segunda en el club.

—¿Te acostaste con Claire? —inquiere Bastian, luce sorprendido. Yo bufo y decido no contestar, qué le importa.

—No desvíes la atención, maldita hipócrita.

—¡No tienes ningún derecho de llamarme así! —grita.

—Es lo que eres, pero se acabo tu maldita mentira —anuncio—. Tienes veinticuatro horas para desaparecer de la ciudad sino me veré en la obligación de llevar este asunto a la policía. Tú muy bien sabes que no es agradable la relación que tienes con la justicia.

HUIDAS Y MENTIRAS (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora