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"Señales"

Milán, Italia

Actualmente


CLAIRE

Al día siguiente viajamos a primera hora a Milán. Y para muchos podrá ser un viaje muy acelerado, pero los chicos y yo estamos tratando de acoplarnos al tiempo libre que nos dejan tanto mis eventos como sus compromisos.

Se está convirtiendo en un viaje muy corto, pero a mi me está gustando mucho todo esto.

En cuanto salgo del elevador mis guardaespaldas se colocan en puntos estratégicos que les sirven a ellos para vigilar con mayor precisión el área. Aún tengo sueño y en este momento envidio que Aaron, Bastian y Demian estén descansando en sus habitaciones. Yo, por mi parte, me dejo caer en uno de los tantos sofás que tiene el lobby del hotel para esperar a mi acompañante.

Los tres hombres que me cuidan se giran al mismo tiempo para observarme. Están siendo precavidos porque alrededor de donde yo estoy hay otras personas más, no ven nada fuera de lo normal y poco a poco van regresando a su posición habitual.

Reviso mi móvil y todos aquellos pendientes que tengo se van acabando rápido. No he estado muy al pendiente del aparato electrónico y aprovecho el ratito libre que estoy teniendo para actualizarme de las cosas que tengo que hacer, según Ygrid.

Pero desafortunadamente Grace me escribe y no es un mensaje que pueda dejar pasar.

"Tú sigue jugando a ser la prometida perfecta. Te vas a quemar con fuego y siendo sincera tú no estás preparada para lo que se viene si sigues al lado del imbécil de Maxwell. Todavía tienes oportunidad de salir de ahí, hija mía".

"Piensa que él no hará nada para salvarte de las tragedias. Te hará lo mismo que le hizo a tu hermano. No seas tonta, Claire".

Sigo leyendo sus mensajes hasta llegar al punto en donde me aprendo cada palabra que escribió. Obviamente sigue molesta. No le agrada para nada las fotos que los paparazzi han estado tomando de nosotros en todo nuestro recorrido por Europa.

Yo ni siquiera las he visto, aprendí a las malas que no es sano estar al pendiente de lo que los medios publican. Así que no suelo buscar nada respecto a mi persona ni nada relacionado con personas de mi círculo social. Sin embargo, Ygrid me ha estado mandando actualizaciones y se ha encargado de hacerme saber que estoy haciendo un excelente trabajo de publicidad.

Entonces, ¿a quién le hago caso?

Un hombre tose detrás de mí y otro se sienta en el sofá de al lado. De inmediato bloqueo la pantalla de mi móvil, lo dejo a un lado y decido distraerme con otras cosas. Nunca se sabe quien anda husmeando cerca.

Justo en el centro del área sofisticada del lobby hay una pequeña mesita con un montón de cosas para leer. Me levanto y tomo una de las revistas, de esas de espectáculos. Y una sonrisa incrédula se forma en mis labios al darme cuenta de que el destino es tan curioso, y que de nuevo se burla de mi.

No sé si es casualidad.

No sé si es una señal.

No sé cómo interpretarlo, pero no es normal que entre tantas celebridades que puedo estar observando en este momento sea mi madre la protagonista de la revista. Entre más hojeo más me doy cuenta de que la revista es especialmente de Grace Blythe o eso parece porque la mayoría de las fotografías son de ella.

Y en una de ellas Grace está saliendo de uno de los hoteles más famosos de Los Ángeles a finales de los 80, cada página detalla sus outfits más emblemáticos de la modelo nacida en Seattle.

HUIDAS Y MENTIRAS (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora