HUIDAS Y MENTIRAS (#1)

22.

"Enemigo"

AARON.

Durante la madrugada me apoderé de las cámaras de seguridad del club, ya no las revisé en el lugar sino en la comodidad de mi hogar, estúpidamente creí que estando solo iba a poder concentrarme bien y al principio lo hice. Grabe los videos de la falsa Elyde haciendo complot contra Demian, ahora los tengo en mi móvil y estoy a punto de enviarle un correo a Claire con el archivo adjunto, pero me detengo.

Aún necesito tener una conversación con la pequeña actriz. Necesito saber qué cojones está haciendo con los Olsen y entonces tomaré cartas en el asunto.

El sol está saliendo y con ello la duda de saber con quien estaba Claire ayer por la noche también ha surgido. Apenas salgo de la ducha ya me encuentro en mi oficina tecleando la contraseña para abrir el portátil. Adelanto las grabaciones hasta el punto en el que ella llegó, pero no es hasta que el hombre se levanta que me doy cuenta de quién se trata. Sonríe maquiavélicamente hacia la cámara y guiña el ojo como si supiera que yo iba a espiar después de todo.

Toma la mano de Claire y se la lleva hasta la boca, besando sutilmente el dorso de ella. Mis manos se convierten en puños provocando que las venas se exalten con la fuerza que retengo. Maldito siciliano. Cierro la laptop estrepitosamente y me reincorporo.

Me llevo el móvil a la oreja, pero la ladrona no contesta mis llamadas ni mis mensajes. No lo ha hecho desde que desapareció del club con Charlie tras ella. Espero que no le haya pasado nada. Esto está lejos de querer concentrarme de lleno en la próxima negociación que tengo.

Contemplo el expediente de la castaña, aquel que Kieffer me entregó hace unos días y en donde yace toda la información que existe de ella. Ya no es una opción, debo garantizar el compromiso ya. Si no quiere hablar conmigo a través del móvil, entonces tendrá que hacerlo cara a cara. Voy a ir a su casa así tenga que pasar por encima del actual secretario de defensa nacional. Necesito saber que cosas le comentó Ethan Quincey para así poder actuar sin joder mis planes.

Bajo las escaleras de dos en dos, tomo mi chaqueta y cuando abro la puerta del penthouse la ponzoñosa piel de mi padre es lo primero que veo. Los guardaespaldas se mantienen en el pasillo. Tiene un puro entre los dientes y los lentes de sol aún puestos.

—Parece ser que tienes un radar que te avisa en qué momento debes alejarte para que no te encuentre, pero esta vez hijo... No vas a poder huir de mí ni de tus obligaciones. —El hombre más viejo es quien decide hablar. Me aparta de la entrada y sin que tenga mi consentimiento se mete a mi hogar. Veía a mi padre más de lo que quería porque estar cerca del enemigo es funcional para mi, pero ya no lo soporto y deseo mantenerme lo más lejos posible de él—. Esta noche vamos a tener una reunión familiar para asegurar tu compromiso.

¿¡Qué mierda!?

Creí que estaba en desacuerdo con mis planes de unir a un Langford a la dinastía. Él los detesta como ellos podrán detestarme a mi.

Con el entrecejo fruncido y sin poder detener el movimiento de mis cejas, me cruzo de brazos mientras mi pulgar recorre mis rojizos labios.

—¿De qué estás hablando, Benjamin?

—De una futura boda por supuesto. —Extiende sus brazos, pero no para abrazarme. Él nunca lo hace, nunca lo ha hecho con nadie—. Vamos a unificar los lazos familiares para poder introducirnos más en la corrupción. ¿Qué tal? He negociado con Ryan Wilde, sin embargo, gracias a tu necedad por permanecer aquí más tiempo del que debías y para tu total desgracia... Antes de eso debemos saldar una cuenta que hay pendiente y por eso tanto tu como su primogénita van a contraer matrimonio.