🌼Capítulo 19🌼

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Me desperté una hora después, la luz ya estaba apagada, así que supuse que Nadim había vuelto y al verme dormida entendió que lo mejor era dejarme dormir, pero yo no quería quedarme aquí, me levanté y comencé a buscar mi bolsa.

Desgraciado, se llevo mi bolsa” – me quite los zapatos, el brassier y volví a la cama.

El sonido de alguien tocando a la puerta me despertó.

– Kaila, ¿estás despierta? – susurró Nadim tras la puerta.

– Ajam –  me acomode el cabello,no iba a tener tiempo de ponerme el sostén, así que con la sábana me cubrí.

– Cuando regresé ya estabas dormida y no quise molestarte – cerró la puerta y no se acercó.

– Ah y por eso te llevaste mi bolsa

– Bueno, eso era por precaución – se rascó la nuca nervioso – Voy por ella rápido, no tardo.

– ¿Qué haces saliendo de allí? – interrogó Orlando, a Nadim que se apresuró a cerrar la puerta.

– Estaba revisando algo. Ya vete a dormir.

– ¿Por qué te urge que me vaya?, ¿qué hay ahí?, será una chica con cabello turquesa… ¡Kaila cobarde, sal!

– Cállate estás loco, seguro sigues ebrio.

Su discusión iba a continuar, así que me puse el sostén y decidí abrir la puerta.

– ¿Tienen que discutir siempre?

– Pues este idiota, que cree me puede engañar, ayer fui yo quien apago la luz – dijo Orla con sonrisa victoriosa.

Nadim me miró de reojo antes de hablar.

– ¿Entonces por qué tienes que hacer tanto drama, princesa?

– No es drama, solamente quería ver que pretexto idiota inventabas, lo unico que no entiendo es ¿por qué decidieron mentir? – nos miraba con ojos entrecerrados.

Ok, este hombre ya sacó conclusiones equivocadas”.

– Porque tu amiga pasó una noche difícil y tú estabas demasiado borracho para estar con ella.

Por un momento el silencio fue pesado e invadió el lugar, sonreí sutilmente a Orlando.

– ¿Y ahora sí podemos hablar?

– Sí, claro.

– Bueno, te espero aquí en mi cuarto – entró a la habitación y cerró la puerta.

– No era obligación que hablaras con él, es notorio que no quieres hacerlo.

– No, pero sé que se preocupo y es bueno hacerle ver que toda mi crisis fue por nada.

– La verdad es que si estaba preocupado, cuando llegué no paraba de hacer preguntas – extendió las manos para darme mi bolsa – Perdón –  con una sonrisa amable.

– No pasa nada, de verdad te agradezco muchísimo lo que hiciste, aunque quieras quitarle importancia, no cualquiera lo hubiera hecho.

Entre a la habitación de Orlando que tenía una sonrisa traviesa y me miraba divertido.

– Tu cara me da miedo – declaré mientras me sentaba a su lado.

– Solo estoy un poco satisfecho, pero primero quiero que me digas que todo está bien, que no pasó nada grave y solo así podré hablarte de mi malévolo plan.

– No pasó nada, todo fue una falsa alarma –  le dí una pequeña explicación – Ahora,
dime de qué mierda estás hablando.

– Bueno – volvió la sonrisa traviesa – El lunes me enteré que mi hermano es soltero, entonces analice la situación y creo que eres la candidata perfecta para quitarle la amargura.

– ¿Y tú eres cupido?, ¿qué mierda te pasa?

–O sea que te trato de ayudar, como habíamos quedado y resulta que ahora te molesta –  fingió indignación.

– No me molesta, pero es tu hermano.

– ¿Y eso qué?, a ti te gusta – dijo sin vacilar – Y ni se te ocurra mentirme, porque veo cómo lo miras.

Estoy tan muerta que ya apesto”

– Es guapo, creo que a todas las mujeres les gusta.

– Kaila, no te puedo ayudar si me tratas como un idiota.

– Ok, si me atrae – me ruborice y cubrí mi rostro con las manos – Pero no puede ser.

– ¿Por qué no?, yo la verdad creo que tienes una oportunidad, aunque tu amiga ayer casi me hace dudar.

– ¿A qué te refieres? – cuestione y lo mire intrigada.

– Pues me sorprendió ver que platicaba con ella, pero mi teoría es que se comporto muy infantil e hizo eso para ponerte celosa.

“Y si esa era la intención, pues vaya que funcionó”

– Pero después cuando se acercó a decirme que fuera hablar contigo porque parecía que no estabas bien, entendí que te presta más atención de lo normal.

Estaba atónita por todo lo que estaba escuchando, obviamente había muchos detalles que desconocía.

– Y bueno, ¿cuál es tu plan?

– No es nada del otro mundo, solamente haré que se encuentren más de lo normal.

– Él ni vive cerca.

– ¿Me  crees idiota? –  se giró a mirarme –  No contestes eso, él va a regresar a la ciudad porque abrirá un bufete de abogados aquí y por un tiempo vivirá en la casa, porque no quiere batallar en buscar el lugar del negocio y una casa al mismo tiempo. 

– Realmente has pensado mucho en eso –  dije entre risas.

– Un poco, la verdad todo se puso en la mesa y solamente lo ordene.

– No creo que funcione, pero tampoco perderé nada si lo intento, aunque quizá me pueda arrepentir porque en ocasiones es insoportable, sumamente soberbio y ególatra.

– Bueno, todos tenemos fallas y no le digas que lo voy a defender, pero eso es solo una fachada.

Estaba consciente de que eso era cierto, porque en la madrugada había visto en él conductas extremadamente positivas.

– Bueno, ya veremos, por lo pronto tengo que irme, porque hay algo que tengo que solucionar.

– Está bien, yo seguiré pensando qué más puedo hacer.

– Lo haces porque me quieres ayudar o para después sobornarme para que te presente a Camila – dije antes de abrir la puerta.

– Puede decirse que por ambas cosas – soltó una carcajada.

En respuesta giré los ojos, sonreí y después salí de la habitación. De forma refleja al hacerlo mire a la derecha para ver si tenía la suerte de que Nadim saliera de su cuarto, pero no sucedió.

Llegué a casa y lo primero que hice fue darme una ducha, la necesitaba con urgencia. Siempre es relajante, además que no dicen <Las mejores ideas surgen en la ducha>, no tengo idea si es real o yo invente eso.

“¿Qué es lo que tengo que hacer?, solamente hablarle a Alejandro como si no hubiera sido indiferente y mezquina, Tito tiene razón, justificar mis acciones por lo que él hizo, es una estupidez; vengarse jamás es el camino y el rencor daña más que cualquier otra emoción”.

Salí de la ducha tome mi pijama, aunque era temprano, no tenía pensado salir así que no veía la razón de arreglarme.

Y si no quiere verme, ¿qué tengo que hacer?” – Resoplé y me dejé caer en el sofá – “Ok, tengo que hacerlo, no importa cual sea su respuesta, se lo prometía Tito y estoy segura que me sentiré mejor por saber que almenos lo intente… tarde pero lo hice”

Desbloqueé su número y comencé a escribir.

KAI: Estoy consciente que esto será una sorpresa para ti, espero que una buena o al menos no tan detestable, no quiero alargarme mucho, prefiero hablarlo de frente. ¿Cuándo podrías venir a mi casa?... bueno creo primero debo preguntar ¿ Te gustaría hablar conmigo para poder aclarar algunas cosas?

¿Puedo ser tu mayor error? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora