🌼 Capítulo 27 🌼

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– ¿Ya estás en condiciones de hablar  con tranquilidad? – dije apenas entramos, sin siquiera molestarme en ofrecerle asiento.

– Sí, un poco…¿ podrías decirme por qué no le has dicho que quieres dejar de verlo?

– Porque no es fácil, es la segunda persona con la que salgo en toda mi vida y realme…

– Espera, ¿qué? – sus cejas se encorvaron y sus ojos mostraron sorpresa – Solamente has tenido una relación formal y eso raro que tenías – enfatizó la última palabra, me miró y sonrió levemente – con Aiden.

– Mi última “relación” – cuando usé las comillas con mis dedos, la confusión en su rostro aumento – Terminó hace poco y duró seis años; me engañaron, yo lo descubrí y eso me destrozo el corazón, no quiero que Aiden pase por eso –  vi que estaba por alegar algo, así que proseguí – Aunque no tenga una relación formal, merece respeto, porque está depositando su confianza en mi.

– No sé por qué me gustas tanto, si evidentemente no te conozco lo suficiente – confesó mientras relajaba sus hombros y pasaba las manos por su cabello.

– Yo tampoco entiendo… porque te gusto tanto – solté una carcajada, él agachó la cabeza y empezó a reír.

– Ay no, de verdad no sé por qué, quizá es un castigo divino o un grandísimo error.

La sonrisa soberbia que se apareció en mi rostro desapareció al escuchar ese comentario, fue como un golpe al corazón. Él se acercó y me abrazó.

– Aunque fuera un castigo o un error, estoy dispuesto a vivirlo – susurró a mi oído.

Después comenzó a besarme el cuello, yo tenía las manos en su espalda, en un movimiento rápido las moví para tomarlo de la quijada y guiarlo, para que sus labios tocaran los míos, nos besamos por unos minutos y cuando estaba apunto de aumentar la pasión, esta ocasión él se separó.

– Tengo que hacer una pregunta que si no la hago me va a atormentar – me miró expectante, pero solamente asentí levemente – ¿Ya has tenido relaciones?

– No –  agaché la cabeza y di un paso atrás.

– ¿Cómo una persona pudo tenerte 6 años a su lado y jamás tocarte?, o sea es evidente que a mí me cuesta trabajo controlarme, no puedo imaginar tanto tiempo sin sentirte cerca de mi cuerpo.

– Mi relación fue atípica… él en el proceso descubrió que le gustaban más los hombres.

– No tengo nada en contra de esa población, pero ¡qué carajos!, ¿por qué mentir? Si la gente fuera honesta, yo sería pobre.

– Está bien, ya lo perdoné.

– ¿Sabes?, ahora más que nunca quiero que dejes a Aiden, porque tengo que mostrarte lo que es tener una verdadera relación y creeme que no hablo solo del sexo – volvio a acercarse para besarme, pero esta ocasión fue más delicado y con el pulgar acariciaba mi mejilla y los dedos restantes estaban en mi cuello.

– Prometo, hacerlo los próximos días – comenté cuando dejamos de besarnos.

– Bueno yo me marcho, porque si sigo aquí solamente estaré complicando las cosas – me dio su celular y comprendí que debía anotar mi número, lo hice y después me dio un beso en la mejilla – Te llamaré para que guardes mi numero y cuando estés lista para… bueno cuando hables con Aiden, me lo hagas saber.

Ay cómo no me di cuenta de la falta de atracción que existía cuando estaba con Alex, eso nos hubiera ahorrado meses de frustración; ahora entiendo que cuando hay deseo, es imposible esconderlo”

Por la mañana desperté con determinación para hacer lo que fuera necesario, entendí que estaba queriendo hacer las cosas con demasiada formalidad y para el tipo de relación que teníamos Aiden y yo, no era indispensable.

KAI: Hola, deseo que estés bien, que el dolor poco a poco sea menos, sin intención de ser insensible, quiero decirte que realmente espero podamos vernos hoy aunque sea noche, porque quiero hablar contigo.

AIDEN: Todo bien, la verdad fue algo que sabíamos era inminente, así que no fue por sorpresa… gracias. No puedo hoy, pero para a donde imagino que vas con esa impaciencia de hablar conmigo, dejame te digo que te libero de esa necesidad de explicar. Al principio sentía que había posibilidad de crear algo bueno entre nosotros pero poco a poco algo se perdió y ya no lo veo de esa manera.

Dejé el chat abierto y releí el mensaje en diversas ocasiones y no podía dejar de impresionarme con la facilidad que tenía para expresarse sin ofender y dejando muy en claro su idea. No sabía qué decir, meditaba las palabras y nada me parecía acertado.

AIDEN: Oye tranquila, ni siquiera nos besamos, podemos ser amigos.

KAI: Estoy de acuerdo, me da gusto que al final los dos queremos lo mismo.

AIDEN: Ya no somos unos niños para aferrarnos, hay que avanzar siempre.

Vaya esto es liberador… Ay Alex, no sé cómo soportaste tanto tiempo”

Durante el día me enfoque tanto en otras cosas, que olvide mandarle mensaje a Nadim, porque no quería hacerlo de inmediato, pero luego el tiempo se me fue en pendientes y para cuando reaccioné ya era de madrugada.

KAI: Lo que no empezó ya terminó… ¿Puedo ser tu mayor error?

Sin esperar respuesta me quedé dormida, con una sonrisa satisfecha.

Al despertar revise mi celular y seguía sin recibir respuesta, me desconcertó pero decidí no darle más importancia de lo debido, fuí al gimnasio, volví a casa para poder arreglarme, esperé que fuera casi mi hora de entrada y me marché.

– ¡KAILA! –  gritó Seiny mientras bajaba del coche, me detuve para esperarla – ¿Cómo estás? – nos saludamos con beso en la mejilla.

– Bien, fue un buen fin, nada cansado y tú ¿cómo estás? – devolví con educación la pregunta.

– Perfecto, oye necesito preguntarte algo y quiero que seas honesta conmigo.

– Claro, siempre.

Mierda ya sé a dónde va todo esto

– ¿Tienes algo con Nadim? – su mirada examinaba con detenimiento cada una de mis reacciones.

Estúpidamente sonreí y sabía que ya tenía media batalla perdida, así que no tiene sentido mentir, además era consciente de que hacerlo me generaría problemas en el futuro.

– Pues de momento, no – su mirada me incito a continuar – O sea creo que estamos en proceso, pero no hemos llegado a nada, porque pues…

– ¿El chico moreno sensual está en medio?

– Así es, pero ya no

– Eres una idiota – me dio un ligero golpe en el brazo con su mano – Debiste decirme, jamás seria tan mierda para meterme con alguien que le gusta a una amiga, eres una estúpida por ocultarlo.

– Ay pues perdón, pero no estaba segura y si no era yo quien le gustaba, entonces porque carajos privaría a alguien de intentarlo.

– Tienes razón, pero ahora cada que lo vea tendré que usar una bolsa para cubrir mi rostro.

– Ay por favor – sonreí y le di un ligero empujón.

A mitad de mi turno me llamaron de recepción que alguien estaba buscándome. Salí de la cocina y lo primero que vi fue un enorme ramo de rosas de diferentes colores y en el centro un enorme girasol. Me acerque y al ver que solo estaba el repartidor me decepcione, pero cuando tuve el ramo en mis manos toda emoción negativa desapareció.

Fuí directo al vestidor de las mujeres y abrí el pequeño sobre que había en ellas.

Serás el mejor error de mi vida
Ahora sabrás que es lo bueno
     Atte: Un idiota

¿Puedo ser tu mayor error? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora