🌼 Capítulo 49 🌼

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[ Nadim ]

Han pasado algunos días desde la última vez que la vi; no es buena esa última imagen que tengo de ella, sus ojos carecían de emoción y no había rastro del brillo que emanaba regularmente su rostro, me siento mal por recordarla, pero es inevitable… la amaba.

Dos días después de nuestra gran pelea, pasé por su casa en diversas ocasiones, pero jamás me detuve, aún no me sentía preparado para volver a verla y mucho menos escucharla.

No volví a casa de mis padres, no estaba dispuesto a ver al pendejo de Orlando, el rencor que sentía hacia él, era inmenso.

Nadie podía contactarme, rompí mi teléfono cuando en mi momento de furia lo aventé contra la pared. Decidí cambiar el número, perder el anterior no me afectaba porque en ese no tenía a mis clientes, para el trabajo tenía un celular diferente. Las únicas personas que actualmente tienen manera de contactarme son mis colegas.

Tú deberías estar intentando hablar conmigo, ¿Qué mierda hago yo vigilando tu casa?, yo merezco una explicación, no insististe eso indica que eres culpable de lo que se te acuso” – me enderecé – “¿Y sí me has estado llamando?” – pasé las manos por el costado de mi cabeza, entrelacé los dedos cuando mis manos se encontraron en la nuca y me deje caer nuevamente sobre la cama – “Sabes donde vivo, si quisieras arreglar estarías aquí”

El sonido del timbre interrumpió mis pensamientos, me levanté, el corazón me latía con intensidad, pero al abrir la puerta las esperanzas murieron.

Hubiera sido extraño que fueras tú; aparecer justo cuando pensaba que deberías venir”

– ¿Qué quieres Benjamin? – solté con frustración.

– Buenas noches – enfatizó cada palabra – Tu madre está preocupada, tu hermano se fue a un viaje, sin dar ninguna explicación a nadie y tú no has aparecido por la casa.

– ¿Adonde se fue el imbécil? – interrogué de inmediato.

– Te estoy diciendo que no dio ninguna explicación, ¿me vas a dejar pasar?

Me moví hacia un lado y con la mano le indiqué que podía entrar.

– ¿Entonces tú si me vas a contar qué está pasando? El cumpleaños de tu madre es el próximo sábado y no quiero que ninguno de ustedes ponga un pretexto estupido para no asistir, ya son adultos para que no sean capaces de comportarse.
 
Benjamin raramente tomaba esa postura de padrastro, era más común que se deslindara de los problemas y solamente le diera la razón a mamá, pero cuando ocurría ese milagro era lo peor, porque si lo estaba haciendo es porque la furia lo estaba carcomiendo y por lo tanto no tenía filtro para expresarse.

– Son cosas que solo nos conciernen a nosotros – usé un tono severo

– Me vale un carajo – espetó –  Entiendo que tú tampoco me vas a decir nada, entonces aquí va lo mismo que le dije a tu hermano, si ese día no asisten a cenar con su madre, olvídense de ella, sus pendejadas siempre la hacen sentir mal.

– Ahorrate todo este drama, sabes que jamás le he fallado a mamá.

– Bueno, espero que asistas y te comportes como el hombre de 30 años que eres – se levantó del sofá donde apenas había tomado asiento y se dirigió a la puerta – Hijo, no te ves nada bien, si te presentas así – me miró con compasión –  Vas a preocupar a tu madre.

Había estado fumando más de lo debido, no dormía a mis horas, porque siempre que cerraba los ojos la veía y además era común que me saltara algunas comidas. Así que entendí perfectamente, que quedaba muy claro que la estaba pasando de la mierda.

¿Puedo ser tu mayor error? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora