[2 meses después]
Pasadas las semanas la enorme necesidad que sentíamos por estar siempre juntos en ámbito sexual fue disminuyendo, pero no por algo negativo, en cambio logramos acostumbrarnos a la presencia del otro y a comprender que para todo había un tiempo; que el otro siempre iba a estar ahí, ya no teníamos tanto miedo a perdernos.
Intentábamos variar siempre las salidas, mientras fuera posible, además algunas ocasiones optabamos por incluir a Orlando y Alisha que parecían llevar mejor su extraña relación. En cuanto a Camila, acordamos no volver a hablar de lo que había pasado entre ella y Orla, ya estaba saliendo con una persona y aparentemente era alguien bueno.
Hoy era sábado y no vería a Nadim, porque ambos teníamos cosas que hacer, él por trabajo y yo había planeado una cena para Alex, porque es su cumpleaños y no quería que lo pasara solo. No tuve que explicarle nada a Nadim porque él me canceló primero así que me pareció innecesario agregar que yo también tenía un compromiso.
– No era necesario que hicieras todo esto – comentó abochornado Alex, al ver la cena que le había preparado.
– Quizá no, pero quería hacerlo, tu cumpleaños pasado no estuvimos juntos así que con este se compensará.
Nos sentamos a cenar, platicamos sobre todas las anécdotas que teníamos juntos, fue bueno recordar todo lo que habíamos vivido y logré percibir ese amor del que él siempre me hablaba, realmente me quiere, pero no de la manera que yo imaginaba y no por eso significa que no lo hiciera.
– ¿Y bueno ya hay alguien en tu vida? – interrogué intrigada.
– No, bueno hace dos semanas me volvió a buscar Charlie, pero no lo acepte, no podría hacerlo.
– ¿Por qué?... esa vez que los vi darse amor – lo miré con picardía y él forzó una sonrisa – Parecía que se entendían perfecto.
– Pues yo también pensé que lo que teníamos era especial, pero cuando mis padres me corrieron fue a él a quien recurrí primero, pero me cerró las puertas y me dejó sin opciones, por dos semanas tuve que vivir en un albergue – su voz fue perdiendo emoción.
– ¡Oh por Dios!, no lo sabía – tomé su mano – ¡Pues que se vaya a la mierda!
– Así es, ¡que se vaya a la mierda!
Me contó con mucho detalle su experiencia en el albergue y lo importante que fue Tito en su vida, lo mucho que lo impulsó para que pudiera salir adelante.
Cuando nos dimos cuenta ya era de madrugada así que le pedí que se quedará en la habitación de visitas, él se negó en diversas ocasiones, pero yo jamás cedí y logré que accediera.
Al despertar lo primero que percibí fue el fuerte olor a canela y entendí que alex ya estaba despierto y seguramente estaba preparando el desayuno, al salir confirme mis sospechas.
– Ni se te ocurra quejarte o criticar, solo es para agradecerte – se apresuró a hablar Alex cuando me vio acercarme a la mesa.
Desayunamos con mucha tranquilidad, después ambos recogimos y ordenamos algunas cosas que habíamos dejado ayer, al terminar Alex decidió que era momento de irse, lo acompañe a la puerta, al abrirla pude ver como Nadim estaba bajando de su coche.
“Oh no, esto seguramente no se ve nada bien” – miré de reojo a Alex que también me observaba.
Sus hombros se veían más anchos de lo normal, eso era señal de que estaba completamente furioso, sus ojos miraban a Alex.
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¿Puedo ser tu mayor error?
RomansKaila recientemente ha terminado una larga relación, la cual parecía maravillosa; un día descubrió algo que acabó con todas sus esperanzas. Ahora está dispuesta a dar un cambio radical a su vida y hacer lo que nunca había imaginado... buscar un comp...