🌼 Capítulo 48 🌼

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Le ofrecí a Camila acompañarme, pero ella se negó, argumentó que no tendría nada que hacer ahí, era algo muy personal y no debía involucrarse.

Llegué al hospital, me reporté en recepción, una enfermera muy amable y con rostro sereno, se presentó ante mí para llevarme a la habitación de Nasla.

Antes de entrar fui capaz de observar a la pequeña niña recostada en la camilla, parecía tranquila y eso me hizo sentir peor, porque estaba segura que cuando saliera la imagen que vería a través de la ventana, sería otra completamente distinta.

– ¡Kaila! –  gritó con emoción la niña al verme – ¿Papá te obligó a visitarme?

Vas a romper su corazón, en más pedazos de los que Nadim destrozó el tuyo”

– No, Nasla, vine por cuenta propia – sonreí levemente.

– ¡Wow! eso es magnífico, casi nunca quieres vernos o bueno papá dice que eres alguien muy importante y que siempre estás trabajando.

– En eso tiene razón, trabajo mucho –  tomé asiento a su lado.

– ¿Por qué nadie más ha venido a verme?, los doctores hicieron muchas preguntas, pero no respondieron a ninguna de las mías – mencionó con una mueca de tristeza.

– ¿Qué es lo último que recuerdas Nas? –  me incliné un poco para adelante y mantuve mis manos en el regazo.

–  Estábamos en un avión que creo que se descompuso, recuerdo a mamá y a papá gritando, pero no podía ver nada, porque papá me estaba abrazando y me pidió que no alzara la cabeza, después de eso ya no recuerdo nada.

¿Es probable que eso que hizo papá le salvó la vida y expuso la de él?”

– Es raro, tengo muchas marcas pequeñas en mis brazos que antes no tenía, mira – los estiro en mi dirección para que pudiera apreciarlas – No sé qué pasó, quiero ver a mis papás – sus ojos se paseaban por toda la habitación cómo si buscara algo o alguien.

Debería existir un manual que te diga cómo debes dar estas noticias o quizá un maldito robot, o sea para todo quieren un pinche robot y para esto no existe, ¿por qué nadie ha pensado lo difícil que es esto? y que lo mejor es que lo haga alguien a quien no le duela”

– Nas, eso que me cuentas que hizo papá, fue genial, ¿sabes? él fue un héroe, tienes que entender que él te amaba demasiado y estoy segura que tu mamá y tu hermano también – tomé su pequeña mano con mucho cariño, sus ojos confundidos estaban fijos en los míos – Cuando ese avión se descompuso, cayó desde muy alto, eso ocasionó que todos resultaran lastimados, algunos golpes fueron un poco más fuertes que otros, los tuyos por suerte no lo fueron, pero los que recibieron papá, mamá y Eliud – era la primera ocasión que me refería a ellos de esa forma – Sí fueron muy fuertes, ellos lucharon mucho, pero no lograron recuperarse – tuve que mentir un poco porque no me parecía adecuado solo decir que murieron.

– ¿Entonces ellos se fueron con mi abuela Rosana? – preguntó con ternura, pero no espero respuesta y prosiguió –  O sea, están en el cielo y ahora son ángeles.

Ok, quizá pude ahorrarme el discurso y solo decirlo así”

– Sí, así es Nas – con mis dedos acaricié su mano.

– Yo hubiera querido irme con ellos – comentó con la voz temblorosa y  con ojos inundados.

– Yo lo sé, pero ¿sabes? – me acerqué aún más a ella y usé un tono de voz dulce –  Creo que tú aún tienes una gran misión, seguramente serás alguien muy especial para una persona y será entonces que podrás reunirte con ellos.

¿Puedo ser tu mayor error? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora