Bajamos del auto, dejo la puerta abierta y espero a que William lo haga, cierro la puerta en cuanto lo hace.
— ¿Iremos a todos los países, papá?— Bajo mi cabeza
— Solo a algunos.— Acaricio su cabello
Miro hacia adelante, al escuchar el acelero de un auto.
Un auto en mal estado se estaciona, o eso intenta. Veo a Adelaida salir, discutiendo con alguien. Veo a más gente salir, a personas mayores.
Una señora me mira, jadea y se acerca rápidamente.
— ¡Mamá, ven aqui!
— Señor, que placer es conocerlo.— Tiende su mano, la estrecho
— Un placer, señora. — Asiento
— Soy la madre de Heidi. Y...— Se gira, jala la mano de un hombre— el es mi esposo.
Estrecho su mano, asistiendo.
— Oh, y que dulce niño.— Se agacha hacia William— ¿Como te llamas?
— William.— Responde, algo tímido
— Ow, hornee unos ricos cupcakes, estan en la maleta de Heidi.— Termina murmurando
— Mamá.— Miro a Adelaida, cuando se acerca — Suficiente.— Nos mira, sonrie — ¿Nos vamos?
— Oh, hija. ¿Llevas tu almohada?
— Si, mamá.— Casi gruñe
— ¿Tu libro para leer?
— Si.
— ¿Tu cuaderno para escribir?
— Tengo todo, mamá.— Se acerca y besa su mejilla, para luego besar la de su padre
— Bien.— Asiento hacia ellos, mientras caminamos hacia el aeropuerto
— ¡Ten un buen...!
— ¡Heidi!
Giro mi cabeza. Frunzo el ceño, al ver a un hombre, salir de un auto.
— Ay no.— Murmura
— ¡Amada mia!— Corre hacia ella
Retrocedo levemente, cuando la rodea, casi haciendola caer.
— ¡Emre!— Lo empuja
— ¿Te ibas a ir sin despedirte de tu amado?— Toma su mano, levanto una ceja
Adelaida rie, nos mira unos segundos.
— El no es mi amado, es...— Vuelve a mirarlo — ¡es nadie!, ¡fuera!, ¡shu!
— Adelaida.— Me mira — Tenemos que irnos.
— Si.— Vuelve a mirarlo — Emre. Al auto.
ESTÁS LEYENDO
La Niñera del Embajador
RomanceHace tres años, Bastian Wang perdió lo más preciado que tenia. Haciendo que su alma quede totalmente dañada, y rota. Tiempo después, solo se mantenia en pie por su legado, y su hijo. Pero, pareció no ser suficiente. En uno de sus momentos de quebran...