Capitulo XL

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Mantengo mi mirada hacia la ventana, observandola

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Mantengo mi mirada hacia la ventana, observandola. Suspiro, William finalmente sonrie, no lo estaba haciendo hace dias. Ni yo tampoco.

No puedo acercarme a ella, al menos no hasta que solucione todo este lio en el que mi abuelo nos puso.

Ella tenia razón, la tienda de sus padres esta en la mira. El tiene más contactos a comparación conmigo, pero no significa que no tenga solución.

Aunque se me dificulta entender el tema con su otra hermana. Ella nunca la mencionó y parece que la tiene oculta, no puedo ayudar en eso si no se nada.

Suspiro.

Pero parece que a pesar de eso ella no quiere seguir. Eso me descoloca un poco, en estos dias sin ella se sintió demasiado extraño. Me acostumbre a su presencia como los demas en la casa.

Y más que eso, se que extraño todo de ella. Más que nada la cercanía que tenia conmigo, incluso extraño que me moleste.

Luego de quedarme observandolos, William finalmente se acerca, luego de darle un largo abrazo.

Mantengo mi mirada en ella, mientras el se acerca al auto.

Lleva uno de sus floreados vestidos, que a mi me encanta levantar. Su cabello recogido de la manera que siempre lo hace, con uno de esos palillos.

Mira hacia el auto, como si estuviera mirándome. Pienso unos segundos en bajar la ventana y observarla mejor, pero me retracto.

William sube al auto del otro lado, giro mi cabeza hacia el.

Su rostro es totalmente diferente a cuando lo traje aqui. Sus ojos estan más iluminados y ahora tiene una sonrisa, me mira.

La borra, mientras cierra la puerta.

— ¿Cómo estuvo?— Pregunto

— Bien.— Mira hacia la ventana, ignorandome

— ¿Porqué sigues enojado conmigo?

— Porque se fue por tu culpa.— Me mira, frunciendo el ceño— Yo lo se.— Suspiro

— Hay varias cosas que no sabes, William.

— Se que la dejaste ir.— Se cruza de brazos, volviendo a mirar hacia la ventana — Con eso es suficiente.

Me mantengo callado, miro hacia adelante y froto mi rostro.

Tal vez el tenga razon, pero no sera asi por mucho.

Tal vez el tenga razon, pero no sera asi por mucho

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La Niñera del Embajador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora