Salgo del ascensor, mientras doy un suspiro. Camino hacia el apartamento, saco las llaves.
Tengo que hablar de Safira sobre Elma, asi me distraigo por unos minutos del tema con el Everest.
Safira de seguro ablandara cuando le diga sobre el embarazo de Elma. Personalmente estoy algo emocionada, pero no quiero demostrarlo tanto porque seria muy obvio, y ella aún no esta preparada para decirlo.
Coloco las llaves en la cerradura, para luego girarla. Abro la puerta, ya buscando a Safira que seguro esta en ese colchón.
Me detengo, antes de poner un pie adentro.
Abro mis ojos de par en par. Creo que vine en mal momento.
Sus cabezas se giran rápidamente hacia a mi, paralizandose tanto como yo.
Nunca habia visto a mi hermana en una situación asi. Ni al señor Mason.
Cierro lentamente la puerta, mientras la imágen no sale de mi cabeza.
Termino de cerrarla, para luego comenzar a caminar.
— ¡Heidi!— Comienzo a correr
Me dirigo hacia el ascensor y aprieto rápidamente el botón, muevo mi pie nerviosa.
— ¡Heidi!— Me quejo, ya sintiendola acercarse
— ¡Hola!— La miro, sonriendo — No te vi.
— Escucha, lo que viste con Mason...
— ¿Quién?— Parpadeo, aprieta su mandibula y golpea mi cabeza, me quejo
— Deja la actitud de tonta, se que lo viste.— Froto mi cabeza
La miro unos segundos, giro mi cabeza hacia la puerta, el señor Mason se asoma en ella, acomodándose su ropa.
— Si, lo vi.— La miro — Y no tienes porque preocuparte, no le dire a nadie.— Me encojo de hombros
Tampoco tengo a quien.
— No se suponia que tenias que saberlo.— Frota su cabello— Estaba perfecto en secreto. Y no es una relación, solo es sexo.— Asiento
— De acuerdo. Pero, tendremos que empezar a avisarnos con anticipación si viviremos juntas.— Asiente
— De acuerdo. ¿Porqué viniste?, crei que no vendrias hasta que todas las cosas esten aqui.
— Tengo que hablarte de algo importante.— Suspiro, asiente
— Entiendo. Yo tambien. Se lo de tu y tu jefe.— Aprieta sus labios— Me lo dijo el.— Señala a Mason
— Maldición.
— Si.
— Bien, también hablaremos de eso.— Asiente
— Perfecto. Lo echaré y luego hablamos.— Comienza a caminar
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La Niñera del Embajador
RomanceHace tres años, Bastian Wang perdió lo más preciado que tenia. Haciendo que su alma quede totalmente dañada, y rota. Tiempo después, solo se mantenia en pie por su legado, y su hijo. Pero, pareció no ser suficiente. En uno de sus momentos de quebran...