Capitulo XXIX

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"...ambos estaban destinados, no importa en que tiempo, no importa en que lugar, estaban unidos por un hilo y no importa cuanto se enrede, nunca se rompia..."

— ¡Heidi!— Me sobresalto, mientras el lapiz vuela de mi mano

— ¡Rubio!— Bufo— No me asustes asi, ¿quieres darme un infarto?— Me inclino, tomando el lapiz

— ¿Qué haces?— Lo miro, sonrio

— Escribo mi romance.— Levanto las hojas, frunce el ceño

— ¿Romance?

— Asi es. Es la historia de dos adolescentes, se enamoraron en un internado y desde ahi, nada los pudo separar.— Ladeo la cabeza

— ¿Qué es enamorarse?— Ladea tambien la cabeza, suspiro

— Enamorarse es...— Aprieto mis labios, buscando las palabras— es ese paso que das en la vida. Cuando lo haces, tienes el poder con esa persona de siempre sentirte conectada a ella.— Levanta sus cejas — Y lo unico que quieres es estar pegado a ella, y compartir cada momento. Malo, bueno, feliz, infelices, todos.

— Vaya. ¿Alguna vez estuviste enamorada, Heidi?

Parpadeo, hago una mueca.

— Si.— Miro mis manos— Lo malo de enamorarse, rubio.— Lo miro— Es que a veces la otra persona no siente lo mismo.— Frunce el ceño

— ¿Ah no?— Niego— ¿Porqué?— Suspiro

— Uno puede ser el amor de tu vida, pero eso no significa que tu seas el del otro.

— Oh.— Mira hacia otro lado— ¿Y algún dia me pasara eso?— Vuelve a mirarme, esta vez con miedo

Sonrio, acaricio su cabello.

— Yo no puedo decirte eso, rubio. El destino de cada uno es distinto y misterioso, pero todos tienen algo en común, te llenan de fortaleza.

Sonrie, toma mi mano.

— Yo sere fuerte como tu, Heidi.— Sonrio más, lo tomo en brazos

— Mi rubio hermoso.— Beso su mejilla, rie

Giro mi cabeza, cuando la puerta suena.

— Quedate aqui.— Lo dejo en el suelo, asiente

Camino hacia la puerta, miro a traves del pequeño agujero. Frunzo el ceño, al ver a una rubia.

Oh, debe ser la mujer de la que el Everest me dijo

Saco la tarjeta de mi bolsillo, para luego pasarla por el pequeño aparato. Sonrio, adoro hacer eso.

Se abre, la miro.

— ¡Hola!— Sonrie— ¿Estan listos?

— ¡Hola!— Sonrie— ¿Estan listos?

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La Niñera del Embajador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora