VOLKOV
- Ya vale, ya vale - Greco le adelanto el paso al comisario ruso quien había estado de muy mal humor desde que salió de la oficina de Conway, el ruso se paró en seco y miro al barbas frunciendo el ceño tras sus gafas de sol. - ¿Que pasa contigo hoy? - le pregunto poniéndose frente al peliblanco sin obtener respuesta. Volkov se cruzó de brazos y carraspeó. - Todo el puto atraco estuviste gritoneando y tratando mal a los alumnos, ¿qué pasa tío? - Greco posó su mano en el hombro del oficial, Volkov miro la mano de Greco y después al susodicho, carraspeó sacudiéndose para quitar el agarre del barbas. - No es momento de hablar, y no sé qué decirle - hablo el ruso entrando en el badulaque para perder a Greco de vista.
Una vez dentro de la comisaría y con los ladrones tras las rejas Volkov se recargo en el escritorio ignorando las cosas que la gente de ahí gritaba para que los dejasen salir, se deshizo de sus gafas dejándolas en su bolsillo para tallar sus ojos y masajeo su cien, le dolía la cabeza, escucho pasos en las escaleras, pero siguió recargado en el escritorio está vez con los ojos cerrados y los brazos recargados en el escritorio.
Greco era quien bajaba con otro de los ladrones del segundo asalto que habían tenido a badulaque hoy, paso de largo al comisario charlando con el ladrón del porque era malo robar, el ruso abrió los ojos viendo como el contrario metía al chico tras las rejas.
Greco se encamino hacia la posición de Volkov y sin cruzar mirada hablo. - Iré a comer algo, Conway llegó hace 5 minutos. - y sin esperar la respuesta del peliblanco subió las escaleras perdiéndose de vista.
Volkov hizo crujir su cuello y él también se encamino hacia la zona de descanso. Greco se encontraba frente del microondas esperando a que esté dejara calentar su comida mientras Volkov se aproximaba a la fuente de sodas.
Greco se sentó abriendo su contenedor de comida y hundió su tenedor en el espagueti, el peligris se sentó frente de él y le acercó una gaseosa, Greco hizo una leve reverencia como agradecimiento y comenzó a comer, Viktor solo se enfocaba en la gaseosa que tenía en su mano mientras le daba vueltas.
- Bien... ¿Me dices que pasa? - Greco se animó a hablar haciendo su contenedor de comida a medias a un lado, Volkov lo miro y su frente se arrugó, sinónimo de que había fruncido el ceño tras sus lentes oscuros.
- Vera Greco, es tan extraño que no se ni que cojones decirle. - Soltó un suspiro, Greco por su parte ladeo su cabeza tratando de analizar el semblante del contrario sin éxito.
- Puedes ser más específico, porque desde que saliste del despacho del súper tras Gustabo tenías una cara... Que vamos, sé que el chico no es santo de tu devoción, pero... ¿Paso algo? - El comisario por segunda vez en el día se deshizo de sus lentes oscuros y clavó su mirada en el castaño.
- Gustabo dijo un par de cosas que no fueron de mi agrado... - Greco se cruzó de brazos recargando se en la silla de metal, ¿Que era el tema tan importante que a Volkov lo tenía de tan mala leche?, El barbas asintió sin interrumpir al ruso se veía que le costaba hablar de la situación que lo tenía de ese mal humor.
- Verá... Creo que solo Gustabo, Horacio... Y yo sabemos el porqué del accidente de Pérez - Se aclaró la garganta mientras veía a Greco reacomodar se en la silla frente de el tras pronunciar el nombre del crestas.
- Yo... Bueno, ese día en efecto hablábamos tranquilamente... Pero, el... - Volkov dejo de ver a Greco y poso su mirada en la puerta de la zona de descanso como si tuviera miedo de que alguien más lo escuchara, no era como si le gustará contar su vida personal, y realmente solo se había abierto a Conway y quizá un poco al crestas, pero este tema no podría hablarlo con ninguno de los dos susodichos y Greco se había ganado su confianza hace tiempo.
- De repente soltó un "me gustas, te gustó?" Y como podrá comprender me tomo por sorpresa - Greco sonrió ampliamente mirando al comisario frente de el que se veía algo apenado por lo que acababa de decir. - Pero vamos tío, Horacio está colado por ti y creo que todo mundo lo sabe excepto tú, la verdad es que es un buen tipo - Por fin Greco sé atrevió a hablar, pero le resultaba algo extraño el hecho de que la historia comenzará ahí, ¿Que tenía que ver el accidente de Horacio con todo esto? - ¿Cómo dice? - pregunto el ruso enfocando su mirada hacia el comisario que lo interrumpió después de atar cabos. - No me digas... ¿Lo rechazaste? - Volkov bajo la mirada. - Yo... Yo solo le expliqué el por qué no quería tener pareja en este momento y ahora se está mudando de piso, tuvo el accidente y... YO... Y AHORA SE VA A LA PUTA CALLE. - Volkov sin darse cuenta iba subiendo cada vez más el tono de voz y parándose de la silla hasta quedar completamente erguido con las palmas de las manos puestas en la mesa.
La puerta se abrió, unos cuantos alumnos entraban para tomar su descanso y alimentos, el comisario se quedó en la misma posición mirando como entraban soltó un suspiro parándose derecho.
- Creo que está plática la tenemos que posponer un poco, saliendo del turno iremos a tu casa, me das un vodka y gritas lo que quieras, ¿Estamos? - Volkov miro al barbas que se había parado de su lugar tomando sus cosas y sin darle oportunidad de decir algo lo vio alejarse para salir de la zona de descanso, el ruso sintió un pinchazo en la cien, sin duda le caería muy bien un vodka y hablar con el castaño o sin duda explotaría pues la culpa le carcomía.