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Horacio caminaba de un lado al otro, Conway estaba enfrascado en una platica por móvil, los mecánicos habían tenido problemas nuevamente con sus compañeros y ahora estaba tratando de llegar a un acuerdo de la manera mas "tranquila" que su voz le permitía.
Conway colgó la llamada, se deshizo de sus lentes oscuros para masajear sus cansados ojos y tirar el móvil al escritorio sin reparar en la mirada en el oficial que estaba detrás de la silla en donde estaba acostumbrado a sentarse.

El crestas tosió para llamar la atención del pelinegro, Conway gruñó en su asiento sin mirar al chico para darle a entender que lo escuchaba.
- ¿Po- podría cambiar mi descanso de esta semana? -  Conway recogió los anteojos de su escritorio y se los colocó con mucha parsimonia para levantar la vista hacía el joven que esperaba su respuesta.
- ¿No deberías de estar ya en camino a tu casa? - Le contesto con otra pregunta bajando los ánimos del oficial.
- Si, solo vine a preguntar sobre mi descanso y me voy... - Horacio se aferraba al respaldo de la silla como si de un niño castigado se tratase.
- Ya veo... - Conway se acomodo en el sillón para sacar un cigarrillo. - ¿Qué día descansas esta semana? - Conway prendía su cigarro con mucha tranquilidad que Horacio estaba tomando como si el Superintendente no le estuviera poniendo la atención que debería, empezando a impacientarse un poco.
- Mi descanso es este viernes... - Conway asintió dándole la primer calada al cigarro. 
- ¿Qué día necesitas? - Pregunto mirando al peliazul. 
 - Sábado - Conway se quedo en silencio un tiempo.
- Tendré que verificar la formación de la malla que tendremos para este fin de semana, en cuanto Greco regrese de su ultima ronda hablare con el para ver si alguien puede cubrir ese día. - Horacio dio un saltito aplaudiendo. - No te estoy prometiendo nada, no te ilusiones. - El joven asintió en su sitio sin dejar de sonreír. - Ahora sal de mi vista. - El oficial no lo pensó dos veces y salió del despacho.



- ¿Cielo estas en casa? - Covarrubias entraba por la puerta de entrada buscando al rubio.
- Estoy en la cocina - Dijo el chico que se alistaba para irse a trabajar.
Covarrubias dejo las llaves en la mesita y colgó su bolso en el perchero enano para comenzar a caminar hasta la cocina.
- ¿Estas por salir? - Preguntó la mujer mirando al chico ya uniformado.
- Si, estoy esperando a que el taxi pase por mi y salgo. - Contesto el chico regalándole una sonrisa ladina a la mujer.
- ¿No vas a llevar mochila? - Se extraño la mujer.
- No, en el casillero tengo un cambio y bueno, se me hizo mucho bulto para solo llevar el topper de comida. - Alzó los hombros. 
El claxon rompió el silencio entre los dos.
- Bueno, llegaron por mi, nos vemos Doctora. - El joven tomo el contenedor y camino hasta las salida de la casa.
- Nos vemos cielo, cuídate mucho. - Gustabo levanto la mano desocupada despidiéndose de la mujer.

Ángela se sentó en un banco de la cocina y observo un papel doblado a la mitad, lo tomo y comenzó a leer.
"Gustabo puedes llevarte el topper que preparé para mi ayer, hoy no me lo llevaré, Bruno me llevará algo mas tarde, las llaves del auto las dejaré en la recepción de comisaria como siempre. Cuídate perraco♥"

Covarrubias esbozo una sonrisa amplia al terminar de ver esa simple nota, volvió a doblarla y la dejo en la encimera.
- Bruno, Bruno, Bruno... - Soltó una risita parándose de su lugar para comenzar a preparar algo de comer.



- Holaaa bebé.  Gustabo decidió hablar con su hermano en el trayecto a comisaría.

- Hola perla.  Contesto el chico que caminaba fuera de edificio ya vistiendo con ropa de civil.

- ¿Mucho trabajo hoy? - Quiso saber el rubio.

- No, la verdad es que estuvo muy aburrido hoy, solo tuvimos algunas paradas por exceso de velocidad y cosas pequeñas.  

- Ya veo... pero te hablaba para otra cosa... ¿Comiste bien?  La voz del rubio cambió en cuanto formulo la pregunta, soltó una sonrisa pícara que contagio al contrario.

- Si... comí muy bien.   Ambos hermanos estallaron en risa, uno por el pequeño morbo que visualizo en su mente y el otro con algo de pena sabiendo a lo que el rubio estaba dando a entender pero sin dejar de pasar la oportunidad de seguirle el juego.

- Me alegro, me alegro.   

- Sabes me invitó a salir de nuevo este sábado.  El crestas cruzaba la calle mirando dos veces a ambos lados.

- ¿En serio?... Ese mesero me cae de huevos, ni lo pienses, sal con el.   Le aconsejo el oficial.

- No ni siquiera lo pensé le dije que si, me gusta pasar tiempo con el.  Dijo el peliazul sonriendo.

- ¿A si?... y... ¿Te gusta?.   Quiso saber el rubio esbozando una sonrisa ladina mirando por la ventana de el taxi en movimiento.

- Bruno... Bueno, me gusta estar en con el, tenemos tiempo conociéndonos ... pero gustarme, gustarme...    Horacio escucho el gruñido de su hermano.

- Ya... sigues terco con el cara de niño asustado.  Gustabo se rindió.

- Gustabo sabes que yo no mando en mi corazón, Bruno es muy buen amigo y no creo que se interese en mi... Todo sería muy rápido.

- Un cojón... lo dice el oficial que se enamoro a primera vista del Otaku ese... ¿Quién dice que a Bruno no le sucedió lo mismo?, no tendría nada de malo.   Ambos se quedaron en silencio por un corto momento.
- Horacio, escucha... ¿Recuerdas nuestra platica en el parque?, tu eres especial y alguien va a amarte tal y como eres, ¿por que Bruno no sería ese alguien?... ¿lo haz pensado al menos? 

- No...   Horacio no estaba ciego Bruno era muy guapo, ¿pero?... Pensar en el como algo mas, no, eso no le había pasado por la cabeza y es que el atesoraba la nueva amistad que comenzaba a formarse con el Barman, pues realmente jamás habían tenido otra amistad tan fuerte como la que tenía con el rubio, no quería pensar en Bruno como algún amor mas que resultara en distanciamiento como el que vivía ahora mismo con el ruso.

- Bueno, es solo mi observación, si te la quieres pasar por el forro... cambiando de tema, ¿A donde saldrán?.   Quiso saber el chico cambiando el tema para no incomodar mas a su hermano.

- Pues la verdad es que no lo sé el no me dijo y papá no me dio luz verde con el cambio de descanso.   Dijo el cresta sentándose en la banca para esperar al autobús.

- No te preocupes yo me encargo del viejo decrepito ese.   Gustabo bajó del taxi y pagó.

- Solo no le insistas mucho después te dirá que no y ya sabes como suele ponerse. 

- Ya, ya no le afectaré el marca pasos, no te preocupes, okey?. Bueno bebé acabo de llegar a la comisaría tengo que colgar.

- Esta bien, por favor no exageres... Si bebé que tengas buen servicio y cuídate.

- Nos vemos perraco.

Colgaron.



El día de trabajo del rubio fue mas movido de lo que le había explicado el moreno por móvil no había tenido un momento para entrar al despacho y hablar con Conway para apelar por el descanso de Horacio.

Por fin llegó la hora de comida, Gustabo corrió al área de descanso engulló su comida lo mas rápido que pudo para salir corriendo hasta el despacho del Superintendente, abrió la puerta y solo miro como Greco estaba ordenando algunos papeles en la mesa de conferencias echándole una mirada de reproche al recién llegado.
- ¿Y el viejo? - Pregunto el rubio pasando por alto la mirada de reproche del comisario.
- Fue al cuarto de conferencias con el comisario Volkov estaban por preparar la conferencia de...- Greco fue interrumpido por el ruido de la puerta azotándose al cerrarse, Gustabo no se había quedado para escuchar las tonterías que Greco le estaba por contar.

Gustabo literalmente pateo las puertas dobles de la sala en donde se suponía que estaba el Superintendente, Conway y Volkov voltearon por el estruendo del rubio causo con las puertas.
- ¿¡PERO QUÉ COÑO TE PASA ANORMAL!? - Grito el pelinegro detrás del pódium.
- Solo quería venir a verle antes de que acabe su turno, mire que estoy dejando correr mis valiosos minutos para estar aquí. - Gustabo tomo asiento en la última fila de las sillas mirando al Superintendente de lejos.
- ¿Por qué siento que esto ya lo viví? - Conway masajeo su frente.
- Se que Horacio vino a hablar con usted hoy antes de irse. - Gustabo hablo con tranquilidad usando el nombre de su hermano como arma ante el ruso que al escuchar el nombre del peliazul borro su pequeña sonrisa y le dio la espalda escribiendo algunas cosas en la pizarra a espaldas de Conway, pero Gustabo sabía que tenia su atención no era como si Volkov pudiera dejar de escuchar lo que el platicaba con el pelinegro.
- Ya hable con Horacio del tema, ¿Qué mas quieres?, -  Conway soltó un suspiro.
- Bueno y por que no el dijo que si y ya -
- Hay cosas que tengo que revisar antes, anormal, ¿es todo? - Dijo con algo de irritación en su tono de voz.
- Vamos viejo no sea rancio y dele el día al niño, no ve que va a salir con el novio... -
- ¿¡Tu lo vas a cubrir o qué!? - El hombre comenzó a impacientarse y levanto la voz.
- Si así lo va a dejar salir con Bruno. - Gustabo elevo los hombros restándole importancia y levantándose de su asiento. - Nos veremos lo que resta de semana viejo. - Fue lo ultimo que dijo antes de salir por las puertas triunfando en su cometido, total otro día en el trabajo no lo iba a matar.
- ¡Te quiero aquí a primer hora el sábado anormal! - Grito el pelinegro esperando que el rubio lo escuchara.



VOLKOV.

Ver a García entrando por la puerta a Volkov le resultaba algo desagradable, era cierto que había llevado la "fiesta" en paz desde  su encuentro en el hospital con la Dra. Ángela, pero verlo entrar de aquella forma no le inspiró nada bueno y un escalofrío le recorrió la espalda.
La sonrisa socarrona que se instalaba en sus labios cada vez que Conway reprendía al rubio se borro cuando escucho el nombre del oficial peliazul y opto por evadirlo de su campo visual detestando no poder hacer lo mismo con su sentido auditivo.

 "Vamos viejo no sea rancio y dele el día al niño, no ve que va a salir con el novio..."

Y aquella frase le retumbo en la cabeza, dejó de poner atención a lo que el Superintendente le decía y se gano un porrazo, pues la voz de Gustabo le estaba retumbando una y otra vez.
- ¿Disculpe? - Salió de sus labios mientras masajeaba su hombro haciendo que el pelinegro se impacientara mas.
- Coño!, nada... Sal de mi vista de una vez por todas, hoy todos están mas gilipollas de lo normal, vamos vete y llévate a Greco de una vez, descansen par de... - 
Volkov observo como su jefe perdía los estribos en un segundo y se dirigió fuera de la sala, paso sus manos por el cabello y decidió salir a tomar el aire a la terraza que estaba por ahí encontrándose con el barbas recargado en la pared leyendo algunas cosas.
- ¿Haz acabado con Conway? - Dijo el castaño dándose cuenta de la llegada del ruso.
- Si... - Contesto con simpleza. 
- ¿Está todo en orden? - Se preocupo el corpulento hombre.
Volkov se limito a asentir.
- Bien... iré a dejarle estos papeles al jefe y... -
- Será mejor que usted y yo desaparezcamos de aquí, Conway esta muy molesto desde que los alumnos a nuestro cargo tuvieron rencillas con los mecánicos y bueno... esta mañana discutió con Gruas... - Dijo el ruso mirando desde lo alto como Gustabo entraba en su carro de policía recordando la breve charla, escuchando de fundo  "Vamos viejo no sea rancio y dele el día al niño, no ve que va a salir con el novio..." sintiendo como le ardían los puños.
- Ya veo, bueno, si no hay remedio... - El barbas se irguió y paso por un lado del ruso. - Hasta mañana Volkov. - 
- Espere... ¿le apetece tomar algo en mi casa? - Pregunto el peliblanco con impulso.
A Greco le tomo aquello por sorpresa pero no se negó a la invitación.

Volkov y Greco tuvieron una travesía en silencio, solo los ruidos de la ciudad hacían que el barbas no se incomodara, sabia muy dentro que algo le pasaba a su amigo pero no lo iba a forzar en hablar de lo que le estaba pasando.

- Adelante. - Volkov invito a entrar a su compañero mientras encendía las luces,
- Gracias. - Greco camino hasta la sala, se acomodó dejando caer la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos mientras escuchaba los tintineos de algunos vasos de cristal.
- ¿Vodka? - Pregunto el peliblanco.
- Lo que sea esta bien. - Dijo el barbas irguiendo su cabeza abriendo los ojos para mirar a su amigo en la barra de la cocina mientras servía el contenido alcohólico en los respectivos vasos.

Una vez sentados frente a frente con su bebida en la mano Greco se animo a hablar.
- Y bueno... - Rascó su barbilla. - ¿A que se debe la invitación? - Comenzó lento, no podía dar un paso en falso tratándose de su amigo inestable desde esa ultima charla que tuvieron.
- ¿A qué se refiere? - Pregunto el ruso despegando sus labios de la bebida que no alcanzo a tomar. - Bueno, digamos que si Moussa dice "noche de chicos", lo entiendo, pero ¿tú? - Volkov tomo con tranquilidad de su bebida entendiendo lo que Greco decía y sí, el no era de pasar una "noche de chicos" tan a menudo.
- Nada en especial, solo quería beber algo con usted. - Dijo el peliblanco sin ninguna expresión en la cara que delatará la verdadera urgencia por hablar con alguien pero no sabía como empezar sin dar a entender que quería hablar de cierto oficial con cresta y salir peleado con su amigo y compañero de trabajo.

Media hora pasó mientras los oficiales hablaban de su día y la botella en la mesa bajaba su contenido.
- ¿Entonces quedo todo bien para la conferencia de mañana? - Quiso saber el castaño.
- Bueno, a decir verdad Conway me corrió después de que García entrara a interrumpir, así que no se en que quedo, pero sé que Conway lo arreglará todo aun que pase la noche en vela. -
Contesto el peliblanco dejando su tercer vaso vacío en la mesa de centro.
- Es verdad, ¿Qué era lo que Gustabo quería? - Pregunto el barbas.
Volkov no estaba seguro de como empezar, así que se quedo callado por algunos segundos vertió mas vodka en el vaso y hablo.
- Bueno, quería abogar por el descanso de Pérez... - Tomo un largo trago y ahí fue donde Greco entendió el porque estaba ahí, Greco iba a tratar de centrar la platica en Horacio cuando el comisario frente a el hablo de nuevo.
- Tal parece que Pérez va a salir con su pareja y Conway no le había dado permiso así que García entro en su ayuda.- Greco dejo el vaso que estaba por servir y se acomodo en el sillón parece que por fin las copas habían ayudado al peliblanco a hablar, pues sus palabras salieron con cierta aspereza de los labios contrarios.
- Anda, Horacio con pareja... - Fue lo mas suave que el barbas se le ocurrió decir dejando a Volkov callado nuevamente mientras asentía sin perder el contacto visual con la bebida frente a el como si tuviera miedo de cruzar la mirada con el comisario, como si este pudiera leerle el dolor que crecía en su pecho y  escuchar la voz que vivía dentro de el la cual no dejaba de llorar desde que García abandono la sala de conferencias.
- ¿Quieres hablar de ello? - Greco pregunto con suavidad.
Volkov se irguió en el sillón, ahora estaba expuesto ante Greco Rodríguez, carraspeo para poder pasar el amargo nudo en su garganta, todo el era un caos en su cabeza.
- ¿Y de qué quiere que hable exactamente?, es la vida privada de un oficial mas, a mi que me interesa que tenga pareja o no... -  Volkov aumento el volumen de su voz conforme las palabras salían de su boca y Greco se limitó a inclinar la cabeza, Volkov se había contestado solo sin darse cuenta.
- Mira... - Greco iba a comenzar a hablar cuando el comisario con cabellos blancos se puso de pie de un salto y lo interrumpió. 
- Es... Es tarde, es mejor que se valla... - Volkov apunto la puerta de la entrada, estaba irritado y no tenia ganas de hablar mas del asunto con el castaño, su cometido había fallado, no pudo hablarlo sin irritarse otra vez.
Por su parte Greco soltó un suspiro, ¿tan malo era darse cuenta que el también tenia sentimientos por Horacio?, pero si... al parecer a Viktor Volkov le faltaba coraje para entenderse a sí mismo.
Greco se puso de pie en silencio, camino hasta la puerta y tomo el pomo abriendo la puerta pero antes de irse volteo a ver al comisario y le dijo. 
- Espero que algún día te des cuenta de lo que pasa y no sea demasiado tarde. - Observo como el rostro del contrario se ensombrecía pero no dejaba de apuntar la salida con su índice, Greco negó con una sonrisa ladina y se fue por donde había llegado.




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Hola, hola!🤩
Otra vez me tardé 😞😞 ¡LO SIENTO!, pero es que cuando no salen las palabras, no salen 😞 y prefiero tardar a traerles cualquier cosa.

Ya he visto varios comentarios de Brunacio😍 y me ENCANTA la acogida que le dieron tanto a nuestra Doctora Ángel como a nuestro Barman💗💗 
MUCHAS GRACIAS por el apoyo que le dan a los caps💗 me dan mucha alegría sus comentarios que es verdad que no me he puesto a responder por ahí pero si tengo tiempito en la tarde andaré por comentarios :3 

En fin, tengo las ideas para los siguientes caps es solo de aterrizarlos y bueno, creo que se vendrán vivencias de Vietnam 👀 ahí lo dejo 💁‍♀️💁‍♀️

Nos leemos pronto! 
Les mando un beso y un abrazo virtual💖 cuídense mucho y no se olviden de tomar su awa de uwu😘😘



Le toca a él...  VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora