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El día de diversiones aún no llegaba a su fin, después de pasar un tiempo buscando a la hermana del pequeño Miguel concordaron en subirse a una atracción mas antes de volver a sus casas.
- ¿A donde te aparece ir? - Pregunto el pelinegro parado a un lado del crestas que veía cada una de las opciones que la feria tenía, Horacio se tomo unos segundos para sopesar su respuesta para después girar su cabeza hacía el pelinegro y responderle con una gran sonrisa.
- Vamos a la rueda de la fortuna, ¿si? - Bruno asintió con una pequeña sonrisa en sus labios y comenzaron a caminar entre las gentes de el lugar.

-Bueno, nos toca esperar. - Dijo Bruno instalándose en la fila tras del crestas.
- Espero que no tarde mucho, quiero ver el mar antes de que el sol se ponga, debe de ser una vista bellísima. - Horacio miraba por encima de las cabezas de la gente hasta donde el mar jugaba con calma sin saber que el corazón del chico de atrás era derretido por la ilusión que el desbordaba por una cosa tan sencilla tiñendo sus pómulos de un rosa tenue que escondió agachando la cabeza.

Tanto Horacio como Bruno subieron en el mismo compartimento cuando su turno llego, se sentaron frente a frente y el pelinegro supo desde muy dentro de el que era el momento para comenzar a abrirle su corazón.
Horacio observaba hacia el mar en silencio conforme la enorme rueda giraba para dejar entrar a mas gente en los otros compartimentos, Bruno lo observaba con las manos apretadas para infundirse valor a si mismo, soltó un lánguido suspiro, se acomodo en el asiento y hablo.
- Horacio... - El de crestas aparto la mirada del gran azul y la poso en el joven que parecía algo preocupado.
- ¿Estas bien Bruno?, ¿le tienes miedo a las alturas? - Se apuro a decir el peli azul dejando al chico con las palabras en la boca.
Bruno se limito a toser y negar para dejar de comportarse de esa manera y preocupar al policía.
- Estoy bien Horacio, es solo que tenía una pregunta que hacerte. - El barman soltó sin mas dudas en su cabeza.
- Claro, pregúntame lo que quieras. - Dijo el chico sonriendo para animarle a seguir.
- ¿Estas enamorado de alguien? - Bruno pregunto con seguridad pero aparto la mirada al mar esperando que la respuesta de Horacio fue se un "si", su corazón latía con mucha fuerza pues con lo cercanos que se habían vuelto y después de la platica con Ángela sintió que hoy era el momento adecuado para expresarle lo que sentía por el.
- Bueno... - Horacio suspiro. - Creo que habíamos hablado algo de esto después de comer en el restaurante hace tiempo. -
Bruno seguía un poco nervioso en su asiento pero no aparto la mirada del mar.
- Si... es verdad, pero recuerdo que nos desviamos de el tema también. - Respondió el pelinegro con perspicacia.
- No te lo puedo ocultar... - Contesto el crestas después de unos segundos, Bruno sintió brincar su corazón y llevo su mirada hacia el frente donde miro a un Horacio con una sonrisa ladina y su mirada en el horizonte.
- Estoy perdidamente enamorado... - Al crestas se le iluminaron los ojos y Bruno sintió como sus oídos silaban por el viento que comenzó a azotarles las cara pues estaban en el punto mas alto de la atracción.
- Viktor Volkov, ese es el hombre de quien estoy perdidamente enamorado. -  Horacio observaba la puesta de sol con los ojos llenos de brillo por la respuesta tan pura y cierta que había salido de sus labios sin percatarse de que el pelinegro frente a el lo observaba mientras su mirada de esperanza decrecía lentamente y ahí fue cuando las palabras de Ángela cobraban sentido "Quiero que sepas por mi que no estoy en contra de que surja algo mas entre ambos, pero... Sé que llegará el día en que Horacio se abra mas a ti y ahí entenderás el por que de estas preguntas.".
Ángela estaba al tanto de que Horacio estaba enamorado de ese tal Viktor Volkov y no quería que el saliera herido justo como ahora se sentía.
- Vik... ¿Viktor Volkov? - Salió de sus labios como trago amargo.
- Si... Es es comisario de donde trabajo... fue amor a primera vista, ¿sabes? - Horacio soltó un suspiro cual adolescente enamorado. - Aún que solo fue de mi parte... - El crestas miro hacia el frente para mirar al pelinegro que le apartó la mirada de inmediato.
- ¿A si? - Fue lo único que pudo salir de los labios contrarios.
- Si... me equivoque al decirle lo mucho que me gustaba, el no me acepto y bueno yo salí huyendo de ahí... No quise luchar mas, y aunque las cosas no han pintado nada bien desde que regrese al cuerpo y he tratado de sacarlo de mi pecho y mente la verdad es que no lo logro, y cuando siento que comienzo a olvidarle solo con escuchar su voz mi corazón vuelve a latir con la misma intensidad como cuando le vi. - Dijo el chico de la cresta sonriendo a medias.
- Ya veo... - Dijo el pelinegro.
Ambos se quedaron en silencio observando el mar mientras el sol se ponía.
Horacio reviviendo los recuerdos que tenia con su comisario antes de la tragedia y Bruno con el corazón medio partido pensando que ese "si" sería un "Si, Bruno, estoy enamorado de ti" pero, no, no fue así.

Una vez abajo de la atracción ambos caminaron hasta la motocicleta aparcada por ahí.
- ¿Esta todo en orden?- Pregunto el crestas parándose en seco mirando la espalda del pelinegro quien siguió su camino para comenzar a abrir las alforjas.
- Si, todo bien. - Dijo con la voz mas animada que pudo fingir.
- ¿Seguro? - Horacio camino para poder sentarse en la moto y mirar al chico de frente.
- ¿Dije algo malo? - Pregunto con preocupación el crestas tratando de encontrarse con la mirada del Barman.
- Yo... - Bruno iba a responder cuando sintió que su mentón era tomado por unos finos dedos y ahí frente a el estaba la mirada llena de preocupación del oficial.
- Bruno si hice algo que te enojara perdóname ... - Horacio no sabia que decirle, no aguantaba esa barrera que sintió que crecía entre los dos desde que bajaron de la rueda de la fortuna.
Bruno lo observo en silencio y si bien estaba triste por no poder tener el afecto de aquel hombre sabia muy en su interior que no debía de portarse tan infantil, que no todo estaba perdido pues tenia la amistad de quien quería en silencio y eso ya era un punto a su favor.
- No te disculpes hombre, solo me puse algo sentimental con el tema. - Dijo el pelinegro tomando la mano del contrario sintiendo como las chispas recorrían su cuerpo y lo hacían sonreír.
- ¿Sentimental? - Pregunto el joven. - ¿Estas enamorado de alguien? - Sus ojos marrones se abrieron como platos sonriéndole genuinamente al contrario. Bruno por su parte soltó una risa como si de un mal chiste se tratara "Eres muy despistado oficial..." Dijo para sus adentros.
- Si, lo estoy. - Dijo el pelinegro olvidándose un momento de el tema de Viktor y le devolvió la sonrisa haciendo que sus ojos brillaran como de costumbre como cada vez que miraban al crestas acercarse.
Horacio le apretó la mano que aun mantenían unida por la emoción que sintió.
- ¿Cómo se llama?, ¿lo conozco?... ¿Es alguien de tu trabajo? - Quiso saber.
Bruno sonrió ladino y le soltó la mano con gentileza.
- Aun no es tiempo de que lo sepas Horacio, aun no... - Le colocó el casco al joven oficial mientras este hacia morros.
- Vamos Bruno si lo conozco no se lo diré, ¿siii? -  Suplico el crestas.
- Cuando sea el momento serás el primero en saber de quien se trata, ¿puedes esperar? - Le dijo Bruno guiñándole.
Horacio asintió dándose por vencido montándose en la moto tras el pelinegro.
- Se que quien sea seguramente es una persona buena, así como tu lo eres Bruno. - Dijo el chico aferrándose a los costados de la moto sin poder ver la gran sonrisa que dibujaba el barman arrancando la moto. Si bien había sufrido la desilusión de no ser el quien tuviera el corazón del peliazul y que quizá le habían roto un poco el corazón en esa noche, bien sabía que él no era ese tal Viktor Volkov que rechazo con indiferencia los sentimientos de ese hombre tan especial, no el era Bruno Villaseñor y estaba convencido en conquistar y luchar si o sí a Horacio Pérez.


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No se preocupen por el corazón de Bruno, este chico es fuerte y terco, luchará por el Brunacio ya lo verán♥
Les mando un abrazo virtual y un beso! Nos leemos pronto♥

Cuídense mucho y tomen su awa de uwu♥




Le toca a él...  VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora