El reloj marcaba las 5:00 en la comisaría de Los Santos, la tarde era apacible y no había mucho ajetreo dentro del recinto, dos comisarios arreglaban papeles en la recepción sin muchas palabras que cruzar, habían tenido días sin descanso y ahora estaban tomando un ligero respiro arreglando papeles de denuncias disfrutando del silencio instalado.
La puerta de la comisaría se abrió dejando entrar un poco de aire cálido y arrastrando con él un perfume dulce, los hombres dejaron de hacer su papeleo para voltear hacia donde una mujer caminaba haciendo eco con sus tacones. Greco se adelantó brindándole una sonrisa amistosa dejando a Volkov recargado en la pared con varios folders en sus manos. - Buenas tardes caballeros. - Dijo la mujer quitándose los lentes de sol poniéndolos sobre su cabeza mientras sonreía. - Buenas tardes Doctora. - respondió Greco echándole un vistazo a la bata de la recién llegada, mientras el ruso se limitó a una pequeña reverencia, él sabía quién era ella, la última vez la vio con Horacio en la recepción donde ellos vivían y no tenía ganas de cruzar palabras con la mujer por alguna razón que le taladraba la cabeza. - ¿En qué le podemos ayudar? - Hablo nuevamente el barbas. - Vine a ver al oficial García - Greco asintió con algo de curiosidad. - Ya veo, puede esperarlo en las sillas si gusta Doctora, no creo que tarde en venir, su hora de comida está por caer. - La mujer le asintió al comisario y fue a sentarse para esperar al rubio. - Gracias muy amable, una cosa comisario, Horacio me ha pedido que lo saludé de su parte. - Ambos hombres miraron a Ángela una vez que escucharon el nombre del crestas pero Volkov volvió a lo suyo cuando observo que la mujer miraba a Greco y no a él.
Después de un momento Greco ya estaba en plena conversación amistosa con la mujer hablando de trabajo y del chico en cuestión mientras Volkov recitaba palabras en ruso por lo bajo arrugando papeles sin razón alguna.
La puerta del despacho de Conway se abrió y salió el rubio en busca de la mujer, se le veía muy contento y su sonrisa lo delataba. - Doctora, perdón por la espera, pero el viejo decrépito no se apuraba en dejarme salir. - dijo caminado hacia ellos, Greco soltó una risa al escuchar el insulto "amistoso" para su jefe y la mujer se tapó la boca escondiendo una sonrisa. - Pero no le digas así cielo - Lo regaño haciendo que le joven ya a su lado soltará una risa. - Bueno, los dejo, un gusto saludarla Doctora. - el barbas se despidió de la mujer cediéndole el asiento al chico Gustabo se sentó a su lado y espero a que ella hablara, pero la doctora puso una bolsa que cargaba en el regazo del chico, Gustabo la miro extrañado pensó que hablarían de Horacio, pues faltaban escasos días para quitarle el aparato de fijación de la pierna. - ¿Y esto? - pregunto el chico hurgando en la bolsa. - Me tome la libertad de preparar la comida para ti en la tarde - Aclaró la mujer sonriéndole al chico, este la volteo a ver con el rostro iluminado y algo de rubor en sus mejillas, jamás alguien que no fuera su hermano se había preocupado por hacerle comer bien y ahora estaba sentado a un lado de alguien que lo hacía por que sí, porque le nacía y no por que se tratara de Horacio, se trataba de él y solamente de él. - Anda cielo, ve a comer, espero que te guste. - el rubio no supo que decir en ese momento, solo sintió como un calor emanaba de su pecho haciéndole ensanchar la sonrisa dejando ver su blanca dentadura. - Yo... Esto... Gracias Doctora.- Hablo por fin, la doctora meneo la mano restándole importancia le dio un beso en la mejilla como despedida dejándolo ahí en la silla mirando la bolsa con comida solo para él.
Gustabo no salió de su estupor y Greco fue quien le abrió la puerta a la mujer para dejarla salir y acompañarla a las escaleras. - Sabe, no me tomé por entrometido... Pero jamás había visto sonreír así a García. - La doctora le sonrió al comisario mientras caminaban juntos al estacionamiento.
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Gustabo y Conway no dejaban de dar vueltas en el pasillo bajo la mirada de un par de personas que se encontraban sentadas en las sillas mientras los hombres comenzaban a impacientarse más con cada vuelta de la manecilla del reloj en la pared blanca del hospital. Después de media hora Covarrubias había salido del cuarto en dónde estaba Horacio, hoy le quitarían su aparato y podría comenzar a caminar ayudado de vez en cuando de muletas los próximos días para no cargarle todo el tiempo el peso a su pierna y poder regresar a trabaja en una o dos semanas más. - ¿Cómo está?, ¿Salió bien? - pregunto Gustabo levantándose de la silla pues se había rendido de caminar en el pasillo sin tener éxito de calmarse. - Tranquilo no fue una cirugía, todo está bien, no tuvimos infecciones y el hueso a soldado a la perfección, pero aun así hay que continuar en observación un par de semanas más. - Conway palmeo el hombro de Gustabo la angustia ya había pasado.
- Gracias Doctora. - Dijo el pelinegro. - Gracias a ustedes por cuidarlo. - Les sonrió a los hombres dejándolos entrar a ver al chico.
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-Adelante. - Volkov entro en la oficina de su jefe cerrando la puerta tras de él llevando unos cuantos folders de denuncias arregladas y listas para que el superintendente las revisara, pero el ruso observo que el superior estaba arreglando su escritorio dando señales de que estaba por irse. - Deja los informes en la mesa de reuniones, mañana los revisaré. - le dijo regresando su mira a los papeles que ordenaba en su escritorio. - ¿Se va ya? - pregunto el comisario conduciéndose hacia la mesa de la izquierda y dejando los folders. - Si... - le contesto vagamente aún ocupado en lo suyo, Volkov iba a formular nuevamente una pregunta, pero la puerta de la oficina se abrió, el ruso miro como Gustabo entraba con ropa de civil girando unas llaves en su dedo índice. - Pero que lento se vuelve uno con los años. - Bufó cerrando la puerta tras él, Conway se limitó a gruñir sin despegar la vista de unos documentos que firmaba, Gustabo alzo ambas cejas saludando al comisario mientras tomaba asiento en la silla de siempre, este meneo leve la cabeza devolviéndole el seco saludo al rubio sin moverse de su sitio. - Vamos, vamos que si yo soy impaciente...- su teléfono sonó en el bolsillo del pantalón haciéndolo acallar para buscarlo.- Si, dime...
- Ya vamos, ya vamos, el viejo que no pone de su parte. - Si, si, ¿de que la quieres? - va, te la compro de pasada. - ¿Bolsas negras?, Si, si las llevo... - Pero que pesado Horacio... Las llevo conmigo, la doctora paso a la casa a dejarlas... - Ya, te vemos en un rato.
Colgó el teléfono.
- Era Horacio, que si lo dejamos plantado, ja!- río mientras veía al ruso y señalaba el móvil en su otra mano, Volkov lo miro con su cara inexpresiva como de costumbre, el solo quería hundir su dedo en la "llaga" - ¿Necesita algo más? - hablo el superintendente levantándose del escritorio, Gustabo dirigió su mirada hacia el negando. - No, solo nos encargó un helado de grosella. - se encogió de hombros. - Bien, vamos. - se acomodó los lentes comenzando a caminar hacia la puerta de la oficina junto con Gustabo. - Tu y Greco manejen la malla, estoy aquí en cuanto termine de ayudar a Horacio con la mudanza. - El ruso ladeo su cabeza algo extrañado, ¿Horacio estaba por dejar el edificio?... ¿Qué tenía que ver Ángela?... - ¿Entendiste? - pregunto el superior sacando de sus pensamientos al comisario. - 10... 10-4 - titubeó y Gustabo se dio cuenta de ello, Conway salió de la oficina y el rubio pintó una sonrisa pequeña en sus labios. - Así es... Lo dejas cojo y ahora sin casa, ¿Qué cosas no? Ah... Sin olvidar que le partiste el corazón, pero, ¿Qué se le va a hacer, no?, Buen servicio comisario. - le guiño alzando los hombros, tomo el pomo de la puerta y salió del despacho dejando a Volkov con un malestar en el pecho punzándole incluso más que desde aquel día que vio al crestas en la recepción acompañado de una mujer.
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Hola! Creo que por fin puedo volver, me quedan 3 días pesados pero tenia ganas de publicar algo :3 espero que no se les haga muy corto pero por lo general los caps son de 1,500 palabras y disfrute escribir la parte final jaja!
No quise darle mucho plus a la parte del hospital, solo me centre en los sentimientos de Conway y Gustabo, espero que estén de acuerdo.
La próxima parte comenzaremos con el punto de vista de Volkov :B
Gracias por todo♥
Nos leemos pronto! cuídense mucho y coman bien♥