Aquella noche después de una sesión de mimos en el cabello del peliazul por parte de la Doctora termino en la grandiosa idea de compartir casa con ambos oficiales, Horacio comenzaría a ofrecer el piso en renta con conocidos para irse lo mas pronto posible a lado de la castaña y su hermano, estaba muy feliz por la decisión que entre los tres habían acordado ser la mas buena para el comienzo de su pequeña familia que siempre había querido, pero una ilusión mas saltaba en la cabeza del menor.
- ¿Crees que papu dejaría su piso por venir a vivir con nosotros también? - Dijo el chico levantándose del regazo de la mujer.
Gustabo por su parte lo observo de manera critica pues pensaba que era una broma.
- ¿Estas de coña?. - El rubio saco una risa mecánica que fue apagada en cuanto miro el brillo en los ojos del crestas, Ángela se dedico a verles a ambos en silencio con una sonrisa ladina.
- Yo... pues... - El crestas jugaba con sus pulgares agachando la mirada. - ¿Dónde ve a dormir el viejo verde? - Dijo Gustabo mirando a su hermano. - Yo le haría un espacio en mi cama... es grande...- La ingenuidad del crestas hizo soltar una pequeña risa a la mujer y le pellizco la mejilla.
- Se que por ti dormirías en el suelo con tal de ver a Jack aquí cariño, pero dudo que el este de acuerdo en ello, por mi parte no tendría problema, pero debes de entender que hay personas que les gusta llegar al trabajo y tener su soledad, ¿comprendes? - La mujer elevo el mentón del chico con el pulgar y ambos se sonrieron.
- Lo entiendo. - Dijo el crestas mas animado. - ¿Tu como no sabes si al viejo le gusta estar desnudo por casa?, imagina que la doctora regrese de su jornada y ve a un viejo verde desnudo en su sofá ... - El silencio se instalo en la sala, para después ser roto por las risas de los tres.
- Buenas nocheeeeees! - Grito Horacio abriendo la puerta de su ahora habitación.
- Que descanses cariño. - La mujer le dio un beso en la mejilla para caminar hasta su habitación.
- Ya duérmete! - Le grito Gustabo desde la cocina mientras se servía un vaso con agua.
Horacio se encamino al baño para lavarse los dientes y puso un poco de música en el móvil desde YouTube mientras hacia caras en el espejo y buscaba su crema para quitarse el maquillaje de los ojos, ese día sin dudas lo había marcado en el pecho con cosas buenas, como cada vez que estaba cercas de la mujer que se había convertido en una madre para el, se sentía menos roto y sentía que todo lo podía si al llegar a casa tenia la certeza de que alguien lo iba a estar esperando con los brazos abiertos y no es que no le gustara la idea de llegar y ver a su hermano en el sofá, pero esto era diferente, ahora serían como una familia de verdad.
El peliazul se metió bajo la sabana y dejo su móvil bajo la almohada, un gran suspiro salio que lo hizo sonreír y cerro los ojos, pero los minutos pasaron y el chico no pudo conciliar el sueño, se movió un poco y sintió como bajo su almohada el móvil vibraba, lo tomo y encendió la pantalla tenia una mensaje sin leer.
- ¿Estas despierto?
Horacio abrió un poco mas los ojos cuando leyó quien le mandaba el mensaje, se trataba de Bruno, titubeo un poco entrando y saliendo de la aplicación pues pensó en que era muy tarde para responderle. -Pero el me acaba de mandar el mensaje... - Dijo para sí el crestas negando.
- Quizá acaba de llegar a casa...- volvió a hablarse a si mismo para leer de nuevo el mensaje en la pantalla y comenzar a responderle.
- Hola!, si, ¿paso algo?
Escribió el chico esperando el mensaje del pelinegro, esperando que todo estuviera bien.
- Menos mal, no quería despertarte.
No, nada, todo está bien, solo quería saber de tu día, hoy no tuve mucho tiempo libre para mensajearte.
Horacio sonrió, Bruno comenzaba a mandarle mensajes de vez en cuando preguntándole como estaba y si había comido algo y el atesoraba el gesto.
- No descuida tengo unos minutos que me acabo de meter a la cama.
Mando el crestas, se quedo observando la pantalla del móvil para leer el próximo mensaje del pelinegro, pero no ocurrió, en su lugar el celular comenzó a vibrar y la pantalla a parpadear.