Destellos de Luna

Capítulo I: Milenio de Plata

Su mirada fija en el firmamento, el cielo lleno de estrellas que ella deseaba tocar, alzó sus brazos hacia el cielo recibiendo en sus manos una pequeña pluma de luz, al recibir aquella calidez recorrer su espíritu deambulante fue rodeada por un inmenso poder que la acogía como en un abrazo, para ella eso era imposible pues hace casi mil años murió y  sólo su alma vagaba por los pasillos en ruinas del que una vez fue su hogar, observó sus manos recobrar el color, el palpitar de su corazón en su pecho, solo una persona podía hacer algo así sin usar el cristal de plata. Cerró los ojos al ver la fuerte luz en el cielo que estalló sobre las ruinas del lugar, el sonido del agua caer provocó un escalofrío en su cuerpo.

Al abrir sus ojos se encontró casi en un sueño, su hogar había sido reconstruido sin motivos, con miedo se dejó caer al suelo, la hierba crecía a sus pies como en el pasado.

— ¿Qué significa esto? — La reina Serenity miro con asombro y miedo todo frente a ella, la fuente del jardín rodeada de flores, las columnas brillando como si una estrella viviera en ellas. Temblando del miedo y la sorpresa del momento optó por levantarse y buscar una respuesta.

"Serenity" — Detuvo su andar al oír la voz que le hablaba en sus pensamientos, el aire frío atravesó el pasillo que llevaba a su estudio privado, al final unas sombras se reunían impidiendo su paso. Una pelota rosa rodo hacía sus pies, las pequeñas estrellas y lunas pintadas en ella le causaron nostalgia, deseaba llorar.

— Tú no puedes estar aquí. — Levantó el esférico, este simplemente desapareció en sus manos. — ¿Qué está pasando?

"El futuro es una maldición creada por la codicia, violaron las reglas y pronto volverá. La princesa peligra"

— ¿El futuro? Nadie puede conocer el futuro ni viajar a el, es tabú, Sailor plut no dejaría que eso pa...— Un golpe le hizo callar, aquel ser frente a ella golpeo la puerta a su izquierda con furia. — Ella no lo haría.

"Serenity, una vez más has confiado demasiado." — La oscuridad desapareció dejándole ver la puerta de su estudio, recosto su cuerpo de la pared cercana mirando hacia la tierra, su hija peligraba, plut o alguien más había roto las reglas creadas por uno de los dioses más peligrosos del universo.

— Sailor Plut...— Su voz era apenas un susurro. Tenía miedo, después de muchos siglos sentía miedo. Entonces como si se tratará de una película a su mente vino una imagen, una niña pelirosa de ojos carmesí había atravesado las puertas del tiempo con una de las llaves prohibidas, su nieta, la pequeña dama de Tokio de Cristal.

No le quedó más remedio que correr hacia la parte más profunda del castillo donde una puerta sumida entre la niebla era oculta para todos los que allí una vez vivieron, custodiadas por una guardiana solitaria que tenía prohibido abandonar su lugar esa era su orden y misión, cuidar las puertas del tiempo creadas por Chronos.

— No puede ser...— Las puertas habían sido destruidas, la neblina cubría el pasillo, dándose valor atravesó hacia el interior, la puerta del tiempo permanecía cerrada sin embargo tendida en el suelo estaba la guardiana que ella misma llevo a ese lugar, había perdido su transformación, su piel estaba pálida, usaba su vestido negro de la corte real, el cetro de granate no se encontraba. Tomo la mano de la guardiana tomando su pulso, pero el palpitar de su corazón había desaparecido, sailor plut estaba muerta.

— Mi querida Setsuna...— Rompió a llorar abrazando el cuerpo de la joven. Sólo una duda cruzaba su mente; ¿Quién era la mujer que se hacía llamar Sailor plut? Una fuerte risa atravesó el lugar, miró a todos lados pero nadie estaba con ella, sólo era un eco que atravesó la línea del espacio y el tiempo.

— Serenity, hija mía tengo que prevenirlos. — Necesitaba hablar con sus guardianas, pero el peligro de que el enemigo supiera la verdad, que ella tenía conocimiento de la usurpación traería más consecuencias negativas, necesitaba ayuda y sólo una persona podría dársela, sólo aquel que se atrevio en un pasado a enfrentarlo todo por amor.

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Hola, gracias por comentar y leer esta historia, hasta acá el capítulo 1.

El siguiente capítulo será: Noches.