Capítulo 43: Blacklady

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Inframundo

Chronos se acercaba con ayuda de sus caballeros a las puertas del inframundo un gran perro de tres cabezas las custodiaba, al sentir su presencia se levantó gruñendo. Hades se situó frente a la bestia alzando su hoz, el animal retrocedió mirando a su antiguo amo. Thanos se situo junto a Chronos y ambos empujaron la puerta abriéndola, el crujir de las bisagras fue el único sonido en aquel lugar nebuloso, armandose de valor todos cruzaron la puerta encontrándose con un sitio lleno de grandes riscos, rodeado de montañas altas, varios truenos se escuchaban a la lejanía, los rayos caían desde el cielo cubierto de niebla. Todos centraron su mirada en la gran puerta de color blanco en medio del risco.

Seiya sintió miedo al verla, después de todo él había muerto luego de haber ido allí en el pasado, todos los titanes habían perdido más de la mitad de su poder en la creación y sello de Caos, Yaten le dio un ligero golpe en su hombro sacandolo de sus pensamientos, agradeció que esa vez todos estuvieran luchando por un mismo fin y no por separado. Haru hizo aparecer su llave al igual que los demás, las cinco flotaban en medio del risco causando ligeros temblores en la tierra, algunas rocas caían volviendo peligrosa la estadía en aquel lugar, Chronos apareció un cetro ante la atenta mirada de sus caballeros, era de un color plata, en su base brillaba una joya de granate  púrpura, una cobra de plata la envolvia, las llaves giraban en torno al báculo brillando fuertemente.

— Yo, Chronos padre del tiempo te ordenó  señor de los cielos muestres la puerta del silencio. — El suelo comenzó abrirse bajo los pies del rey, los titanes recibieron nuevamente las llaves en sus manos, la puerta frente a ellos comenzó agrietarse hasta que los pedazos fueron cayendo uno a uno dejando visible una nueva puerta, en ella había cinco ranuras para colocar las llaves del tiempo. Seiya se acercó introduciendo su llave, una línea de luz subió hasta el centro formando un reloj de arena, Haru y Yaten hicieron lo mismo, la luz de sus llaves rodeaba el reloj, Taiki miró una última vez la llave en sus manos antes de introducirla, la luz que se formo de ella dibujo en la puerta el símbolo de cada planeta. Arger era el último en introducir su llave, pero la risa de una mujer lo hizo detenerse.

Rini había aparecido frente a ellos, en sus brazos traía  el cuerpo de la princesa del futuro, Usagi se encontraba inconscientejría pensar que no era ella, sin embargo la luz de esa niña era fácil de identificar.

— Mientras las Sailor Scout luchan con una ilusión, ven morir a sus amigas en ella, yo cruce el tiempo buscando la única arma que impedirá uses la llave. — La pelirosa acarició las mejillas de la niña con su nariz. — La princesa del futuro y la amante de Thanos.

— ¡Liberala! — Seiya quería ir por su hija, pero Chronos lo impidió ninguno de ellos podía abandonar su posición ante la puerta o esta desaparecería con las llaves.

— Te daré mi llave si dejas ir a Usagi. — Arger bajo la cabeza, se sentía enojado, frustrado frente aquella mujer. — No le hagas daño.

— Eres patético. Mi madre siempre hablo del amor y su fuerza, pero sólo sirve para hundir a los más fuertes. — Se dejó caer sobre el suelo. —  Prometo no dañarlos, al menos no mucho.

— ¡Arcoiris estelar! — Todos buscaron con la mirada al causante de aquel ataque,  Rini trató de cubrirse, Arger aprovechó su descuido para derribarla y tomar a  Usagi. — No permitiré que sigas causando daño, soy una sailor scout que lucha por el amor y la justicia, soy Sailor Cosmos y te castigare en el nombre de la luna.

— Así que pasaste la prueba...— Rini se levantó del suelo, observó a las sailor detrás de Serena. — Las sacaste de la ilusión. — Una sonrisa cruzó el rostro de blacklady al ver la expresión triste de Serena. — Aún me vez como una niña, como tu hija. Eso causó la muerte de todos en una dimensión.

— Basta Rini. — Endimion trató de acercarse pero Sailor Mars lo detuvo. — Rindete.

— papá ayúdame. — La seriedad en el príncipe se borro al oír la dulce voz de su hija. Sin embargo al verla sonreír desistió de la idea de que su hija estuviera aún allí. — Príncipe estúpido. Ahora todos morirán.

— Deben darnos tiempo de abrir la puerta, detengan a Blacklady lo más que puedan. — Ordenó Chronos, Arger entregó a Usagi con mercury. Serena alzó su báculo atacando a la joven que una vez pensó era su hija, y aunque hubiese nacido de su vientre aquella niña siempre la rechazo, ahora entendía el porque no podía sentir por ella el mismo cariño que Chibi-Chibi le transmitía. Ambas se atacaban sin detenerse, Mars lanzó su ataque pero fue reenviado por el báculo de Blacklady dejándola herida, era la primera vez que sentía uno de sus ataques golpearla.

— ¡Maremoto de Neptuno! — Rini salto esquivando su ataque, este dio contra uno de los riscos causando que las piedras se desprendieran. Amy cargo a Usagi huyendo del derrumbe. Parecía que en ese momento todo se definiría de una u otra forma.

Sailor Galaxia atacó a Rini por la espalda usando su espada, antes de poder tocarla desapareció y sólo pequeñas hebras de su cabello cayeron por causa del filo de su arma.

— Vamos madre, acaso no piensas venir por mí. —  Serena apretó con fuerza su báculo, sabía que debía atacarla y eliminarla pero aún podía ver a la niña con la que muchas veces compartió, sus pensamientos eran contradictorios en ese instante.

— ¡Hojas de roble de Júpiter! — El ataque de la guardiana dio de lleno en la espalda de Blacklady haciéndola caer. La furia era el reflejo de su mirada. Alzó su mano hacia ella y sin decir una sola palabra un destello oscuro rodeo a Lita dejándola inconsciente.

— ¡Lita! — Cosmos miró con horror como un chasquido de los dedos de Rini dejaba a sus amigas inconsciente. Galaxia se acercó a ella tomando con fuerza su báculo. Sus ojos se encontraron.

— ¡Si no haces nada todos morirán! — La rubia cayó en brazos de Serena al recibir un ataque de Rini. — No dudes...

Cerró los ojos al ver cómo  Blacklady se acercaba a ella, quién aún sostenía el cuerpo herido de Galaxia, la pelirosa cargaba la hoz de Hotaru. Quería ser fuerte y poder luchar como sus amigas le pedían, pero sentía miedo de hacerlo.

— ¡Bombón! — La voz de Seiya le hizo mirarlo, él le sonreía. — confiamos en ti.

No había vuelta atrás en ese momento, debía decidir sobre el destino.

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Gracias por leer, el siguiente capítulo: Decisión, la puerta del silencio.

________Adelantó________

— ¡Serena! — Trate por todos los medios de atraparla, de impedir que sufriera ese destino que pasamos esa vez ante Eris, pero sólo pude sentir el toque de sus dedos mientras todo se desvanecia.

— Seiya. — Mi nombre dicho por sus labios era lo último que grababa mi corazón.

Destellos de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora