Miró una vez más a Chronos, este abrió la puerta del tiempo para él, no recordaba cómo había logrado llegar hasta allí, sólo se dejo llevar bajo la lluvia después de una fuerte discusión por la desaparición de Usagi, recordaba el dolor en la mirada de su bombón, la decepción en Artemisa por no haber podido proteger aquella niña que confió en él, nunca antes se había llegado a sentir tan miserable. Ahora estaba decidido a ir por ella, miró la llave en sus manos, aún parpadeaba como un radar guiandolo hacía aquella puerta enigmática. Chronos le permitía ir por ella, aunque su ida estaba llena de riesgos, iría a un futuro desconocido para todos, el futuro donde su bombón tenía una bella niña que por su descuido fue atrapada.
- Es hora, ya has cruzado pero esta vez no será como en ese momento. - Asintió, ajustó su máscara a su rostro. Sintió la mano de Chronos sobre su cabeza, aún le trataba como un chiquillo. - Seiya, eres uno de mis titanes más poderosos, se que en el pasado te sacrifique para crear esa prisión, es por eso que me siento en deuda.
Asintió. Salto al interior de la puerta, se dejó envolver por el frío, la llave brillo con más intensidad apuntando al frente, quería ser lo más fuerte que podía por ella, como Chronos le explicó, el futuro no es lo que piensas, esa vez no habían enemigos a su alrededor que irían a detenerlo como en el pasado, todo estaba rodeado de silencio, aunque muchos rayos caían a su alrededor nada se oía, el tiempo dentro era un caos a causa de lo hecho por Rini en el pasado, tantas dimensiones y posibilidades fueron creadas a raíz de su capricho, a raíz del nacimiento de Caos y la muerte de la verdadera Sailor Plut.
Corrió por el pasillo siguiendo el destello de luz que se abría paso a la lejanía, aquella era la salida que buscaba, pronto estaría en el siglo XXX.
- Espera Usagi. - Guardo la llave entre sus ropas antes de cruzar la última puerta. Al otro lado la luna se veía más grande de lo que podía recordar, el cielo estaba libre de estrellas, la ciudad encendía sus luces nocturnas, frente a él un gran palacio rodeado de torres de cristal, debía ir allí como Chronos le pidió, tenía que entrar sin ser visto y hablar con la reina.
- ¿Quién eres? - Se detuvo al oír su voz, dió una vuelta con sus manos alzadas, aquel soldado le hacía la tarea más fácil. - imposible...
No entendió a lo que se refería, el joven le veía con sorpresa era como si estuviera viendo un fantasma.
- Necesito ver a la reina. - Todos conocían la historia del titán Apolo, de su papel ante la batalla contra Caos hace algunos años. Sin embargo todos sabían que él había muerto en esa batalla y fue gracias a su sacrificio que podían vivir en una relativa paz. El Guardia le apunto con su lanza obligándole a caminar. - No soy un enemigo sólo quiero ver a la reina.
- Es imposible que usted esté vivo. - Eso le cayó como un balde de agua fría. - Si es un enemigo el señor Arger se encargará de usted.
Sólo suspiró sintiéndose un completo idiota por permitir ser atrapado tan fácil, se limitó a dejarse guiar hasta el palacio, no podía imaginar todos los sucesos que se dieron para llegar al punto de formar ese reino, su mirada se volvió triste al pensar en todo lo que Serena y Usagi pasaron por él morir en batalla. Antes de poder acceder al castillo una imagen le helo, Endimion salía del palacio.
- Su alteza. - El guardia hizo una reverencia, empujó a Seiya frente al rey. Endimion no sabía que decir.
- ¿Dónde encontraste a este hombre? - Seiya desvío la mirada al ver su rostro.
- Estaba en los límites que dan al templo del tiempo. - El rey asintió, le pidió retirarse pues él se haría cargo de todo.
- Sí estás aquí es porque algo ocurrió y nos compete. - Asintió. - Te llevaré con ella.
- Entonces ustedes...- Él sonrió negando con su cabeza, aquello le alivio. - No lo tomes a mal pero me hace feliz.
- No te preocupes, Rei Hino es mi esposa, reinamos un subreino de Tokio de Cristal. - Las puertas de palacio se abrieron para ellos. - Aunque uses tu máscara muchos pueden saber quién eres, la reina se encargó de dejar en alto la memoria de Apolo y Seiya Kou.
En ese momento deseo saber que pasó para acabar muerto pero si algo había aprendido de Chronos era no preguntar más de lo necesario. El interior del palacio era de mármol, se sorprendió que estuviese dentro de obelisco cristalinos, quizás aquello había sido una forma en la que decidieron proteger a la familia real de algún ataque externo.
- ¿Seiya? - Haru se detuvo al final de las escaleras al ver al pelinegro junto a Endimion. - ¿Qué haces aquí? Donde...- Seiya no podía creer lo que veía frente a él, su bombón se veía mucho más madura, el vestido blanco resaltaba su figura, sus ojos mostraban preocupación, sin tener que decirlo supo que ella lo sabía.
- Usagi...- Haru se giró para ver a la mujer que había interrumpido, bajo corriendo los escalones, se sostuvo del barandal con fuerza, no quería caer. - ¿Donde está mi hija?
- Eris la tiene aquí, por eso he venido sólo yo puedo encontrarla. - Serena se abalanzó sobre él golpeandolo, sus puños daban en su pecho, la máscara que cubría su rostro cayó al suelo dejando ver la expresión dolida de su rostro.
- ¡Tú debías protegerla! ¡Debiste cuidar a nuestra hija! - Dejó de golpearlo poco a poco, su mundo se vino abajo al saber eso, Seiya la sostuvo al verla caer. Serena lloraba al pensar en su pequeña, ya le había fallado a Seiya una vez y no quería hacerlo de nuevo a la única persona que hacia feliz sus días.
- Bon...Neo Reina Serena, vine a buscarla no voy a rendirme hasta traerla con usted. - Por primera vez desde que lo vio en el salón pudo ver sus ojos azules como el zafiro, cuantos años soñó con ver su rostro de nuevo, su sonrisa, oír su voz. Ahora estaba allí.
Limpio sus lágrimas, confiaba en él más que nunca.
- Vamos a mi estudio, mi padre seguro envío algún mensaje para mí. Haru que nadie nos interrumpa. - Asintió, Endimion intercambio una mirada con el titán al verlos alejarse.
- Apuesto que van a besarse. - Haru asintió a lo dicho por el rey, ambos siguieron su camino. Debían dar la alerta sobre la desaparición de la princesa.
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Muchas gracias por leer y comentar, nos leemos en el próximo capítulo: estrategia.
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Destellos de Luna
FanfictionHan pasado dos años desde la última vez que Serena Tsukino uso el poder del cristal de plata, su resplandor se hace cada día más débil, sailor Uranus teme que su princesa enferme y el cristal de plata absorba su poca fuerza. Tokio de Cristal se obse...