Siglo XX
Hospital de Tokio
Departamento de ginecologíaSerena apretaba con fuerza su bolso entre sus brazos, Seiya miraba tranquilo el reloj en la pared, ese día sería su primera consulta para conocer el estado del bebé, no podían negar los nervios que sentían por verlo por primera vez, el vientre de Serena no había crecido mucho pero aún así ambos podían notar aquel pequeño bulto que se había formado casi imperceptible para los demás. La enfermera pidió que la rubia entrará a cambiarse mientras él esperaba en el consultorio, miró los diplomas y certificados de honor colgados en la pared, podía leer el nombre: Nikolas Van Pierce, un nombre algo extranjero a su parecer pero por todo lo que decían aquellos certificados era alguien bueno en su campo.
— Buenos días, — La puerta fue abierta por un hombre bajo de cabellos castaños y ojos grises, no aparentaba más de unos 40 años de edad, de sólo verlo le inspiró confianza. El doctor traía consigo una carpeta con los exámenes que le habían realizado a Serena. — Tengo buenas noticias, su anemia se controló mucho, pero noto que tiene muchas ojeras, su semblante es cansado, ¿No duerme bien?
— La verdad hace unos días dos de sus amigas fueron rescatadas de unos secuestradores, estaba preocupada y no durmió bien debido al estrés, ahora tiene antojos cada noche. — Nikolas miró a Serena entrar con la enfermera, quien le ayudo a subir a la camilla. — Procuraré que descanse más.
— Trataré de estar más tranquila. — Serena sonreía nerviosa al ver el ceño fruncido del especialista.
— Debe entender dos cosas, no puede hacer muchas de las actividades que antes realizaba, no sólo cuida de usted, también del bebé que está en su vientre. — La rubia se sintió deprimida al oír aquel regaño, llevo sus manos al vientre, no quería que algo le pasará a su hijo o hija, pero ella era Sailor Moon y su vida era difícil ahora. Seiya entendió su mirada, él más que nadie sentía miedo de lo que pasaba. Seiya se acercó tomando su mano, la apretó suavemente dándole valor. Nikolas los miró dando un suspiro, el amor joven le era muy curioso.
— Yo me encargaré de que ella se cuide. — Nadie más dijo nada, ahora lo que más importaba era revisar el estado del bebé.
Parque nro 10
— ¡Tiembla tierra! — La figura amorfa cayó de nuevo al suelo, su piel comenzó a gotear un líquido verde, de el se formaron dos nuevas criaturas, sus colas llenas de púas, patas alargadas rodeadas de una armadura rocosa. — Esto parece no tener fin.
— ¡Tridente de Neptuno! — Yaten movió su tridente creando una potente luz que envolvió a las criaturas destruyendolas. — Por eso siempre digo, si quieres algo bien has...
Un rugido los alertó, el aire golpeaba fuertemente los árboles, de las cenizas comenzaron a levantarse de nuevo, Uranus retrocedió lleno de nervios, Yaten giro el tridente, el movimiento generado producía una onda sonora que afectaba a las criaturas. Miró al cielo al sentir un resplandor aparecer.
— ¡Dulce Ventisca lunar! — Una tenue neblina púrpura comenzó a caer encima de ellos, las bestias caían una a una dormidas. Haruka y Yaten miraron a la guardiana sentada sobre la rama de un árbol, su cabello platinado atado en dos odangos, en su frente una tiara con el símbolo de Plutón y pequeñas lunas a su alrededor, sus ojos color zafiro, un traje de marinera de un color morado, lazos magentas, en su pecho un broche de corazón color púrpura, sus guantes y botas blancas. La joven les sonrió.
— ¿Quién eres tú? — Haruka miraba aquella recién llegada con curiosidad, Yaten veía un raro parecido con los hijos de Chronos.
— Soy una guardiana que lucha por la justicia y defiende el tiempo. ¡Soy Sailor Chibi Moon!
Un golpe contra el árbol le hizo perder el equilibrio, acabo cayendo sobre un arbusto, las bestias que habían dormido volvieron a levantarse.
— ¡Cosmo estelar ataca! — El grito detrás de Haruka le hizo sentir un escalofrío, una luz ondulante golpeó el lugar eliminando a sus enemigos.
— Pero que...— Chibi Moon miró aterrada a la pequeña ante ellos, su báculo desaparecía de sus manos, su cabello de un color negro atado en dos pequeños odangos en forma de corazón, en su frente el símbolo de una media luna plateada, usaba un traje de marinero blanco, la falda llevaba algunas líneas de diversos colores que parecían formar un arcoiris, botas blancas con una pequeña luna decorandolas.
— ¿Otra? — Yaten casi cae al ver aquella niña tan idéntica a Chibi-Chibi, la pelinegro sonreía al verlos.
— Ella es; Sailor Chibi Cosmos. — Asintió luego de ser presentada por la peliplata.
Haruka miró a Yaten confundido no entendían quiénes eran esas dos sailor, ambas desprendían una energía que les era familiar, dos Sailor tan fuertes que habían eliminado a los enemigos con solo un ataque.
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Gracias por leer.
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Destellos de Luna
FanfictionHan pasado dos años desde la última vez que Serena Tsukino uso el poder del cristal de plata, su resplandor se hace cada día más débil, sailor Uranus teme que su princesa enferme y el cristal de plata absorba su poca fuerza. Tokio de Cristal se obse...