Destellos de Luna

Capítulo 40: Sailor Galaxia

Vía láctea — Mil años luz de la tierra.

El brillo eterno de las semillas estelares iluminaba el jardín. Sailor galaxia dormía rodeada de aquellos resplandores que esperaban tener una nueva vida en algún momento, la suave luz golpeaba su rostro, abrió sus ojos mirando el cielo lleno de pequeños botones iluminados, semillas que nacían e iban dirigidas algún lugar lejano buscando nacer.

— Llegó el momento. — Alzó sus brazos al cielo moviendo sus dedos creando pequeños rastros de energía. Sonrió al pensar en aquel planeta donde su corazón fue purificado, podía sentir la oscuridad que comenzaba a viajar hasta el planeta azul de nuevo. Un escalofrío recorrió su cuerpo al reconocer al dueño de ese poder lleno de maldad. — Caos.

— Sí, es él. — Se levantó al escuchar la voz de su acompañante. Chronos se acercaba lentamente, su capa se arrastraba sobre las flores doradas. Galaxia se arrodilló inclinando su cabeza, él acarició su cabello con suavidad. — Serenity te necesita.

— ¿Qué? — Le sonrió al ver su confusión. — ¿Por qué?

— Serena necesita todo su poder y sólo tú puedes darle esa oportunidad de explotar el cristal de plata; sólo tu has luchado desde el inicio del tiempo contra los hijos de Caos, tu juramento te hace cumplir con ese destino.

Galaxia miró hacia el cielo nuevamente, esa era la oportunidad de por fin ayudar a la que fue la única esperanza del universo, se alzó ante la mirada atenta de Chronos, tomo su mano besandola.

— Iré a la tierra y me encargaré que Sailor Cosmos despierte. — Chronos desapareció ante la mirada de Galaxia, la rubia alzó el vuelo cubierta por una luz dorada con rumbo a la tierra, la esencia de Caos se acercaba cada vez más  y sólo esperaba poder llegar antes que él y proteger la vida de las personas inocentes que habitaban ese planeta. Su mente viajaba más allá del pasado, una época donde ella era la emperatriz de la galaxia, la luz que mantenía fuera la oscuridad pero la oscuridad era tan fuerte que el destino le preparó una tarea más.

Flash back

Se alzó de su trono mirando hacia el infinito, en la dimensión donde habitaba solo brillaban las estrellas, el cielo nocturno siempre era cubierto por lluvias de estrellas que daban la sensación de estar en medio de una escena de cuento de hadas. Tres luces aparecieron frente a ella, se acercó sonriendo al ver aquellas luces, las acuno en su pecho sintiendo una sensación de ternura, una de las luces fue tomando la forma de una pequeña niña de largos cabellos plateados, su vestido dorado adornado con pequeñas estrellas, sus ojos azules.

— Llegó el momento de salir de este lugar. — Anunció la pequeña niña. El resto de las luces se alzaron en vuelo abriendo una puerta blanca que le permitiría salir de ese lugar olvidado y prohibido para las demás persona que habitaban la galaxia. — En el momento que pongas un pie fuera de esta dimensión dejarás de ser la emperatriz, serás la primera sailor, Sailor Galaxia y tu te encargaras de crear el lugar donde todas esas semillas de luz nacerán.

— ¿Tanto honor me darás? — Asintió. Una espada se materializó frente a sus ojos. Sin dudarlo la tomo, un resplandor dorado la cubrió transformandola por primera vez, su traje de oro brillaba. — Haré honrar mi destino.

— Cuando llegue el momento darás ayuda a una nueva sailor, la sailor guardiana del cosmos, hasta entonces se fuerte y protege cada ser viviente de Caos y sus hijos.

Fin flash back

Su viaje se vio interrumpido cerca de los límites del planeta Júpiter, miró hacia el infinito las estrellas desaparecer su brillo, ahogo un gemido de sorpresa al ver aquella imagen dolorosa.

— No dejaré que está vez cumplas tu capricho. — Siguió su camino pidiendo a los dioses le dieran la fuerza de llegar antes, no deseaba que el universo pasará de nuevo por aquel dolor.

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Serena miró su broche de transformación, hace días atras que sentía como una extraña energía lo rodeaba, Seiya miraba a su bombón con curiosidad, quería saber que pensaba pero no se atrevía a interrumpir el hilo de sus pensamientos. Recordó a la reina en la que se convertiría y no pudo evitar sonrojarse al recordar las veces que deseo besarla.

— ¿Tan sexy era verme así? — Desvió la mirada al verse descubierto. — oh Seiya no me engañas.

— La verdad mi bombón es sexy en toda época. — Le guiño un ojo. — ¿En que pensabas?

— Mi broche, creo que evolucionará una última vez. — Escucharla decir eso le hizo recordar el cuadro de la sailor de traje blanco en el palacio de Tokio de Cristal. — ¿La viste?

— Sí, a decir verdad su imagen era impresionante, sabes que de llegar ese momento significa que la última batalla iniciará.

— Mientras estemos juntos triunfaremos. — Asintió. Ambos miraron hacia la ventana, una estrella fugaz atravesaba el cielo nocturno. Ambos conocían su resplandor, Sailor Galaxia había llegado. Serena observó su broche desaparecer de sus manos. — ¡Seiya mi broche! 

— ¿Qué pasó? — La luna se vio cubierta por las nubes, la luz de la reina Serenity apareció ante sus ojos. — Alteza.

— Serena, obtener la última transformación de tu broche será difícil, tendrás que ir por el y probar que eres digna ante sailor galaxia que mereces ser la guardiana del cosmo.

— Madre...— La reina Serenity sonrió dándole confianza. — ¿Dónde iré?

Una imagen se formó ante ellos, Serena la reconoció inmediatamente, en aquel lugar desolado enfrentó a la reina Beril.

— Se que triunfarás. — Seiya tomo su mano dándole valor. La reina desapareció dejándola con los nervios a flor de piel.

— ¿Cómo lucharé sin mí poder?

— Bombón, tu puedes hacer lo que desees.

Serena le miró tratando de sonreír, no podía evitar sus nervios al pensar en esa prueba contra galaxia, sólo esperaba triunfar por el bien de los demás. Llevo sus manos hasta su vientre, sus nervios se basaban mas en quedar herida y causar daño a su bebé, después de todo galaxia era la sailor más poderosa en ese momento.

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Muchas gracias por leer, si más les dejo un pequeño adelanto.

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La nieve apenas la dejaba caminar, el viento frío le provocaba pequeños temblores, se detuvo al ver a la sailor que buscaba sentada sobre una pequeña roca, su broche de transformación flotaba en medio del páramo helado.

— Serena Tsukino, me enfrentaras sin el apoyo de tus guardianas y el cristal de plata.

Sailor uranus y sailor mars retrocedieron dándole su espacio, sólo podían desear que su princesa triunfará.