Capítulo 11: Yaten

616 64 8
                                    

Se cruzó de brazos mirando al cielo, comenzaba atardecer, Serena aún seguía sin despertar, pensaba que su hermano era un idiota, estar esperando por ella en la misma habitación donde se encontraba su prometido, si no era idiota, debería considerarlo masoquista, aunque cuando veía esa sonrisa triunfante su sexto sentido le gritaba que algo ocultaba.

— Esto es molesto. — Pateo una piedra golpeando un árbol cercano. Pensó en Mina, en cómo había acabado herida por su enemiga, nunca pensó que las cosas fueran tan serias. Su princesa les había dicho que nada sería como recordaban y así era. Desde el momento que cruzó la galaxia sus sueños se hacian repetitivos.

Cerró sus ojos dejándose llevar al recordar aquel sueño.

Flash back

La tranquilidad del sonido de un arpa le relajaba, el jardín a su alrededor poseía rosales florecidos con hermosas rosas blancas, rojas y algunas de color azul, las mariposas volaban encima de ellas, la fuente en medio dejaba caer las aguas desde las manos de una mujer, una estatua de mármol reluciente. Busco a la dueña de la melodía, justo tras la fuente estaba ella dándole la espalda, su cabello aquamarina caía en ondas sobre su espalda, llevaba un vestido azul cielo del que apenas podía ver su escote hasta sus caderas.

— Creí que dormías. — Nuevamente el sonido de la música lo envolvió. — Papá dio la orden de que debías ir directo con él.

— Me interesa muy poco lo que ordene. — La risa de ella envolvió el ambiente. — Si me voy con él no volveré.

— Pero ese es tu deber. — Tomó asiento a su lado, no se miraban entre ellos, preferían observar el cielo. — Él pidió a cada hijo primogénito y tu lo eres.

— Es  una molestia. — Ambos se tomaron de las manos. Ella volteo a verlo con una sonrisa. — Michiru, sólo promete que vas a cuidarte.

— Estaré bien, eres tu quien me preocupa.

Asintió, aquel era su deber y aunque se negara lo sacarían arrastrando de su habitación, no deseaba problemas ni disgustos a sus padres, en especial a su madre y hermana menor.

— Yahir, saluda a Minako .

Fin flash back

— Si eres tú. — Se giró al oír la voz de la guardiana de los mares, los ojos de ella estaban inundandos en lágrimas, él no sabía que sentir. El símbolo del planeta neptuno brilló en la frente de Michiru.  — ¿Hermano?

Yaten volvió sus manos puños, la miró con enojo.

— Tú y yo no somos hermanos, no te confundas. — Pasó a su lado golpeando levemente su hombro, dejando a la guardiana presa de mil emociones. Por su lado, él apresuró el paso para alejarse de ella no quería verla,  no deseaba escucharla.

Sus últimos minutos de vida vinieron a su mente, el recuerdo doloroso de ese adios, su mirada fría y la expresión de indiferencia que poseía durante su batalla. Se sostuvo de un árbol sintiendo su cuerpo cansando, su frente quemaba. Nuevamente sintió lo mismo que aquella vez, un sudor frío recorrer su piel, su visión borrosa, se dejó caer de rodillas. Un par de pasos se acercaban lentamente, levantó la mirada para ve quién era, sin embargo sólo observó oscuridad.

Flash back

Corrió hasta el jardín donde siempre visitaba a su hermana, había prometido no volver a su hogar hasta haber destruido al origen de todo mal en los límites del tiempo, pero ese día despertó sintiendo que algo estaba mal en su hogar, suplicó a su líder poder ir a casa y verificar que nada pasará, sin embargo, no espero que al volver su hermana ya fuera la guardiana regente del planeta, se sentía orgulloso de ella. Pero al verla una sensación de miedo le invadió, sus ojos era más oscuros de lo que recordaba, su expresión era fría y sería. Allí estaba, tras ella el ser que buscaban por toda la galaxia.

— ¡Alejate de mi hermana! — Desenfundo su arma para atacar pero Michiru se interpuso bloqueando su espada con su talismán. — Hermana...

— Michiru, acaba con el primero de los caballeros. — La miró alzar su   mano reuniendo una gran cantidad de energia.

— ¡Maremoto de neptuno! — El ataque impacto completamente en su pecho. Una gran cantidad de sangre brotó de su boca, no quería atacarla, no podía hacerlo. La amaba, ella era la luz de sus ojos desde el momento que la vio nacer, su pequeña sirena. — Los hijos de Chronos no pueden impedir nuestra misión.

— ¡Detente! — Usando sus pocas fuerzas corrió hasta ella sujetando sus manos, el poder de Michiru exploto entre ambos. La joven guardiana caía en brazos de su hermano mirándolo a los ojos, él sangraba, no había puesto resistencia contra ella,  conocía cada aspecto de su hermana y algo que conocía bien era que por más control mental que Caos tuviera en ella ver a sus seres queridos la haría volver en sí.

—  Creí que tu serías más práctica que esa maldita de Saturn. — Quiso atacarlo pero desapareció ante sus ojos, Michiru tocó sus mejillas, la mascara que siempre usaba había sido destruida en su primer ataque, sus ojos esmeralda la veían con tristeza.

— Yahir...— Lo abrazo al ver que caía sin fuerzas, no puedo evitar abrazarlo, suplicar perdón por haber sido débil, por dejar que la pérdida de Haru la cegara hasta el punto de aceptar un trato con Caos y ayudarle, su planeta había quedado desolado, sólo ella estaba allí con su hermano en brazos.

— Minako...— Sonreía como si pudiera verla en ese momento. — Lo siento.

— No puedes morir...— Trató de reír pero de su boca solo escapó un vómito de su sangre. — Ella te espera, es su boda.

— Chronos...— La llave dorada que colgaba en su pecho se alzó brillando sobre sus cabezas. Sonrió recordando la advertencia que no quiso oír, sabía que no iba a volver a tiempo para su boda, al menos no en esa vida. — Y-yo...proclamó mi tiempo.

La llave se destruyó en varios pedazos, el cuerpo de Yahir brillo hasta desaparecer dejando en su lugar una semilla estelar flotando suavemente encima del cuerpo de su hermana hasta elevarse en el cielo y desaparecer en el firmamento.

Fin flash back

Despertó sintiendo su cuerpo pesado, su cabeza le dolía, creía que le estaban dando golpes seguidos. Miró a su alrededor, se encontraba en una habitación recostado en el suelo, la neblina lo cubría.

— Por fin despertaste. — Miró a su compañero, su máscara le impedía ver su rostro, aún así sabía de quien se trataba. — Has despertado Yahir, perdón ahora eres Yaten.

— Al final encontró a la sailor indicada, a Sailor Plut. — Miró la llave junto a él. — La última vez que la use morí.

— Está vez será diferente, Chronos volverá.

Asintió, tomo su llave sintiendo una oleada de poder recorrer su cuerpo, pensó en su pasado y su presente, está vez no dejaría que se repitieran los hechos del pasado, salvaría a los que amaba.

..........***..........

Gracias por sus comentarios, nos leemos en el próximo: Una vista al futuro.

Destellos de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora