Planeta Kinmoku
Pov. Chronos
Ser padre significa velar por tus hijos, por la persona que decidiste amar para el resto de tu vida, mí destino era esperar por Caos, se me impedía tener una descendencia o amar, era el mismo destino de mis titanes, pero todos ignoramos ese destino y decidimos seguir a nuestros corazones. Serenity supo conquistar mi corazón desde el primer día que vi sus ojos, su sonrisa fue el detonante para que yo decidiera formar mi propio hogar con un simple propósito nunca fallarles, pero cada vez que intente protegerlos de Caos sólo causaba que uno de ellos sufriera. Aquí estaba la última persona que sufría por causa de mis errores, mí propia hija. Coloque nuevamente los cristales en el suelo, cada uno de ellos era la materialización del poder de mis titanes. Los cinco se elevan dando vueltas, brillando con fuerza hasta crear una puerta frente a nosotros.
— padre esa...— Miró el rostro de mi hijo lleno de sorpresa. — La puerta original.
— No podía usarla sí ella no manifestaba estar con vida, pero ahora todo es diferente.
Toco la puerta, tras ella pude sentir su débil resplandor, mi hija me esperaba, tenía fé en mi. Con un suave empujón abro la puerta mirando la oscuridad en el interior, más allá tratando de sobrevivir el brillo del cristal de plata. Invoco mi báculo antes de entrar, el brillo de el mantendría la oscuridad lejos de mi, las tinieblas dentro del espacio del silencio eran demasiado fuertes como para destruir en un segundo a cualquier intruso. Me sorprendo al ver la mariposa aletear frente a mi, era esa niña que dejó toda su confianza puesta en mis manos, su deseo de ver nuevamente a su familia, de salvar su mundo no dejó que abandonará este plano terrenal.
— Confío en ustedes. — Su voz provenía de aquella mariposa magenta, su luz desapareció y justo en ese momento la vi, dormía dentro de una burbuja de luz, se sostenía de su báculo alado. No pude evitar sonreír al ver sus ropas, mi hija había ascendido como la Neo Reina. Quería tomar su mano pero no pude atravesar la burbuja.
Fin pov.
La burbuja se estremeció causando una descarga eléctrica en Chronos, él sólo se apartó mirando el cuerpo inconsciente de su hija. No tenía una forma de lograr que reaccionará, parecía que ella se había aislado de todo en ese ambiente cerrado, en ese momento deseo que por un milagro Seiya estuviese allí, pues su hija reaccionaria a él.
— Serenity, Serena despierta si no lo haces perderás lo que más amas y tú...— Apretó con fuerza su báculo. — Si no vuelves vas a desaparecer para siempre.
El cuerpo de Serena se estremeció levemente al oír la voz de su padre, ella deseaba despertar pero su cuerpo se sentía cansado, quería sentirse relajada y no seguir experimentado esa sensación de cansancio total. Nuevamente volvió a sentir ese resplandor rodearla, era tan cálido que su corazón palpitaba con tranquilidad, pero está vez la impulsaba abrir sus ojos. Se vio a si misma en un lugar diferente, sentada en un bello jardín florecido, usaba un vestido rosa muy parecido al que vestía en el futuro siendo la Neo Reina, en sus brazos se encontraba una pequeña niña de cabellos azabaches dormida.
— Si no despiertas perderás ese futuro que deseas junto a él. — Reprimio un gemido al observar a Seiya acercarse con una sonrisa en su rostro. La imagen se desvaneció. Abrió sus ojos encontrándose con la imagen de su padre, Chronos extendió su mano hacia ella, aún sintiéndose débil levantó su brazo derecho y con su mano tocó la burbuja, está explotó, la fuerza los expulsó fuera del reino del silencio. Arger casi se atraganta con sus galletas al ver cómo aparecieron fuera de aquella dimensión. Su sorpresa era aún mayor al ver a su hermana con aquel vestido y cetro, dejó caer la taza de té, corrió hacia ella abrazándola con fuerza, se permitió llorar al verla.
— ¡Maldición conejo no me vuelvas hacer algo así! — La peliplata sonrió al ver el rostro de su hermano. — Ahora parecemos gemelos.
— hermano, siempre dices cosas tontas. — Arger sonrió en respuesta, volvió abrazarla, abrazo que ella correspondió. — ¿Donde está Seiya?
Miró a todos lados, Kakyuu y Galaxia habían intercambiado miradas que le causaron curiosidad, su hermano se alejó de ella, Arger de negó a mirarla, por otro lado su padre se mantuvo cabizbajo.
— Seiya no quiso salir de la tierra y pasó por el mismo destino de los demás. — Las palabras de Kakyuu la sorprendieron. — Le pedí venir pero se nego.
— Quisimos que viniera a la luna y también se negó. — Chronos la sujeto por los hombros. — Él no quería dejar el planeta que tanto amabas.
Serena no sabía que sentir, camino hacía el balcón, cerró sus ojos dejando llevar hacia el vacío, una luz plateada la rodeó antes de desaparecer ante la vista incrédula de todos. Chronos no pudo evitar sonreír al darse cuenta que su hija iría por el hombre que amaba, Arger suspiro cansado, debía admitir que tantas emociones le hacían merecer un largo descanso. Galaxia se acercó a Kakyuu dándole una palmadita en el hombro, la peliroja sonrió, en ese momento sintió el nuevo curso de un destino libre de mandatos, la paz por fin surgiría en la galaxia.
Milenio de Plata — Jardín real
Serenity caminaban en compañía de Sailor Venus, la rubia observaba con nostalgia hacia la tierra, amaba su hogar y se sentía inútil al no poder ayudar a sus habitantes, todos en el palacio se sentían igual, deseaban hacer algo por el planeta azul. La reina se detuvo al ver un brillo de estrellas surcar el cielo de su hogar, su corazón se estremeció a causa de la emoción, reconocía aquel poder. Corrió entre las rosas, deseaba ir al observatorio y ver hacia aquel planeta, Venus la seguía de cerca, pues al igual que su reina, sintió la misma energía y no tenía dudas de quien era el dueño de esa energía.
— ¡Venus! — Sailor Mars la observó con una gran sonrisa, asintió ante su pregunta silenciosa. — Vamos a la tierra.
— No podemos dejar a la reina. — Serenity se acerco a ellas. — Mi reina no queremos dejarla sola.
— En este momento no hay peligro, ustedes son sus amigas, vayan junto a mi hija.
Tanto Venus como Mars se tomaron de las manos antes ir en búsqueda del resto de sus amigas. Serenity sonrió al ver cómo la alegría volvía a cada persona en su hogar, esperaba que esa felicidad y paz que podía sentir se extendiera por mucho tiempo.
Planeta tierra — Centro de Tokio
Se dejó caer sobre la torre de Tokio, podía observar el hielo que cubría la ciudad completamente, las ráfagas de aire frío golpeaban contra los cristales de las ventanas, los autos cubiertos de nieve, las calles eran páramos helados que le hacían recordar a esos documentales sobre el Polo norte. Alzó su báculo, este brillaba suavemente mientras ella cerraba sus ojos sintiéndo las ondas de vida dormidas en cada extremo del mundo.
— ¡Curación cósmica acción! — Una espesa bruma plateada cayó sobre la tierra eliminando la nieve que había cubierto los rincones más pequeños del planeta, Serena miró las luces que se dejaban caer sobre la ciudad. Sonrió a sus amigas, todas ellas usaban sus trajes de princesas, el despertar de una nueva etapa comenzaba para ellas.
Serena se dejó caer junto a ellas, todas miraron con admiración a la que una vez llamaron princesa, ahora ascendía como reina.
— Pensé que nunca podría verlas; se que ahora todas quieren saber muchas cosas pero hay algo que debo hacer. — Clavo su báculo en medio de la calle, el poder que emanaba fue expandiéndose por toda la región y más allá de ella despertando la vida que en un momento quedó sumida en un profundo sueño. Sonrió para sí misma al sentirlo a él despertar.
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Muchas gracias por leer. Nos leenos en la segunda parte :)
Aún falta ver que paso com Chibi-Chibi y su línea de tiempo :3
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Destellos de Luna
FanfictionHan pasado dos años desde la última vez que Serena Tsukino uso el poder del cristal de plata, su resplandor se hace cada día más débil, sailor Uranus teme que su princesa enferme y el cristal de plata absorba su poca fuerza. Tokio de Cristal se obse...