GIDEON.
Con Zev liderando el camino y Marlon a su lado como un fiel perro faldero, nos adentramos al galpón de burda apariencia externa y cuidada organización interior. Sólo un foco de luz brillando potentemente sobre una mesa ubicada en el centro de la habitación impide que estemos sumidos en la absoluta oscuridad de una fría noche sin luna, permitiéndonos ver a los hombres dispersos y los paneles con bolsas bien ordenadas de ketamina adulterada con el fin de abaratar costes e incrementar beneficios.
Observoa mi Caporegime caminar despreocupadamente hasta la última silla disponible conel maletín en mano. Sus ojos calculadores y fríos como la nieve que cae en el exteriorse encuentran fijos en los del narcotraficante mientras toma asiento frente a él.
Me encuentro en un completo estado de alerta, siendo consciente de la mirada de los hombres de Bronconnier puesta sobre nosotros mientras nos desplazamos alrededor de la habitación ocupando nuestros lugares. A mi lado, Burne aguarda con gesto torcido y sus brazos cruzados sobre su amplio pecho.
—Vaya, al parecer ha venido toda la caballería... —bromea Enzo Bronconnier en un tono que da a entender que no se siente en absoluto intimidado—. ¿A qué se debe esta inesperada visita de los hombres de oro de Derek Vitali?
—Necesito una lista de los nombres de los oficiales aliados a Wang. —La voz de Zev es tranquila, pero su cuerpo pide a gritos la violencia. Desea que el hombre sentado frente a él se niegue a compartirnos la información para poder atacar, para tener un motivo que alivie la consciencia que yo sé no posee cuando se decida por matarlos a todos.
—Oh, directo al grano. —Riendo como si mi hermano hubiera dicho el mejor chiste del mundo, voltea su rostro y mira a su guardaespaldas—. Me agrada este niño.
—Déjate de juegos —gruñe Zev—, y dinos cuánto nos costará.
—Ochocientos mil por quitarte a los policías de tu rastro y no contarle a Zhao lo que planean. —El hombre toca sus dedos sobre su escritorio, como si Zev estuviera tardando demasiado tiempo en contestarle, aunque apenas y había terminado de hablar.
—Guau. Esa es toda una mierda de dinero, Enzo. —Marlon se mofa—. ¿Qué harás con él? ¿Pagarle a un médico para que ordene la eutanasia de tu pobre madre y así poder quitártela de encima?
Zev lo mira a modo de advertencia mientras Aryeh intercambia una rápida mirada conmigo cargada de incredulidad.
—Podrías darle un par de dosis de la mierda que traficas y solucionarías el problema inmediatamente, amigo —continúa,sin inmutarse por la forma en que su mejor amigo y Caporegime lo mira—. Sólo digo.
Percibiendo la agitación de los hombres de Enzo, lenta y disimuladamente llevo una mano al arma oculta en la parte baja de mi espalda.
Bronconnier se mantiene en silencio durante unos minutos. Entonces, como si los últimos minutos no hubieran trascurrido y el imbécil de Marlon jamás hubiera dicho una palabra, se pone en pie.
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Traición
ActionGaia Vitali sólo tenía seis años cuando sus padres la abandonaron en el bosque. Esperaban que muriera y así deshacerse de ella, pero nunca pensaron que la mafia de Calgary la encontraría y salvaría su vida. Han pasado dieciocho años y ella aún luch...