expelled; magcon ✨ EDITANDO.

015.

Expelled

-Capítulo quince.

Dedicado a: @JazzLaCacahuateSersy

Lo miré sorprendida. ¿Qué hacía Shawn aquí? Se suponía que debería de estar en el mag... Oh no, entonces ellos también están aquí. ¿Y si Kyle vino con ellos? Yo no quiero verlo. ¿Y si...

«Cállate joder»

Suspiré y miré a Shawn. Sólo lo abracé, lo abracé muy fuerte pues en estos momentos necesito un buen abrazo y él me lo ha dado.

-Hemos estado buscándote como locos, Nash cree que te secuestró un psicópata.- dijo divertido.

-Los extraño, pero yo solo no quería ver a Kyle.- baje la mirada ya que era como dos cabezas más alto que yo y me intimidaba, patético; ya que Shawn era el chico más tierno que pueda existir.

«Y caliente en todos los sentidos.»

Oh, cochina pervertida.

Reí un poco y me decidí. No dejaré de ver a mis amigos por culpa de un idiota, no debí haber huido de mis problemas pero soy tan frágil y estúpida, los abandoné de algún modo ya que me necesitaban en el tour, claro es que aún este no acaba pero los fans querían vernos juntos, a todos, pero yo soy la cobarde y escapé. Sólo por una estúpida pelea, una pelea.

Tal vez Kyle tiene razón, soy una cobarde que siempre evita sus problemas, no se hacer nada bien, todo lo arruino, soy una idiota, una estúpida que no sabe hacer nada bien.

Y desde ese día, mi autoestima se fue a la mierda, me sentía diferente, iba a cambiar, y no sería la misma de antes, pero tampoco sería mala con los que me quieren, mis verdaderos amigos.

•••

Decidí volver al Magcon. La abuela lo había entendido. Había estado hablando con aquel chico que choqué y por cierto se llama Kenny, ya hemos tomado confianza como para contarnos las cosas que nos pasan.

Estaba sentada al lado de Nash, ya había terminado el concierto en Dallas y aún no puedo creer que Nasho como yo le había dicho últimamente, haya conocido a mi esposo Justin.

«La envidia crece en mí, uh»

Reí y volteo a ver a Nash.

-No puedo creer que ya hayas conocido a mi esposo.- fingí llorar.

-¿Tu esposo?- dijo confundido.

-Bieber, teñido, Calvin Klein, sexy, ¿te suena? - pregunté obvia.

-Oh, no es tu esposo.- frunció el ceño mientras reía.

-Oh, y Matt no es su copia barata de él.

-¡Escuché eso! - oí el grito de Matt y reímos a carcajadas.

-¡Cállate rubio! - grité y lo escuché chillar.

-Summer, ¿quieres conocerlo?- preguntó Nash con una sonrisa.

-Ah, ¿qué? - estaba distraída gracias a una mosca que peleaba con otra y no había escuchado a Nash en lo absoluto.

dudé.

-A tu esposo,- rió- ¿quieres conocerlo?

-Nash, acabo de ver dos moscas peleando y me preguntas que si quiero ver a mi amor.- dije achicando los ojos.

Me sentí como Carter.

Maldito chino.

-Las moscas no pelean Sum, y si te lo dije de verdad.- dijo sonriendo.

Su sonrisa, que me maten.

-¡Claro que quiero! ¿De verdad harías eso por mí?- dije ilusionada.

-Claro.

-¡Ay diosito! ¡Gracias Nash, eres el mejor chico que pueda existir!- me abalancé, literalmente, sobre él y lo abracé. El gustoso me devolvió el abrazo y me acercó más a él. Pude oler su perfume y por instinto cerré mis ojos. Nash se separa unos centímetros de mí y su mirada se clavó en mis ojos al igual que los míos en los de él.
Sus ojos, son perfectos, únicos, podría estar viéndolos todo el día y no cambiaría de idea. Me perdí en sus ojos.
Nash veía mis ojos y después mis labios, se fue acercando y pude ver como la distancia se acortaba cada vez más, más y más y sucedió.

Nash, me besó.