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Sakura
-¡Sakura despierta! —sentía cómo alguien me sacudía, pero no quería abrir los ojos— ¡Sakura vas a llegar tarde! —no me importaba sólo quería seguir acostada. Por eso me alegre al escuchar como esa persona salía de mi pieza, aunque esa felicidad no duró mucho, ya que después de un rato sentí como me lanzaba agua en mi cara, y no cualquier agua, ¡estaba congelada! Logrando que me parara de golpe.

- ¡tía! —vi que estaba muerta de la risa— no es gracioso, esta muy fría —dije mientras le lanzaba una almohada— ahora estoy mojada entera.

- ¿y de quién es la culpa? —hice un puchero, ya que sabía que era la mía— ahora vístete, te dejé todo lo que necesitas abajo, ah y te digo que las niñas pueden ser un poco prejuiciosas, así que tú decides si usas o no pantalones, igual yo te voy a defender —dijo saliendo de mi nueva pieza, la cual le faltaba color, pero de eso me iba a preocupar después.

- ¡Gracias, pero sabes muy bien que soy capaz de defenderme sola!— dije gritando para asegurarme que me escuchara.

- ¡Lo sé, pero me refería que te voy a defender enfrente de los padres cuando te metas en problemas! —dijo riéndose mientras cerraba la puerta principal, haciéndome saber que ya había salido. Me levante de la cama y me vestí con unos pantalones, ya que mis "futuras amigas" me tendrán que aceptar tal y como soy, o sino no las quiero.

Baje a la cocina y vi una canasta con comida adentro y unos libros, no me gustaba la canasta, porque ¿cómo decirlo? Era de muy señorita y yo no estaba para esas cosas, así que subí a buscar el bolso que yo hice

Baje a la cocina y vi una canasta con comida adentro y unos libros, no me gustaba la canasta, porque ¿cómo decirlo? Era de muy señorita y yo no estaba para esas cosas, así que subí a buscar el bolso que yo hice

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Yo sé que no es la mejooorr del mundo, pero me sirve y me gusta, aunque está un poco vieja, así que pronto voy a tener que hacer otra. Puse las cosas que me dio mi tía en mi bolso y salí para ir al colegio.



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Llegué al colegio un poco muy tarde, así que tuve que tocar la puerta, ya que estaba cerrada, qué vergüenza.

- ¡Pase! —era la voz de mi tía debe estar furiosa.

-... —abrí la puerta y pude ver como se quedaban mirándome, los hombres me miraban de pies a cabeza, en cambio las mujeres me miraban y después hablaban entre ellas mientras se reían, solo hubo una que no hacía eso y en sus ojos podía ver que estaba emocionada— disculpe la demora, no sabía muy bien el camino y me perdí —mentí y mi tía lo sabía, pero ¿qué quería que dijera? Que me quede dormida o qué tal vez me distraje con la naturaleza de camino para aquí.

- Esta bien, que no se repita, siéntese en algún puesto libre y preséntese con dos palabras que inicien con sus iniciales y las describan —mire a mi alrededor buscando asientos libres y habían dos uno al lado de una niña que me miraba de mala manera y el otro asiento que estaba atrás de Gilbert y al lado de un niño que me miraba fascinado, así que opté por sentarme con él, pero no fue tan fácil— Disculpe, pero tiene que sentarse con las mujeres —no pude evitarla verla confundida al no entender que tenía de malo sentarme con él.

- ¿por qué? —todos se pusieron a reír, pero a mi no me importaba solo no quería sentarme con esa chica, se veía pesada.

- Así son la cosas señorita.

-Entiendo, pero no me gusta la manera en la que ella —la apunte— me mira, me incómoda y estoy segura que si estoy en clases incómoda, entonces no me voy a concentrar lo suficiente y la materia no se va a quedar en mi mente —ella me miro orgullosa, yo sabía que no me dejo sentarme tan fácil porque iban a ver que tenía preferencia, por eso me defendí como lo hubiese hecho en frente de cualquier persona.

- Esta bien, puedes sentarte al lado de Moody —le di una sonrisa y con la cabeza bien en alto me fui a sentar — ahora preséntese —uhhh se me había olvidado esa parte, me levante lentamente mientras trataba de pensar en algo.

- Primero que todo me llamo Sakura Jones Evans —escuche que la niña que me miraba feo le decía a una amiga "¿Sakura? que feo" y me enoje— Disculpa, ¿cómo te llamas?

-Josie, ¿por qué? —su tono era arrogante lo cual me enojo aún más y pude ver de reojo como mi tía me decía que no hiciera nada, aunque veía que ella también estaba enojada.

- Bueno Josie, te quería decir que no tienes derecho a opinar sobre mi nombre cuando el tuyo es tan común — la mire de arriba para abajo —pero mirándote bien creo que te queda perfecto —le di una pequeña sonrisa burlona mientras ella me miraba con odio— y por último no sé qué cualidades puedes tener que compensen esa actitud, ya que desde aquí no veo mucho y eso que estoy bastante cerca —me pare derecha, con la cabeza bien en alto mientras veía que se encogía de hombros, tal vez me sobrepase un poco, pero mi nombre era especial para mis padres e insultarlo, de cierta forma era insultarlo a ellos.

-Bueno Sakura —me dijo que mi tía, su voz era seria y veía a Josie de reojo, por eso yo la mire de reojo también y pude notar que sus ojos estaban un poco cristalizados aunque no quería demostrarlo— ¿por qué no mejor sigues con tu definición?

- Claro, pero antes lo siento Josie, me pase —estaba arrepentida y todos se sorprendieron, al parecer no pensaban que yo era de esas que aceptaban su error por si sola— como decía me llamo Sakura Jones Evans. Sabia, justicia y energética— me senté y mi tía siguió con la clase, seguía un poco mal por lo que le dije a Josie, tal vez ella estaba pasando por algo y por eso se comportaba de esa manera, además de que había sonado engreída. Llego la hora de almuerzo y mi tía pidió hablar conmigo.

- Lo siento —dije al entrar a la sala de profesores— no sé qué me pasó, solo explote al ver esa cara de superioridad y al escuchar esa voz de arrogancia simplemente no lo pude aguantar.

- Lo sé Saki, pero tienes que empezar a controlarte, solo lo dejé así porque sé lo importante que es tu nombre para ti y que te recuerdan a tus padres —tenía los ojos llorosos, en verdad me sentía muy mal.

- Muchas gracias —ella me miro extrañada— por apoyarte y soportarme —me miro con cariño, esa mirada solo me la daban mis padres y mis tíos, por eso me alegraba tenerla, ya que sin ella seguiría estando sola y no hubiese podido sobrevivir. 

Después de nuestra charla volvimos a la sala porque era hora de empezar con el segundo periodo.

La flor de cerezo. GBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora