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Sakura
-¡hola Gilbert! —era la voz de Anne, se me había olvidado que estaban juntos, dormí con su ¿novio? igual si no pasó nada, me siento culpable y muy mala amiga.

-Oh hola Anne, ¿Cómo estás? —él sonaba igual de sorprendido que yo

-Bien muchas gracias por preguntar —me siento mal, así que tome mi ropa, que ya estaba seca para empezar a cambiarme— Gilbert ¿es cierto que Sakura durmió aquí? —me quede helada, pero por poco tiempo, ya que tenía que salir rápido de ese lugar. Tome un papel y escribí "Bash y Gilbert muchas gracias por dejarme dormir aquí esta noche, me tuve que ir para no seguir preocupando a mi tía, sé que es descortés irme así, pero aún no se levantaban. Ps: les hice el desayuno" puse la carta en la bandeja

-Si, ¿pasa algo Anne? —Gilbert sonaba nervioso tal vez se sentía igual de mal que yo.

- Es solo que la señora Rachel llegó a mi casa diciendo que estaba usando tu ropa y que dormirían juntos —vieja mentirosa, bueno algo de razón tenía, pero ella no podía haber estado segura de eso, así que en cierta forma si es mentirosa o ¿exagerada?

- ¡¿Qué?! Enserio dijo eso, no es cierto, ósea si le preste mi ropa, pero nunca le dijimos que íbamos a dormir juntos.

-Uff que alivió, pensé que pasaba algo entre ustedes, ¿puedo verla? —esa era mi señal tome mis cosas abrí la ventana y me lancé, teniendo como resultado una caída limpia y silenciosa, además era el primer piso, así que no es que me iba a morir. Empecé a correr hacia la casa de mi tía como si mi vida dependiera de eso. La verdad no sé porque tuve esa reacción, tal vez si ella me saludaba yo no iba a poder verla a los ojos y eso podría haber hecho que ella pensara algo peor o simplemente quería ahorrarme el momento incómodo que se hubiese provocado.

Gilbert
- ¿Quieres verla? —Anne asintió— yo no sé si está despierta, pero obvio pasa, durmió en la pieza de mi papá —Anne me miro sorprendida, tal vez porque siempre trato de no usar esa pieza.
Se dirigió a la pieza y podía sentir que mi corazón se estaba saliendo, quería dejar mi cuerpo e irse lejos. Anne al entrar me miro confundida.

-no hay nadie Gilbert —no sabía cómo sentirme si aliviado o preocupado, ¿dónde se había metido?

-Tal vez se fue antes —ví que había una carta, pero antes de tomarla Anne la agarró.

-Tienes razón ya se fue, ¿te parece si tomamos desayuno juntos? —ya no tenía hambre, pero qué más podía hacer, así que asentí y ella fue a la cocina.

Leí la carta de Sakura y me acorde de lo que pensé ayer, tenía que serle sincero a Anne sobre mis sentimientos, antes de que alguien saliera herido y tenía que decírselo ahora.

-¿Podemos hablar? —entre a la cocina y ella estaba con un desayuno listo.

-Claro, ayúdame a llevar los platos a la mesa, por favor —así lo hice, pero cuando le iba a decir ella siguió hablando— Gilbert antes que me digas algo, tengo algo que preguntarte.

-¿Qué cosa? —sonaba nerviosa y eso me ponía a mi nervioso.

- La señora Lynde me dijo que...-que le dijo esa vieja chismosa, sino fuera por su culpa ahora estaría con Sakura— el miércoles vamos a tener una práctica de baile en clases y....¿quieres ser mi pareja de baile? —entre en un estado de parálisis porque mi cuerpo no respondía a nada que mi cerebro le pedía hacer, como negar con la cabeza o decirle que no podía, pero nada de eso salía y podía notar que Anne también estaba entrando a un estado parecido al mío por demorarme en contestarle— nunca he bailado con nadie e igual va a ser un baile en grupo, así que baile en pareja no tanto.... pero podríamos bailar en el mismo grupo, solo si quieres— lo último lo dijo casi en un susurro. No sabía que hacer, pero no podía terminar ahora, tal vez el jueves, yo sé que tengo que hacerlo, pero verla tan nerviosa por algo tan simple, no me permitía hacerlo.

La flor de cerezo. GBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora