La flor de cerezo. GB

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Sakura
Cuando termine de acordarme de él y del día en el que nos conocimos me di cuenta que ya había llegado a la casa de mi tía. Me acerque a la puerta y la toque un par de veces.

- ¿Kara, qué haces aquí? —Bash me miraba preocupado y no aguante más, lo abracé y escondí mi rostro en su pecho
mientras él solo me abrazaba.

Bash
Es la segunda vez que escucho ese llanto y me sigue partiendo el alma como la primera vez, ¿cómo alguien que siempre te muestra una sonrisa, puede guardar tanto dolor adentro suyo?

La empecé a dirigir hacia un sillón para estar más cómodo, cuando nos sentamos mire para atrás y vi a Gilbert parado en el marco de la puerta con una expresión de preocupación en su rostro.

Sé que él no se acuerda de ella, pero también sé, qué hay algo dentro de él que lo obliga a querer estar con ella y sacarle sonrisa, pero ahora él no puede ayudarla sin causarle un poco de dolor, aunque sea sin querer.

Por esa razón, le dirigí una mirada que dice "por favor sube" y agradezco que La Haya entendido porque sin a hacer ruido desapareció escaleras arriba y yo me volví a concentrar en Sakura.

Sakura
Sentí la presencia de Gilbert, pero en este momento ver esos ojos que tanto me gustan solamente me rompería mas por dentro, por el simple hecho de que correr a sus brazos lo incomodaría.

- ¿Sakura, me quieres decir lo qué pasó? —me alegro de poder estar en los brazos de Bash y poder sentir ese amor condicional que alguna vez sentí el los brazos de mi propio padre.

- Conocí a alguien —él me miró sorprendido mientras levantaba una ceja— es mi amigo, se llama Liam y murió —ahora me mira con lástima, genial— tenía cancer y simplemente no lo logro —una sonrisa nostálgica apareció en mi rostro—, pero si lucho, lucho demasiado. Por eso no estoy enojada o desilusionada porque sé peleo una batalla que desde el comienzo le dijeron que iba a perder, pero igual aguanto más tiempo del que le habían dicho.

- Suena a que era una gran persona, Sakura —lo vi a los ojos, aunque sigo viéndolo borroso por las lágrimas que salen de mis ojos.

- Y lo era, uno de los mejores. Él estuvo tres años en mi vida y me enseñó muchas cosas.  Aunque lo principal es que está bien perderse o querer rendirse de vez en cuando, pero lo importante es levantarse. Eso ya lo sabía y lo dije muchas veces, pero en cuanto lo conocí me di cuenta que nunca lo puse en práctica. Literal lo único que hacía era dejarlo a un lado y seguir adelante, eso está bien, pero en cuanto salían a la luz yo caía de nuevo porque nunca aprendí a vivir con eso —deje de hablar y tome un poco de aire.

- ¿Te refieres a lo qué pasó con...? —lo mire a los ojos. Ahora que lo pienso nunca he hablado con Bash sobre esto. Siempre que sale el tema lo evitamos.

Bash
No sé cómo sacar ese tema a la luz, ya que no sé si ella quiere hablarme sobre que casi logran abusar de ella, pero siendo sincero yo tampoco lo sé.

Puede que yo no lo haya vivido y no voy a saber lo que se siente pasar por algo como eso, pero me duele. Me duele saber lo mal que la pasó y que yo no pude protegerla.

Sé que no nos conocíamos, pero hoy en día ella es como una segunda hija para mi. Con su presencia no solo iluminó la vida de Gilbert sino que también la mía, ya que al conocerla solamente habían pasado un par de meses desde la muerte de mi Mary y sin saberlo estaba cayendo en un hoyo de desesperación y tristeza.

Eso cambio al conocerla. Con su sonrisa me ayudo a superarlo, y siendo sincero, me gustaría ayudarla como ella lo hizo conmigo sin darse cuenta.

- Si, me refiero a eso —sé que el tema del que estamos hablando es triste, pero al verla a los ojos y no notar nada de dolor al recordar ese momento no pude evitar sentirme feliz y orgulloso por ella— lo siento.

- ¿Por qué?

- Por alejarte de mi vida una vez que eso salió a la luz. Me aleje de todos y no encontré nada mejor que salir corriendo a otro país....

- No tienes porque disculparte, cada uno sana cómo puede y sinceramente al verte en estos momentos, siento que valió la pena —la abracé por los hombros y la acerqué a mi.

- Gracias Bash, gracias por no haberte olvidado de mí después de estos años. Y también gracias por cuidar de mi tía, se ve que es feliz a tu lado y al de Delphine.

- No es nada, incluso diría que eso debería decírtelo a ti. Tu tía y tú nos alegran el día a día. O crees que no noté la sonrisa de Delphine después de pasar solo una noche contigo —una sonrisa apareció en sus labios y no era ninguna de nostalgia o tristeza.

- Yo también la pase bien y eso se lo agradezco a Liam.  Ahora puedo caminar con la cabeza en alto y no sentirme menos por lo que me pasó —su voz suena segura—, pero lamento no haberle podido agradecer, nunca haberle podido corresponder sus sentimientos —¿qué? ¿Le gustaba?— porque a pesar de sentir algo por él, no era lo mismo que con Gilbert y él....él se merecía a alguien que lo tuviera de primera opción.

- ¿Te gustaba? —ella asintió y la sonrisa nostálgica volvió.

- Si y mucho, demasiado, pero no era igual a lo que siento por Gilbert, quizás menos magnitud. Eso me hace pensar muchas cosas ¿sabes?

- ¿Qué cosa? —tengo curiosidad, pero también tengo ganas de matar a Gilbert por estar con Lilith.

- Una vez escuché que uno solo de enamora una vez en la vida y que después de este solo busca a alguien que lo haga sentir de la misma forma. Entonces, si Gilbert es el hombre que amo y lo perdí por estar rota, por no estar lista, y él ahora está con esa chica, significa que... —soltó un suspiro—...perdí mi oportunidad.

- Sakura, eres muy importante para mi y por eso te lo digo, Gilbert ahora no se acuerda de ti, pero en cuanto lo haga y lo va a hacer, va a estar a tus pies como siempre, incluso creo que ya está cayendo a tus pies y eso que solo llevas dos días con él —soltó una pequeña risa y sus mejillas se sonrojaron.

- No quiero ilusionarme, por eso voy a ser yo, no voy a presionar nada, Bash. Si él está feliz, entonces yo también.

La volví a ver y la confianza que tiene me sorprende. Es mucho más madura que hace cuatro años y eso que ya lo era. La voy a cuidar, lo prometo, ya está bueno de todo lo que ha sufrido, ella no lo merece. Gilbert, solo espero que no demores mucho.