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Gilbert
Sentía asco de mi mismo, hice sufrir a Anne, perdí a Sakura. No quería ver a nadie, pero igual no podía irme porque tenía que ayudar a Bash con el carro, así que empecé a caminar por la feria.

Sakura
Ya estaba oscuro lo que significaba era hora de darle mi sorpresa a Haru. Los pongo al tanto, escribí una canción y enserio tengo ganas de bailarla, pero es un poco movida y él es el único que baila así, aunque necesite ayuda por parte de mi tía.

- Haru ven acompáñame —salimos del edificio del cual todos estaban bailando.

- ¿Qué tienes planeado? Y ¿por qué nos vamos? ¿Acaso vas a abusar de mi? —me puse a reír como podía ser tan tonto. Llegamos al lugar donde le pedí a mi tía que dejara el tocadiscos.

-No Haru es una sorpresa y ya llegamos —él me miraba confundido— Bueno lo que sucede es que los bailes de acá son muyyy aburridos y eso tú y yo lo sabemos, por lo tanto te vengo a invitar a bailar unas de mis canciones más recientes —me saque mi chaqueta para después hacer una reverencia— ¿Me haría el honor señor de bailar conmigo?

-Por supuesto bella dama —fui a poner la música— vea y aprenda cómo se baila señorita.

-Esta bien, muéstreme cómo se hace señor.

(Imagínense que están en el bosque y que baila con Louis)

Gilbert
Iba a ir a buscar a Bash cuando veo a Saruka con Haru, estaban hablando cuando Saruka va y pone una música, y empezaron a bailar, se veían tan conectados, cada uno sabía cual iba a ser el paso que iba a hacer el otro. Bailaban mientras se reían y de repente pasó lo que yo nunca hubiese querido ver, se besaron. Ahora si la había perdido para siempre. Sin darme cuenta me empezaron a caer lágrimas por mis mejillas, era el peor sentimiento del mundo.

Sakura
Nos estábamos besando, nuestros labios se acomodaron en una manera que me hizo que encajaban a la perfección, pero un sentimiento no me dejaba disfrutar ese momento, ¿por qué no siento que las mariposas se multiplican? Mi mamá me dijo que cada contacto aunque fuera mínimo con mi papá la hacía sentir como si volara, pero yo sabía que estaba en la tierra, ¿y si me equivoqué en tomar mi decisión? ¿Qué pasa si lo quiero como un amigo y solo confundimos los sentimientos? Él se separó lentamente y nos vimos a los ojos, sus ojos lo decían todo, sintió lo mismo que yo.

- Sakura yo...—no lo deje terminar, ya que lo abrace.

-Eres mi mejor amigo Haru y siempre lo serás, te quiero mucho —lo quiero y lo amo, no podría vivir sin él, pero no de una manera romántica, él solo era mi alma gemela, no el amor de mi vida.

-Yo también te quiero Saki y siempre voy a estar para ti —me dio un beso en la frente— ¿entramos? —asentí y empezamos a caminar hacia adentro, pero lo que empecé a escuchar una vez adentro no me gusto para nada.

Escuchaba como ponían mal el nombre de Josie, yo sé que siempre tuvimos nuestros desencuentros, pero nadie se merecía eso. Vi a Haru y él también estaba preocupado. No podía soportar que todos tenían su mirada en ella y Josie lucia destruída, era obvio lo qué pasó, pero igual me acerque a ella para comprobarlo.

- ¿Josie estás bien? —ella me miro mal, aunque lo entendía, no éramos cercanas.

- Vete Sakura, ya tengo suficiente no es necesario que te rías de mí —le puse mi mano en su hombro para que sepa que estoy con ella.

- Josie quiero ayudarte, pero necesito que me digas ¿él te hizo algo que tú no querías? —sus ojos se cristalizaron y esa era la única prueba que necesitaba para saber la verdad.

Me paré y me dirigí hacia Billy, la verdad no sé de dónde saque las fuerzas para hacerlo o cómo logre mantener mis demonios controlados, ya que en otro tiempo tal vez ellos serían los que me hubiesen controlados y estaría igual o peor que Josie.

- ¡¿Cuál es tu problema Billy?! ¡¿Acaso no te enseñaron a respetar a las mujeres?! o ¡¿es que tus pocas neuronas no son lo suficiente para distinguir un no de un si?! —él me miro indignado, pero yo estaba furiosa.

-¿Qué? ¿Vienes por un beso tú también? —me lo dijo con esa sonrisa arrogante que tiene.

-Lo sabía.... pero son tus neuronas ¿verdad? En qué momento dije que quería algo de ti estúpido, yo al menos no, pero discúlpate con la persona que heriste y tal vez recuperes la poca hombría que tenías.

-Yo no hice nada, ella quería —él estaba entre avergonzado y enojado.

-Si claro y los cerdos vuelan ¿verdad? Tengo ojos Billy y puedo darme cuenta que eres repugnante.

-¿tú quién eres para hablar? o ¿acaso no viste cómo estás vestida? Puta —no podía creer lo que me estaba diciendo.

Gilbert
Iba a ir a golpear a Billy por lo que dijo, pero una mano no me dejó moverme
- Espera —era Haru. Él la conocía mejor, además estaban juntos. Que me iba a meter yo en eso, él tenía que defenderla.

Saruka
- Crees que me ofendes al decirme eso, me puedo vestir como yo quiera y eso no me hace una mujer fácil, además no importa lo que llevo puesto, si es falda o pantalón, merezco el mismo respeto idiota.

-Tú deberías respetar niña, tú ni siquiera deberías estar acá, la cocina es tu lugar, lindura —un escalofrío recorrió por todo mi cuerpo al escuchar la última palabra, pero ya estaba acá y no podía caerme, no al menos enfrente de él.
Trato de tocarme el pelo pero aleje su mano con un golpe.

- ¿Sabes? Un hombre de verdad no necesita menospreciar a las mujeres para sentirse más hombre, lo cual me deja claro que tú no lo eres. Acepta tu error Billy —Billy llegó a su punto máximo y me iba a pegar una cachetada, pero tomé su mano y le pegué en la entrepierna para que se tuviera que agachar un poco y de esa forma su cabeza iba a estar a la par mía, lo cual me permitió romperle la nariz con un solo golpe que lo hizo caerse de espalda— Espero que no puedas tener hijos Billy, sería una lástima tener a más hombres como tú en este mundo —al decir eso me di la vuelta para dirigirme hacia dónde estaba Haru, pero en el camino me encontré con Gilbert y me iba decir algo, pero no lo deje.

- ¡Sal de mi camino Blythe! —estaba enojada, pero con el mundo y si él me trataba de abrazar o algo no lo iba a soportar y mi pasado saldría a la luz, y eso simplemente no lo puedo soportar.

La flor de cerezo. GBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora