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Sakura
La charla con Bash me ayudo bastante y ahora me siento mucho más cercana a él, lo cual me alegro mucho. Después de hablar de Liam, empezamos a hablar de los últimos cuatro años y de las cosas que nos han pasado, pero solo recuerdo hasta ahí. 

No recuerdo nada más, lo que significa que en un punto de la conversación me quede dormida.  Acabo de despertar y tuve que esperar un poco para que mis ojos se acostumbraran a los pequeños rayos de sol que entraban por las cortinas y darme cuenta que estoy en la antigua habitación del señor Blythe.

Solté un suspiro al acordarme que más tarde voy a tener que ir con Haru y que no me voy a salvar de hacer las maletas, pero eso va a ser más tarde, así que mejor voy a preparar el desayuno.

Gilbert
Al escuchar un ruido en el piso de abajo abrí automáticamente mis ojos para estar atento a cualquier cosa, pero al ver que era de día me tranquilice al pensar que tuvo que haber sido una de las tres personas que viven conmigo.

Lamentablemente, me acordé que esas tres personas iban a ir a Charlottewn hoy en la mañana para comprar los materiales de la más pequeña y entre en pánico nuevamente, lo que causó que esta vez si me levantara de mi cama.

Me puse una polera y zapatos para prepararme para lo que encontrará abajo, solamente espero que sea algún animal que entro y no un ladrón. Salí de mi pieza con extremo cuidado de no hacer ningún tipo de ruido y me dirigí a las escaleras, pero una vez que llegue a estás un exquisito olor inundo mis fosas nasales y me permití de relajarme un poco.

Porque seamos sinceros, nadie con malas intenciones vendría a tu casa para prepararte el desayuno y después matarte, o al menos eso quiero creer.

Baje las pocas escaleras que me quedaban un poco más rápido que antes y al llegar al marco de la puerta me quede congelado, sinceramente pensé que ya se habría ido, pero no. Sakura estaba en la cocina con su pelo tomado en una cola alta mientras cocinaba y tarareaba una canción que nunca antes había escuchado.

Está moviendo la cabeza al ritmo de su "canción" y solo eso ma basta para saber que está feliz, que toda la tristeza que la invadió el día de ayer se hizo a un lado para dejar ver esa sonrisa que irradia felicidad.

No sé de dónde saque lo último, porque las veces que he visto esa sonrisa podría contarlas con los dedos, pero algo dentro de mi me dice que no es así. Que yo he visto esa sonrisa más de las que me acuerdo y que hasta ha logrado iluminar hasta los días más grises. Que tengo que cuidar esa luz que...

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un golpe, que yo mismo cause al estar acercándome a ella sin siquiera notarlo y que gracias a eso haya chocado con la mesa, y que ahora Sakura sepa de mi presencia.

- Buenos días, Gilbert —se dio media vuelta para quedar cara a cara conmigo y de esa forma permíteme una vista de la sonrisa que hace un rato solamente estaba en mi mente.

Después me acordé de ayer en la noche ¿cómo puede formar una sonrisa tan sincera a pesar del dolor que sentía?

- Buenos días, Sakura, ¿cómo dormiste? —le quería preguntar por lo de anoche, pero no creo que sería correcto de mi parte, ya que aunque ella me recuerde, yo no.

- Bien, la verdad ni siquiera me acuerdo como llegue a la pieza de tu padre —¿cómo sabía que esa pieza era de mi padre? Tan cercanos habremos sido en el pasado— ¿puedo preguntarte algo? —su voz fue más seria esta vez, pero la sonrisa sigue intacta.

- Por supuesto —ella se acercó un poco a mi y me miro directo a los ojos.

- ¿Cómo es que te olvidaste de mí? —al verla a los ojos me fije que estos tenían una pequeña pizca de tristeza— Es decir, sé que tuviste un accidente, pero de los demás te acuerdas, incluso de Haru —hizo una mueca de tristeza.

La flor de cerezo. GBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora