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Sakura
Llegue a la casa de mi tía.
- ¡Tía ya llegué! —mientras gritaba escuche como alguien bajaba las escaleras corriendo para saltar a abrazarme.

-¡Saraaa! —me dolió el oído mientras gritaba mi nuevo apodo.
Empecé a reír cuando me levanto del piso y empezó a saltar conmigo en sus brazos— estoy tan orgullosa de ti mi princesa, hubieras visto la cara que puso Josie cuando saliste corriendo con Gilbert, fue la mejor del mundo, tuve que morderme la lengua para no reírme en su cara —me estaba riendo mucho y ella también... una vez ya cansada me dejo con cuidado en el piso— tus padres deben estar muriendo de orgullo y tu tío también —dijo mientras me guiñaba el ojo.

- Tía, fue la mejor experiencia del mundo, ya que se lo merecía... y eso que yo le iba a pedir disculpas ja —dije con tono burlón— , y con Gilbert, tía, empezamos a correr como si nuestra vida dependiera de eso mientras reíamos como locos, no sabe la risa que nos daba ver las miradas de las personas que encontrábamos en el camino.

- Lo sé, hace un rato pasó Rachel, que es una chismosa, aunque tiene sus cosas buenas de vez en cuando y me dijo que vio a una niña con Gilbert corriendo como loca, y que al usar pantalones supuso que yo la conocía porque soy la única que usa esas cosas tan poco digno de una dama —dijo mientras fingía ser refinada y elegante, aunque no le funcionaba mucho a causa de que se estaba riendo.
Después de un rato de una que otra burla, mi tía empezó a contarme de todo lo que vivió desde que llego a Avonlea, sus historia iban desde que inventaron que era la amante de un señor casado hasta que trataron de echarla. Estuvimos hablando por mucho tiempo hasta que ya era hora de dormir.
Me estaba acostando cuando siento que mi tía abre la puerta.
- ¿Sara estás despierta?

-Si tía, me acabo de acostar, ¿por qué?

- Es que quería saber si ¿quieres hacer una pijamada? —hizo una pausa, su voz sonaba un poco temblorosa y supe altiro que había tenido una pesadilla, yo conocía ese sentimiento, lo sentía cuando soñaba con mis padres, ese sentimiento de soledad que te envuelve cuando sueñas con los que dejaron este mundo, mi tía había soñado con su marido, lo veía en sus ojos de nostalgia.

-¿Tía? —ella asomo su cuerpo, ya que solo podía verle la cara— ¿quieres dormir conmigo hoy? —su cara se iluminó un poco al escuchar eso.
Era entendible que no quería estar en su cama sola después de haber soñado con quien estaría compartiéndola si siguiera vivo. Le hice un lado para que pudiera entrar en la cama.  Después de que se acomodó en la cama, se produjo un silencio en toda la pieza, sin embargo no me incomodaba, más bien me sentía muy cómoda y segura.

-Hay que ponerle color a esta pieza —dijo cortando el silencio, yo solté una carcajada al escuchar eso.

- Yo había pensado lo mismo en la mañana, es deprimente —dije riendo.

- ¿Te parece si el viernes vamos a comprar pintura? —mis ojos se iluminaron, extrañaba pintar con ella, con mis padres también, pero con ellos ya no podría, en cambio mi tía seguía acá conmigo y la iba a aprovechar.

- Me parece estupendo, ahora durmamos que mañana tengo colegio y no quiero llegar tarde, porque la profe es un poco amargada —ella hizo un gesto para fingir que la lastime, pero como dije antes, ella no sabe actuar, entonces el personaje lastimado no lo aguanto por mucho y soltó una carcajada.
Se puso cómoda en la cama y me abrazo, ese abrazo tan familiar y lleno de cariño me trajo una paz tan familiar y tan nostálgica a la vez, la abracé de nuevo esperando que yo le estuviera transmitiendo el mismo cariño que me daba a mi. Después de un rato nos quedamos dormidas.









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Sakura
La semana pasó muy rápido y ya estábamos a viernes. Siendo sincera no pasaron muchas cosas interesantes, pero les voy a hacer un pequeño resumen. Me hice mucho más cercana a Moody y Charlie, incluso puedo llamarlos amigos. Deje en vergüenza a Billy y Josie de nuevo. También sentía que Anne quería hablarme, pero al juntarme con los hombres ella no se acercaba y cuando yo me iba a acercar, sus "amigas" la alejaban y ella no decía nada, así que yo volvía con mis amigos.  Además me acerqué a Bash y a Gilbert, y Delphine ahora me reconocía y cada vez que me veía una sonrisa se formaba en su linda carita. 

En este momento mi tía y yo estábamos en Charlottetown para comprar pinturas, pero no solo por eso, ya que cada una venía con un otro objetivo diferente.
Mi tía iba a ir a tomar un té con ¿Marilla? No me acuerdo muy bien de su nombre, pero sé que ella adopto a Anne. Por otro lado yo iba a ver si podía conseguir un trabajo de medio tiempo en una tienda de vestidos, ya que mi tía dijo que buscaban asistentes y a mi me interesa la moda, obviamente hoy me puse vestido, ya que si quería que me contrataran debía estar elegante y mis pantalones no eran muy elegantes, además de que la mayoría estaban sucios.

Después de comprar las pinturas cada una se fue por un camino diferente. Al ver la tienda desde lejos apresuré el paso y pude leer el cartel que estaba en la puerta "La Rue Auber", me gustaba ese nombre.

Al estar en frente de la puerta respire una vez más para tratar de calmarme y entre, una señora muy amable se acerco a mi.
- Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarla señorita?

-Buenas tardes, me llamo Sakura Jones Evans y vine por el aviso de que buscaba una asistente, ¿sigue desocupado el puesto? —ella parecía sorprendida y no la culpaba, después de todo solo estoy a dos meses de cumplir 17 años.

-Si, seguimos buscando a alguien, pero ¿no crees que eres un poco joven? —la comprendía ... enserio y era obvio que ella no trataba de hacerme sentir mal, ya que en todo momento su voz fue amable.

-Si, entiendo su preocupación, pero yo soy alguien muy trabajadora y tengo muchas ideas de diseños en mi mente —al ver que seguía dudando pasé al plan B— traje unos bocetos de diseños que hice por si le interesa verlos.

- Me encantaría verlos —saque mi cuaderno de mi bolso y se lo pase, pude ver una pequeña sonrisa en su rostro mientras pasaba la páginas, hasta que llegó a una página que se me olvidó sacar, era una donde diseñe un pantalón para mujer un poco apretado y una camisa que mostraba los hombros, ahora nunca va a contratarme— ¿usas pantalones? —me dijo mientras subía la mirada para verme, en un momento pensé en mentirle y negarlo, pero no podía hacerlo, ella era muy tierna.

- Si, pero si le molesta cuando venga a trabajar puedo usar vestido, es solo que enserio me gusta diseñar y...—iba a seguir hablando, pero me paro.

-Niña no te preocupes, yo estoy abierta a todo tipo de ideas nuevas, es más, si hubieras pasado por esa puerta con pantalones ya te habría contratado —me guiño el ojo—Bienvenida a La Rue Auber, será un placer trabajar contigo señorita Jones —estaba feliz, no podía creerlo, le tome la mano para cerrar el trato.

-Oh muchas gracias, le juro que no se va a arrepentir y puede decirme Sakura o Sara o Kara o Saki o como usted prefiera —ella soltó una carcajada al ver mi emoción.

-Si ese es el caso me puedes decir Jeannie, Kara —yo simplemente asentí y ella me empezó a explicar las cosas más importantes del trabajo.

Estaba muy feliz y no podía ocultarlo. Tenía una sonrisa mientras pensaba que mi tía iba a estar muy orgullosa, ya que es un sueño para mi y no quiero dejarlo en el olvido, aunque sé que me va a costar voy a hacer lo posible para lograr cada uno de mis sueños.







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Yap este es el capítulo de hoy, espero que les guste ❤️

La flor de cerezo. GBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora