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Gilbert
Estoy en una habitación oscura y la verdad no veo nada, todo mi alrededor es negro, pero una pequeña luz se iluminó al fondo y me acerqué a ella, ya que prefería ir a lo desconocido que quedarme en lo oscuro. Mientras me iba acercando empecé a escuchar voces, pero solo veía una luz. No podía escuchar bien entonces me acerque aún más, note que era una pequeña tele y la pantalla solo emitía luz y sonidos que ya podía distinguir.

- ...para mí tu nombre ya te define tal cual eres, dulce y delicada, pero a la vez alguien poderosa que llena todos los corazones con esperanza a ver la sonrisa que estoy viendo en estos momentos — ¿soy yo? — si quieres un apodo de mi parte, tendrás que esperar un poco porque tendría que buscar uno que te llegue a la altura
- No tiene que ser tan grande Blythe, solo mido 1,52 cm —yo conozco esa voz, ¿pero de dónde?

De la nada la pantalla se apagó, pero se encendió de nuevo.

-Oye Gilbert, esperó que no te moleste, pero te saque un pijama —¿quién saco mi pijama?

Pasó lo mismo con la pantalla, pero se demoró en encender, ¿qué me quiere decir?

- Cuando empezamos a salir yo sentía cosas muy fuertes por ti, pero algo pasó, no sé cómo explicarlo —yo me acuerdo de haber dicho esto es cuando terminamos con Anne.

- Por favor Gilbert, veo cómo la miras, lo qué pasó entre nosotros tiene nombre y es .....-la pantalla hizo un ruido raro y no pude escuchar su nombre.

Quería saber de quién hablaba, ¿será de Sakura? En verdad no importa porque la tele se volvió a apagar.

- No te vayas —¿por qué sueno como si estuviera dormido?

- Gilbert tengo que ir a preparar el desayuno —me acuerdo que Delphine me llevo desayuno una vez, pero esta voz no era de ella.
- Pero no tengo hambre, prefiero que nos quedemos así.
- No podemos quedarnos así toda la vida, déjame ir a hacer el desayuno para traértelo a la cama —porque siento que mi pecho se aprieta por el dolor que me causa no reconocer a la persona con quien hablo.

La tele se volvió a apagar y ya me estaba impacientando, ¿por qué no me muestra la cara?

- no te quiero, ¿entiendes? Solo aléjate de mi —¿a quién le dije eso y por qué?de la nada sentí un calor tan cálido por todo mi cuerpo como un abrazo, como el abrazo que me dio Sakura.

- ¡No Gilbert! Tú me prometiste que no me ibas a dejar, pero se me olvidó decirte que esa promesa también cuenta para mi —caí de rodillas al piso llorando, quiero recordar, por favor— ¡Yo no me voy a ir Gilbert, yo no me pienso alejar de ti!

La tele se volvió a apagar y yo seguía llorando, ¿por qué me pasa esto? Es como si mi mente estuviera jugando conmigo.

- Gilbert mi amor, te estaba buscando —de la nada una sensación de paz me llego y sentí esa calidez en mi mano.

- ¿Quién eres? —estaba voz yo no la conocía.

- Eso debería preguntarte a ti, ¿quién eres y qué haces hablando con mi prometido? — ¿prometido? Al escuchar esa palabra se me formó una sonrisa en mi rostro, aunque seguía llorando.

La pantalla se volvió a apagar, pero ya no se encendió, me impaciente y empecé a moverla.
- Por favor, por favor —empecé a suplicar mientras movía la tele— ¡NECESITO VERLA! —grite y sin querer la tele se cayó, pero una imagen apareció, se veía un poco borroso, pero la figura que aparecía yo la conocía. Era una niña muy hermosa, cuando puse la pantalla bien pude ver que su tez pálida hacía resaltar el color celeste de sus ojos, ¿o eran grises?

- Mucho gusto, soy Sakura.

Abrí los ojos de golpe

- ¡SAKURA! —era ella, siempre lo fue.
Me vestí rápido tenía que ir a verla decirle que la amaba y pedirle disculpas por olvidar, yo no quería. Baje a la cocina para avisarle a Bash, pero lo único que vi era una nota

"Gilbert con Muriel fuimos a despedirnos de Sakura, pero estabas durmiendo y no quisimos despertarte. También me lleve a Delphine"

No puedo creer que esto esté pasando de nuevo, me puse mi abrigo para ir, ya que la tinta seguía húmeda, por lo tanto no salieron hace mucho. Cuando salí de la casa me sorprendí al ver una carroza.

- Te dije que tenías que decírselo, Blythe —era Anne con Charlie— y Charlie me debes la plata porque yo gane —yo estaba muy confundido la verdad, no tenía ni idea de lo qué pasaba— súbete Gilbert qué hay que llevarte donde Sakura —en ese momento ya entendí todo, ella no iba a permitir que pasara lo de la última vez. Sin decir nada más me subí y vi que Tillie los acompañaba, pero se veía cansada.

- Gracias, Blythe, no pudiste confesarte ayer —se nota que la habían despertado para acompañarlos.

- Lo siento, Tillie, ayer no me acordaba de Sakura —los tres me miraron sorprendidos— sisisi ya la recuerdo y recuerdo todo —me puse a reír cuando escuché sus gritos de emoción, incluyendo a Charlie.

- Que felicidad —dijo Tillie para después abrazarme— si le llegas a hacer daño te juro que no serás capaz de tener minis Gilberts— me dijo en un susurro que solo yo escuché y de manera muy amenazante— ¿entendiste?

- Si —me sorprendí cuando me dijo eso nunca la había escuchado así y en verdad era amenazante.

Siendo sincero nunca me imaginé que iban a llegar a ser tan buenas amigas, ya que son como el agua y el aceite, pero al verlas se ve el cariño que se tienen.

La flor de cerezo. GBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora