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Sakura
Cuando termine de estudiar con Tillie aún había sol, pero no iba a durar por mucho tiempo, así que decidimos que era mejor que cada una se fuera a su casa y así lo hicimos.

Estoy muy feliz de haber hecho una amiga y espero que ella también piense de mí de esa forma, ósea que piense que en el poco tiempo que estuvimos juntas nos convertimos en amigas, aunque sólo con que me hable en el colegio soy feliz.....a quien engaño, quiero ser su amiga, incluso su mejor amiga, sentí una conexión que hace mucho tiempo no sentía, sentí en que podía confiar en ella y que lo poco que hablamos de nosotras mismas se lo va a guardar para ella y no se lo va a decir a ese grupo de "amigas" que tiene.

Cuando pude visualizar la entrada de mi casa me sorprendió ver a Gilbert sentado en la entrada, la verdad hoy no hablamos mucho, pero al estar presente Haru me acabo de dar cuenta de eso, aunque admito que me alegra verlo.
- ¿Qué haces aquí? —creo que esas palabras no son muy amistosas, pero ya las había dicho cuando me di cuenta de eso, solo espero que mi tono haya sido más amable.

- Oh lo siento no quería molestarte —creo que no cumplí mi objeto, pero no pude evitar reírme de lo tenso y preocupado que se puso.

- No te preocupes Blythe, no me molesta tu presencia —se calmó un poco, la verdad sus expresiones faciales eran muy fáciles de leer.

- Me alegra escuchar eso......vine porque hoy no hablamos mucho y ya se me hizo una costumbre, ¿creo?tener al menos una conversación contigo —no pude evitar sonrojarme por lo que me dijo, la verdad no entiendo por qué, pero al escuchar eso me puse nerviosa.

- Yo también note que no hablamos, la verdad lo note cuando te vi sentado —no podía evitar mantener mis ojos posados en los suyos, simplemente me sentía atraída por ellos— pero que bien que viniste porque tengo algo que contarte.

- ¿Qué cosa? —puso de nuevo esa mirada tan....él. Nos sentamos de nuevo en las pequeñas escaleras a la entrada de la casa para estar más cómodos.

- Tengo una amiga o eso creo —solté una pequeña carcajada— al parecer no todas están locas por ti —ahora él fue quien se rio.

- No sé si sentirme feliz por ti o triste al saber qué hay mujeres que son inmunes a mis encantos —ahora los dos reímos. Siento que puedo ser yo misma en todas las formas cuando estoy con él y eso...la verdad no sé describir lo que siento— puedo saber quién es.

- Aún no, te voy a dejar con la duda. Primero quiero estar segura que el sentimiento es mutuo —me vino a la mente el hecho de que él nunca se acerca o se mantiene distante cuando está Haru, ósea pasó el otro día en Charlottetown y en el colegio no se acerco a saludarlo— puedo hacerte una pregunta ahora yo.

- Algo en tu mirada me dice que mi respuesta no importa —soltó una pequeña risa que se me contagió.

- Tienes razón. ¿Cómo te cae Haru? —se quedó callado, no sé si fue por la pregunta o por lo directa que fui.

- No lo conozco muy bien como para tener una opinión de él —un silencio se produjo, uno no muy largo, pero se podía sentir un poco la tensión— ¿por qué preguntas?

- Te noto a la defensiva o distante cuando él se encuentra cerca —de nuevo se produjo ese silencio, creo que debería dejar de ser tan directa— hoy estuvimos todo el día con Moody y Charlie, que también son tus amigos, pero no te acercaste y si trato de acordarme ni siquiera puedo saber dónde estabas.

- Estaba estudiando —me respondió más rápido de lo que esperaba, lo que me hacía pensar que ocultaba algo— las pruebas para ingresar a las universidades están a la vuelta de la esquina —tenía razón, tal vez solo soy yo siendo paranoica.

- Te entiendo, pero recuerda que este año es el último en el que vamos a estar todos juntos, tal vez deberías disfrutarlo más.

- Tal vez tienes razón, pero no prometo nada —creo que me quiso dar una sonrisa, pero salió más una mueca que me hizo pensar que ese tema en verdad lo estresaba y no sé me ocurrió nada mejor que tomarle la mano.

Gilbert
Con solo sentir su tacto mi cuerpo se relajaba, esa calidez que me transmitía simplemente quería sentirla siempre. Baje mi mirada para observar nuestras manos mientras estaban unidas, para ver si podía tener una imagen mental que me durara para siempre de este momento, pero algo no me permitió disfrutarlo por mucho más.
- ¿Sakura? —mi voz salió más nerviosa que de lo normal.

- ¿Si? —a diferencia de la mía, su tono de voz mostraba lo relajada que se encontraba.

- ¿Qué te pasó acá? —solo me basto ver lo pálida que se puso o como se tensó su cuerpo para saber que mis pensamientos eran correctos, esas cicatrices alrededor de su muñeca habían sido planeadas y no eran accidentales.

- Ya sabes lo que me pasó Blythe —soltó un suspiro de alivio, tal vez hace tiempo quería decírmelo, pero no sabía cómo, la verdad no se me ocurre otra razón de ese suspiro— no estoy lista para contarte las razones o los detalles, aunque estoy segura que puedes deducir alguna de las razones.

- ¿Tus padres? —no sé como puede estar tan tranquila, ósea no está tranquila, se nota por su posición de alerta, pero su voz sale de lo más natural.

- Si —me siento mal, no sé qué decirle en este caso— fue hace más de un año y ahora puedo decirte que estoy bien Gilbert —me tomo las dos manos— enserio estoy bien —por fin pude despegar mi vista de su muñeca y la vi a los ojos, sus ojos transmitían preocupación.

- ¿Cómo es que te sigues preocupando por los demás? —le di una sonrisa para que se tranquilizara y ella me la devolvió.

- Fue en el pasado y toque fondo —sus ojos, llenos de sinceridad y valentía me llenaban el alma— ¿sabes lo bueno de tocar fondo? —levante una ceja para demostrarle mi confusión y ella solo soltó una carcajada— una vez que tocas fondo, lo único que puedes hacer es subir y eso es lo que hice, ahora que estoy más arriba, quiero ayudar un poco a los demás —la abracé, sinceramente quería abrazarla, quería que ella sintiera mi apoyo de alguna manera.

- Eres un ángel lo sabes ¿verdad? —se rio, me alegro haberle sacado una sonrisa.

- Te quiero Gilbert y gracias por escucharme —esas palabras hicieron que mi corazón empezara a latir de una forma que estoy seguro no es normal.

- Yo también Sakura y gracias por decírmelo —seguíamos abrazados y todo el mundo desapareció.

- Lo siento por no estar lista para contarte las otras cosas.

- No te preocupes, tú decides cuando estés lista, yo nunca te voy a apresurar ni nada por el estilo y si nunca estás lista no te preocupes, yo voy a seguir a tu lado —no me respondió solo se aferró mas fuerte al abrazo, es cierto lo que dicen, a veces las palabras no son necesarias.

Estuvimos unos minutos así hasta que se oscureció y tuve que irme a mi casa para no preocupar a Bash. Yo sé que Sakura está bien ahora, pero tengo una sensación de angustia en mi pecho, una que me dice que está paz no va a durar mucho y que la tormenta está por llegar.






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Holaaa, ayer no subí capítulo, estuve muy ocupada lo siento, pero voy a tratar de subir dos hoy ❤️

La flor de cerezo. GBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora