Ese no es un buen plan

3.8K 203 9
                                    

Ebbye

_El lunes fue un día raro porque cuando fui a cuidar a Lili, su madre estaba allí tomando una taza de café. Llevaba ropa casual y no parecía que en algún momento fuera a salir de casa.

—¿No va a trabajar hoy?— fue lo primero que pregunté después de saludarla.

Estaba sentada en la terraza mirando hacia la parte trasera de la casa.

—No— fue lo único que dijo antes de informarme que Lili iba a estar donde su abuela por una semana— .Toma asiento— invitó con una sonrisa que a mí me pareció forzada.

—¿Pasa algo?— De repente estaba nerviosa, no quería que supiera que estaba acostándome con su hermano.

—Sí, pasa algo. Ya sé lo que pasa entre tú y Harald. Pero no te preocupes, no estoy enojada. Solo estoy un poco abrumada. El padre de Lili apareció y no quiero que lo vea, tardó cinco años en aparecer y ahora no quiero que ella lo conozca— tomó de su taza.

—Realmente no sé qué decir, pero creo que Lili debería saber que su padre existe. A mí me hubiese encantado al menos tener un padre— la cocinera nos interrumpió dándome una taza de café.

—También lo creo, pero no quiero que sea todavía. ¿Cómo es eso de tu padre?— Me miró con curiosidad.

—Nunca lo conocí, mamá me dijo que nos había abandonado porque tenía una amante y la eligió a ella. El padre de Beth estaba enfermo cuando mamá lo conoció y murió cuando ella tenía dos años— comenté tomando de mi delicioso café.

Ella parpadeó por un momento y luego miró hacia el frente.

—No necesitamos a los hombres para nada, solo para tener hijos, pero aún así es doloroso cuando nos abandonan— cruzó sus piernas.

—Sí, tiene que ser duro— asentí.

Ambas nos quedamos mirando hacia el frente por un momento.

—¿Cómo son las cosas con Harald? Espero que vayan bien y no sientas vergüenza, sé que todo lo haces por Beth— Me colocó una mano en el hombro.

—Solo nos hemos visto un par de veces, mañana tengo que verlo otra vez. Pero me da curiosidad, ¿Harald suele pagar a mujeres para que tengan sexo con él?— pregunté con el ceño fruncido.

—Lo ha hecho algunas veces, incluso una de ellas terminó mal. Estoy harta de decirle que se busque una novia y deje de hacer esas cosas, pero no lo hace— Respiró profundo.

Supuse que se refería a la chica que se suicidó cuando dijo que una vez terminó mal.

—¿Harald tiene algún desorden emocional o algo así? Me dijo que no me sienta especial, que le hubiese ofrecido el trato a cualquiera que fuese a cuidar a Lili— Sonreí recordado aquello. Qué tontería.

—¿Eso te dijo? Es un mentiroso. He tenido muchas niñeras para Lili, eres la primera con la que tiene una relación. No tiene un fetiche con las Babysitters, solo no quiere admitir que vio algo en ti que le gustaba. Harald siempre ha sido así, hasta creí que sería sociópata. Cuando le gusta alguien la ofende, la hace volverse loca, la hiere y no es sano, pero no sabe demostrar afecto de otra manera. Espero que busque ayuda pronto, sé que tiene sentimientos, es su forma de expresarlos lo que me asusta— me quedé sorprendida con lo que había dicho Lila.

¿Realmente Harald era así?¿En qué lío me estaba metiendo?

—¿Eso pasó con la chica que se suicidó?  Lo siento, alguien me habló de ella— no pude evitar preguntar.

—Ella no se suicidó porque él la tratara mal, lo hizo porque no pudo con la culpa de lo que hizo. Ellos tenían una relación como la tuya y él. Pero él realmente nunca se había enamorado, tampoco lo hizo con ella y eso la enfurecía. Rompió el contrato para tener una relación estable con él, incluso estaba embarazada, pero dijo que si no era con él, no iba a tener un hijo con nadie más y se lanzó del último piso después de abortar. Harald no se enamora porque no tenga corazón, no lo hace porque no hay alguien que lo haga enamorarse— Demasiada información en tan pocos segundos.

—Vaya...— fue lo único que pude decir. Ese tipo de cosas no pasaban a mi alrededor, así que era raro.

—No le gusta que se enamoren de él y lo hostiguen, no le gusta que después de tener sexo duerman con él. No le gustan las cosas cursis, pero si le gustaste, está en tus manos hacer que él sea tuyo— Me guiñó un ojo.

—No quiero tener sentimientos por él, la verdad yo no estoy interesada en él. Solo lo hago por Beth— bajé la mirada, como si el café que comenzaba a enfriarse fuera lo más interesante del mundo.

—Y te entiendo, solo te estoy explicando dónde te metes. Está en tus manos la decisión. Le gustas, Ebbye. Y yo lo único que quiero es que él sea feliz. ¿Por qué no lo intentas?— Tomó mi mano izquierda y me miró con súplica.

—¿Quieres que enamore a tu hermano para que deje esa locura del sexo-dinero y él sea feliz?— pregunté incrédula.

—Eso es justo lo que quiero, claro, si estás de acuerdo— me sonrió. Eso me parecía un poco tonto.

—¿Qué se supone que debo hacer?— fruncí el ceño dejando la taza a un lado.

—Eso déjamelo a mí, yo puedo ayudarte— sonrió— ¿Quieres hacerlo?— preguntó con esperanza.

¿Quería enamorarme yo? Hasta ese punto era obvio que sentía atracción por él, pero no a tal punto. Ni nos conocíamos bien.

—Apuesto a que cuando terminan de tener sexo él te dice que te vayas o se pone distante— asentí. Aunque solo habíamos estado juntos dos veces— .Lo conozco mejor que nadie y sé cómo hacer que caiga a tus pies.

—Entonces hagámoslo— Estaba loca, pero quería hacerlo.

—Lo primero que necesito es que no seas sumisa, no lo hagas. A él no le gusta. Y no dejes que te mande, has tú las cosas. Llévale la contraria en todo. Eso es algo que nadie le ha hecho nunca y sacarlo de quicio será nuestro primer punto.

—¿Debo llevarle la contraria? ¿Y si me despide?— pregunté abriendo los ojos muy grandes.

—No lo hará. Ebbye, veo algo en ti que nunca vi en nadie. Por favor has tú mejor esfuerzo. Pero te advierto, no te doy garantía de nada. ¿Quieres hacerlo?

Tardé unos segundos para responder.

—Sí.

HARALD (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora