Ebbye
_¿Cómo era despertar con Harald? Horrible. No me dejaba respirar.
Él no dormía a mi lado, dormía encima de mí. Era la segunda vez que dormíamos juntos, y en las dos veces despertaba con un calor horrible.
Podía sentir su pecho desnudo cubriendo mi espalda, sus pies estaban mezclados con los míos. En fin, un desastre.
Estaba completamente sudada y no podía moverme, ¡Qué bello despertar!
−Harald− susurré−, la cama es grande ¿Por qué duermes encima de mí?− intenté voltearme para tumbarlo, pero no escuché respuesta alguna.
Intenté quitármelo de encima unas veces más, pero pesaba demasiado, opté por tomar el control y encender el aire acondicionado. Al menos podía resistir hasta que se quitara.
−Eres un idiota, estás violando mi espacio personal. No sé por qué no duermes en tu lado de la cama. Eres la persona más odiosa que conozco. ¿Por qué eres tan terco? Pesas demasiado− susurré aprovechando que dormía.
Hasta que sentí un pellizco en mi pierna.
−Estoy despierto hace rato− dijo bajándose de mí.
Me coloqué boca arriba y me senté, ya sentía que respiraba.
−Bueno, no es en serio. Lo dije porque creí que iba a morir asfixiada. No lo tomes muy en personal− Sonreí nerviosa.
−¿Sabes por qué duermo encima de ti?− preguntó halándome hacia él.
−¿Es un fetiche?− Sonreí acariciando su barba.
−No. Porque el poco tiempo que duré con mi madre biológica, dormía encima de ella, pero ella me rechazaba− Apretó sus labios.
−Ya me convenciste, puedes dormir encima de mí− Le di un beso en el cuello.
−No me beses ahí si quieres caminar bien− Rodeé los ojos. Pervertido.
−Vamos a la playa− invité.
−Primero vamos a desayunar, báñate− Me dio un casto beso.
Me di un baño corto, cuando salí, saqué un traje de baño de mi bolso.
Era diminuto y de un color azul oscuro.Me coloqué un vestido por encima y bajé.
Ambos desayunamos, luego Harald subió, se bañó y bajó con una camisa que mostraba sus músculos y unos pantalones por las rodillas. Mordí mi labio sin querer.
−Se te cae la baba− Sonrió. Le encantaba inflar su ego.
La playa estaba al cruzar la calle, por así decirlo. Las olas se movían por fuerza, llevando a las personas a la orilla.
No puedo decir que el lugar estaba atestado de gente, pero sí había una cantidad suficiente de personas.
Nos sentamos, Harald inmediatamente tomó su celular y comenzó a teclear rápidamente, saqué el protector solar.
−Harald− dije, pero no me respondió−. Harald, ¿Podrías ayudarme a poner esto?− pregunté, pero no quitaba la vista de la pantalla.
−Dame un momento− pero siguió escribiendo. Así que me rendí. Me quité el vestido y caminé hacia la orilla. No importaba si me ponía como un camarón.
Me quedé en la orilla un momento.
−¿Estás sola?− preguntó un hombre a mi lado.
No pude fijarme nada más que en sus ojos. Tenía unas pestañas largas y unos iris avellana que llamaban bastante la atención. Era muy atractivo.
−No, no vengo sola. Pero mi novio está ocupado− dije poniendo una mano en mi cara para cubrirme del sol. Pero él se colocó frente a mí, cubriéndome.
−Soy Alan, mucho gusto− Tendió su mano.
−Ebbye− Le devolví el gesto.
−¿Y a qué te dedicas?− preguntó con una sonrisa.
−Soy asesina− Bromeé−. Mentira, acabo de graduarme. Soy veterinaria− sonreí.
−Oh, ¿En serio? Entonces es una coincidencia gigante porque yo también, ¿Estás trabajando?− entró las manos en sus bolsillos delanteros.
−De hecho, no− Miré a Harald a lo lejos y nuestras miradas se cruzaron. Lo ignoré, tal vez su celular era más atractivo.
−Trabajo en una veterinaria nueva, hace falta más personal, si quieres puedes darme tu número y te envío la información. Te daría una tarjeta, pero no las traje− Sacó su celular. Le di mi número.
−Amor− Harald se acercó. Intentó agarrarme por la cintura, pero me alejé. Idiota.
Sabía que no tenía buena cara, así que no lo miré.
−Bueno, hablamos luego− Alan se alejó.
Caminé hacia el agua y empecé a mojarme.
−Ebbye− Lo escuché detrás de mí. Lo ignoré−, Ebbye− repitió.
−¿Qué?− me volví hacia él cuando el agua tocó mi cintura, esperando que se disculpara por ignorarme.
−¿Por qué te dijo que hablarán luego?¿Le diste tu número?− preguntó ¿En serio?
−Sí, hablaré con él luego. También vendré con él a la playa y le diré que me ponga protector solar porque tú no lo hiciste porque preferiste tu celular− bufé saliendo del agua. Ya me había enojado.
Supe que se había enojado cuando se quedó en silencio y ambos llegamos a la cabaña por separado.
No tomé un baño porque realmente no me había mojado, así que solo me quité la arena de los pies. Harald estaba haciendo algo en su computadora y yo bajé a la sala a ver alguna película de terror.
Harald salió en su auto unos minutos después, no me dijo hacia donde iba. Ambos nos estábamos ignorando. No era yo la que iba a arreglar las cosas, sobre todo porque yo no había hecho nada malo.
Llegó un rato después y me entregó una bolsa de regalo.
−Toma, para que puedas hablar cómodamente con tu queridísimo Alan− Subió las escaleras.
Supe que era un celular cuando lo abrí. Lo acepté solo porque él tuvo la culpa de que el mío estuviera roto.
Subí las escaleras y entré a la habitación, dejé el nuevo celular en la mesita de noche y me senté a su lado en la cama. Cerré la laptop que tenía en sus piernas.
−Dime si así serán las ocho citas que faltan para no ir a ninguna, por favor− dije y me miró serio.
−Tenemos que hablar− Se puso frente a mí y dejó su ordenador a un lado.
−No puedes usar tu celular si estás conmigo y tampoco puedes enojarte cuando alguien me hable− bufé.
−¿Por qué no puedo enojarme? Tenías un traje de baño diminuto y un idiota se te acercó ¿No puedo ponerme celoso?− preguntó calmadamente.
−No estoy enojada por eso, estoy enojada porque no me hiciste caso− aclaré removiendo mi cabello.
−Estaba dando órdenes a mi secretaria. Lo siento− Apretó mi rodilla.
−Eres una persona muy ocupada, no puedes desaparecer por dos días− Agarré su mano.
Me dió un beso, fue lento y con pasión. No fue salvaje, fue suave. Mordió mi labio, haciéndome delirar.
-Lo siento si soy celoso, pero estás conmigo ahora y no quiero pelear contigo.
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HARALD (Editando)
Romance¿Te gusta llorar como Magdalena cuando pasa algo malo con los protagonistas?. ¿Te enamoras a diario de esos personajes fríos y sin corazón que te hacen temblar?. ¿Te gusta reír por horas frente al celular y que tu familia te vea como si estuvieras l...