Mi pequeña gran ilusión 「Yoonmin」 「Omegaverse」

Capítulo III

— Lo siento — le decía a Bae mientras lloraba y caminaba al trabajo.

En la noche ambos caímos rendidos al sueño, pero al despertar esta mañana para el trabajo los recuerdos de malos tiempos y malas decisiones volvieron, quiero con todo el corazón olvidar, pero me es imposible. Las mañanas se hacen cada vez más frías, pronto caerá la nieve dejándonos ver su espléndido y frío color, tal vez tenga que comprarme un calienta manos, aunque lo más probable es que se quede en la intención, tengo que priorizar cosas más importantes. Quisiera que todo esto solo fuera un mal sueño, pero cada mañana al despertar me encuentro siempre en la misma fría y oscura habitación, sé que no es la condición más idónea para tener un bebé, por el momento es lo único que puedo pagar. Antes de entrar al edificio me seque las lágrimas y después saludé a Seoyeon.

— Buenos días Seoyeon — la saludé un tanto desanimado.

— Buenos días Jimin y buenos días Bae

Fui directo a la oficina a dejar a Bae, no me sentía muy bien de ánimos tenía una extraña combinación de culpa, tristeza y angustia, culpa por hacer que Bae tenga que pasar por todo esto, tristeza por como terminaron las cosas y angustia por no saber cómo arreglarlo. Acomode a Bae en el sofá cubriéndolo con su cobija, le di un beso en la mejilla y me arrodille en el suelo frente a él.

— Te amo Bae, por favor no me odies — le pedía entre lágrimas mientras él dormía.

Hay veces en las que no puedo evitar llorar, trato de siempre ser optimista por Bae pero aveces simplemente no puedo. El llanto de Bae hizo que volviera en si.

— Lo siento, ¿Te desperté?, — pregunté acariciando su cabeza — lo siento por favor no llores

Creo que mis feromonas lo despertaron, cada vez que estoy triste el aroma de mis feromonas se torna agrio y un tanto amargo.

— Buenos días Seoyeon

— Buenos días señor Min — haciendo una reverencia.

— ¿El joven Park ya llegó?

— Si señor, está en la oficina

— Gracias — yendo a la oficina.

— Bae por favor no llores, tengo que ir a trabajar — le pedía entre lágrimas.

— Permiso, — abriendo la puerta — buenos días

— Bu...buenos días señor

— ¿Por qué lloras? ¿Pasa algo?

— No es nada — le respondí secando mis mejillas.

— ¿Y Bae por qué está llorando?

— Yo... creo que lo desperté

— Si quieres calmarlo será mejor que te calmes tú primero, el aroma de tus feromonas ahora lo debe estar alterando

— Lo siento — me disculpé para nuevamente romper en llanto.

— No llores, ten te traje un café — entregándome un vaso desechable.

— Gra...gracias

— Trata de calmarte esto solo hará que Bae llore más

— Está bien — dije para luego dar un sorbo al café.

— Shhh... calma — le decía a Bae mientras se acercaba.

— Eh señor

— Dime

— Na...nada

Quería decirle que había comenzado a esparcir sus feromonas, pero al parecer eso iba calmando el llanto de Bae, me sentí muy inútil ya que se supone que yo debería calmarlo. Pasaron los minutos hasta que se volvió a quedar dormido, yo ya estaba más tranquilo.