Mi pequeña gran ilusión 「Yoonmin」 「Omegaverse」

Capítulo XXXII

Nos quedamos en el sofá mientras que Bae se dormía, está intranquilo y no parece querer dormir, estoy sentado sobre el respaldo del sofá mientras seco el cabello de el señor Min, dijo que me perdonaba sin saber que fue lo que hice, es un buen hombre.

— ¿Es normal que ya no llore?

— Mmm... supongo que ya no tiene motivos para hacerlo, su presencia y su aroma lo tranquilizan — le dije para luego besar su cabeza.

— Creo que también influye en como te sientes, ahora estás tranquilo y sin preocupaciones, Bae debe notar eso

— ¿Cómo podría notarlo?

— Por el aroma de tus feromonas, antes solía ser amargo y seco, pero ahora es fresco e incluso dulce, ya que tu aroma es el de una flor, el como te sientas influirá en el estado de esta, puede ser marchito y seco o fresco y dulce

— ¿Y si el aroma no es floral?

— Se puede tornar de muchas formas, si estás triste o molesto se tornará amargo, ácido, fuerte, todo dependerá de su tipo de aroma

— Hmm... entiendo

— El tuyo es inesperadamente dulce

— ¿Eso es malo?

— No, me gusta, es un tanto adictivo después de un tiempo, el sabor de tu piel es igual de dulce

— No debería decir ese tipo de cosas tan a la ligera señor — sonrojado.

— ¿Porque?

— Solo no debería

Bae se durmió después de unos largos minutos, así que lo fuimos a dejar a su cuna, antes de acostarme me fui a dar un baño, cuando terminé me acosté junto a el señor Min.

— Te quitaste las banditas — me dijo mirándome tras tomar mi cintura y subirme sobre él.

— Si, sería incómodo dormir con ellas

— Tu cabello sigue húmedo

— Lo siento — tocandome la cabeza.

— No importa

Me encanta estar así con él, es tan cálido, desabroche los primeros botones de su pijama y comencé a acariciar la marca de chupetón que tenía un su clavícula, se ve linda.

— ¿Porque la miras tanto?

— El que usted tenga eso ahí, me hace sentir como si fuese mío

— ¡Hmf! lo soy, soy solo tuyo

Besé la marca en su clavícula, el señor Min acariciaba mis marcas en el cuello, debe pensar lo mismo que yo al verlas y sería con justa razón, jamás me eh considerado perteneciente a alguien pero si a él, aunque no se lo diga yo soy y seré siempre suyo. El señor Min comenzó a besar mi cuello mientras acariciaba mi espalda por debajo del pijama, tomó mi cintura y me dejó en la cama para subirse sobre mi entre medio de mis piernas, puse mis manos en su nuca enredando mis dedos en su cabello, sus manos pasaron de mi espalda a mi abdomen y de a poco a mis pezones, se siente bien, sus manos y sus toques hacen que comience a tener calor, hasta que un leve jadeo saliendo de mi boca me hizo reaccionar.

— Señor no, por favor no me toque así

— ¿Porque?

— Por que... mi cabeza está rara, pienso en cosas que no debería y si usted sigue tal vez reaccione como no quisiera — avergonzado.

— Con reaccionar como no quisieras ¿Te refieres a esto?, — presionando su miembro contra mi — ¿Lo sientes?

— S...si