Mi pequeña gran ilusión 「Yoonmin」 「Omegaverse」

Capítulo LIV

Caminé por la calle tratando de tranquilizar o más bien hundir estos malos pensamientos, Haebom se ve que es un buen chico, no quiero hacerme una idea equivocada de él por celos absurdos, ni siquiera sé por qué tengo celos, confío en el señor Min.

— ¿Bae tu que harías en mi lugar? — le pregunté mientras caminaba.

Me siento estúpido en este momento, no debería estar pensando en eso, no tengo motivos reales. Me miró un tanto incómodo más que molesto, no quiero tener problemas, además es muy talentoso, sería injusto quitarle está oportunidad, más aún cuando lo vi tan emocionado ayer, el señor Min también parecía feliz, no voy a arruinar eso, me encanta verlo así.

— El señor Min te ama, me lo dijo, no tienes idea de lo feliz que me hizo oír eso, es un buen hombre, no debo atreverme a dudar de él, tal vez de Haebom..., no, no, estaremos bien

Seguí caminando mientras me repetía que soy demasiado estúpido, solo me siento inseguro eso es todo. Haebom es un joven muy hermoso, debo sentirme inferior ante él, es el estándar de los Omegas, apuesto a que si sabe cocinar, no como yo. Después de tanto caminar llegué a la tienda en donde le compraría su juguete a Bae, hay de muchos tipos para morder, de diferentes colores y formas, elegir uno parece díficil entre tantos.

— ¿Cual deberíamos llevar?

Obviamente no esperaba una respuesta, pero no dejaba de ver uno de los juguetes, supongo que ese le llamo la atención, lo tomé y me dirigí a la caja para pagarlo, estos últimos días está más despierto y aveces incluso balbucea cosas sin sentido, es tan tierno.

— Bien ahora vamos a la librería

No quise darle su juguete de inmediato ya que prefiero sumergirlo en agua caliente primero para eliminar todo tipo de residuos de plástico, tal vez estoy exagerando demasiado pero es mejor prevenir, mientras tanto debo evitar que se meta su peluche a la boca. El señor Min aveces es muy infantil, lo que le dije a Bae no sonó muy maduro pero es un bebé, de que otra manera se le explicarían las cosas, aún así me gusta oírlo reír.

— Digan lo que digan conejito es tu amigo y no debes comertelo

Al llegar a la librería saludé al dueño y me dirigí a la sección de lectura, puedes comprar libros o simplemente quedarte a leer, es un lugar agradable que fomenta la lectura, especialmente en los jóvenes. La primera vez que vine aquí fue porque quería comprar un libro que anhelaba demasiado, pero aún no reunía el dinero suficiente, el señor me dijo que podía leerlo sin problemas y si después aún quería comprarlo era mi desición, siempre tienen ediciones fuera de sus fundas para que podamos leerlas, de todas formas ahorré el dinero suficiente y compré el libro después de haberlo leído. Este lugar me trae muy buenos recuerdos, nunca fui una persona muy sociable, me costaba mucho hacer amigos, el leer me ayudó a distraerme. Además aquí conocí al padre de Bae, él me vio varias aquí adentro leyendo pero la primera vez que me habló fue cuando iba saliendo, me sorprendió demasiado ya que me gritó "Oye" y después me tomó del brazo, estaba confundido, pensé que tal vez había olvidado mi bolso dentro de la librería, me pasó varias veces por distraído. En realidad sólo quería mi número de teléfono, no estaba seguro de hacerlo pero vi el libro que traía en su mano y quise arriesgarme, tenemos los mismos gustos en cuanto a lectura, tenía razón, nos llevamos muy bien durante los primeros meses hasta que conocí a sus padres, en ese momento cambio todo, en parte los entiendo, estaban preocupados de que su hijo saliera con un joven que no tiene nada que ofrecer además de que estudia en una secundaria pública.

— Yo también me preocuparía si sales con alguien así, pero... si te hace feliz y realmente se aman sabrán cómo salir adelante, después de todo cuando encuentras a esa persona quieres darle lo mejor de ti — le dije a Bae mientras lo sentaba en el suelo frente a mi.