Han sido muchos los meses en los que he estado publicando esta historia, pero Alma y Martín llevan en mi cabeza algo más de tres años. Llegaron de repente y sin esperarlo se convirtieron en un lugar seguro al que podía acudir cuando lo necesitaba. Al principio solo eran una chica orgullosa, un chico que necesitaba escribir para liberarse, un hotel y un pasado en común. Sin embargo, Alma y Martín para mí son mucho más que dos personajes, han sido quienes les han dado vida a mis palabras y a mis pensamientos.
Esta historia es muy especial para mí por muchos motivos. Uno de ellos es porque es la primera a la que he conseguido poner fin y por eso siempre tendrá un hueco especial en mi corazón. Los protagonistas no son perfectos y se equivocan tres de cada cuatro veces, pero logran aprender de sus errores para seguir avanzando, luchando por lo que quieren conseguir.
Me gustaría dar las gracias a todas las personas que decidieron en algún momento darle una oportunidad a esta historia y acompañar a Alma y Martín mientras encontraban su camino. Gracias a quienes habéis estado semana a semana, esperando un nuevo capítulo para leerlo en diez minutos y querer que pasara una semana para poder leer el siguiente. Gracias a los lectores que estuvieron ahí desde el primer momento y a los que se incorporaron más tarde. Todo esto es por vosotros. Gracias por acompañarlos en el camino. Gracias por acompañarme a mí en todo este proceso mientras vaciaba un poco mi alma.
Este es el punto final de su historia y me despido de ellos con mucha pena, aunque siempre quedará la posibilidad de bucear en las letras de su historia para volver a ellos.
Muchísimas gracias por todo. Espero que podamos leernos en otras historias.
PD: Si os gustaría leer algún extra en un futuro, podéis poner aquí cualquier sugerencia.
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Todas las lunas que compartimos
RomanceCuando Martín vuelve, Alma tiene el corazón roto y su reencuentro hará temblar los cimientos sobre los que han construido sus vidas. *** Alma de Luna trabaja como recepcionista en Caelum. Sin embargo, pasarse todo...