Olimpo

7.8K 479 26
                                    

Lisa

—Rosé eres una idiota —reí, estaba jugando con la ruleta de deseos de los mortales.

—Es divertido —respondió mirando todo lo que estaba causando.

—Si Hera te ve, seguro y te mata —dijo Jin.

—Hera ni siquiera se preocupa por los mortales —contesto Rosé y rodó los ojos.

—En eso tiene razón— admití.

—Al menos nosotros le podemos dar un poco de felicidad —volvió a decir.

—Yo solo decía... —respondió Jin.

—Todo se ha vuelto un desastre desde la última vez que lo arreglé —hablé jugando con las plantas— ¿Oigan cuanto ha pasado de eso por cierto?

—Creo que unos diez años, Hades ha reforzado todo el inframundo, también el mundo con demonios, brujos y vampiros — contesto Jin.

—Cierto, lo ha puesto un poco difícil con sus estúpidos vampiros pero los demonios son más difíciles de matar —respondí.

—Veremos que misiones nos tocan este mes —dijo Rosé— solo faltan dos días —me encogí de hombros, era lo que menos me preocupaba.

—A ti siempre te dan las mejores misiones, por eso no te quejas — dijo Jin y reí.

—Yo también estoy a gusto con las mías— habló Rosé.

Vi pasar a quien es mi amor platónico, mis suspiros muchas veces llevaban su nombre.

Taylor Gill, hija de Artemisa, era una semidiosa.

—¿Al menos puedes disimular?—  cuestionó Rosé codeando.

—Escuché por ahí que está saliendo con un mortal, eso dicen las malas lenguas —habló Jin.

—Es mejor a que esté con uno de los estúpidos demonios de Hades y que la echen del Olimpo como a su hermana —dije encogiéndome de hombros.

—Tienes razón, por cierto ya no escuche nada acerca de ella —murmuró Jin.

—Creo que está en el inframundo con ellos —se unió Rosé.

—Es lo más seguro —me encogí de hombros—  Zeus quería su cabeza —respondí— Ahí se protegida por Hades.

—Bueno los voy dejando, iré a descansar que en dos días habrá mucho trabajo chicos, seguro que tendremos una lista larga —dijo Rosé despidiéndose y agite las manos.

—Yo iré a rondar por la tierra, estoy aburrido —Jin sacudió sus manos, sabía que iría a buscar mujeres.

—Nos estaremos viendo —me despedí— adiós.

Yo también iría a dar una vuelta por la tierra, no tenía mucho que hacer en el Olimpo. Volé lo más rápido que pude hasta llegar al hermoso lugar que alberga a los humanos, al bajar miré el radar.

Grinderwald-Suiza, empecé a deslizarme por las piedras. A lo lejos vi un pueblo no tan grande estaba cubierto por nieve, un poco más lejos logré ver otro pueblo pero este solo tenía tres casas. 

Me llamo la atención así que decidí ir hasta ahí.

Me detuve antes de llegar, sospecho que es un aquelarre. Lo más seguro es que se están escondiendo del pueblo, hay bastante vegetación y es poco probable que los mortales quieran explorar estos lugares.

Todas estaban dentro de una casa, era la más grande. No alcancé a ver a nadie de cerca pero estaba segura que había como máximo unas diez a doce brujas y brujos.

—No eres bienvenida —hablo alguien a mis espalda.

—Maldito demonio —dije y giré con mi espada.

Vi su cabeza rodar, el piso se abrió y su cuerpo se hundió en la arena con su cabeza.

Nunca se puede estar en paz en esta tierra.

Born to die |Jenlisa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora