Se suponía debia ser el héroe que salva al mundo, pero mis logros fueron robados y otorgados a mi hermano.
La santa me acusó de violación y homicidio para que sus camaradas testisficaran en mi contra. El rey me condenó y acabé como carne para los ex...
"...Una historia transmitida por los juglares a través de las eras relata el juego que los dioses decidieron iniciar con los habitantes de este mundo.
Un mundo sumido en caos no estaba completo ante los ojos de estos seres que no eran más que espectadores y vigilantes. Algo más allá del entendimiento común debía mostrarse para su entretenimiento... Desesperación y Exterminio.
Los profetas recibieron mensajes y se convocó a las ochenta y ocho razas para pelear por las cincuenta y siete estrellas y así obtener el poder que los dioses manejaban. Las guerras que sobrevinieron a continuación fueron tan sanguinarias y encarnizadas que duraron mil trescientos veinte años. El resultado fue atroz. De todas las razas, más de la mitad fue exterminada y las que quedaban, viendo que su extinción estaba próxima, decidieron mezclarse usando Light Mandragora; dando paso a nuevas razas mestizas y más fuertes.
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Así surgieron las cuarenta y dos razas y clanes actuales que se dividieron las estrellas en el Concilio de Polaris. Todo para evitar que esta devastación se repitiese en un futuro. Cada nación y pueblo de hombres, enanos, nagas, lycans, liches, brujas, demonios, drows, entre otros actuaron bajo su propio interés y tomaron la decisión de que no seguirán el propósito de destrucción sino el de protección propia y el de su pueblo. De allí nacieron los Santos Caballeros que serían los portadores de los anillos astronómicos; armas con un poder específico por usuario y habilidad.
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Pero los santos comenzaron a ser temidos, odiados...ya que la energía que emanaban los anillos era de tal magnitud, que su influencia afectaba su cordura y terminaban corrompidos por la avaricia y la traición mientras que en el trayecto, los anillos consumían sus esencias hasta fusionarlos con su núcleo. Ante la nueva calamidad, un niño que había perdido todo, suplicó a los dioses para evitar una nueva matanza en camino entre los usuarios, a cambio de su vida. Pareciera que fueron conmovidos por este sacrificio y optaron por abrir las cerraduras para que los anillos recuperaran su voluntad. Ahora los anillos podían decidir quedarse o partir al firmamento y las reglas cambiarían a favor de los portadores que lograrían soportar la influencia de estos.
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