Sᴇᴄᴜɴᴅᴀʀɪᴏ ➞ Tʀᴜᴇɴᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]

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Mora🥀

-¿Que queres de mi, Germán?- pregunté como pude.

-Cállate la boca, hija de mil puta- me pegó una cachetada.

-Ya te di todo, no se que mas queres que te de- dije sobre la soga que atravesaba mis labios.

-Lo único que quiero es que te calles la boca, ya me cansaste estupida- me volvió a pegar.

-No me voy a callar, déjame en paz, hace 5 años termino nuestra relación, vos me dejaste- me largue a llorar.

-Vos me gorreaste a mi, ¿como querías que no te deje?- preguntó irónico.

-No te gorreé Germán, vos me gorreaste a mi, encima con mi prima- lloré con más ganas.

-Bueno, cerra el pico, ya me cansaste- me ajusto la soga.

Me volví a largar a llorar, éste se fue cerrando la puerta con llave.

Como pude saque mi celular; porque tenía las manos atadas y corrí las manos hacia un costado.

Lo desbloquee con los dedos que tenía libre y marqué el número de Mateo, el único nombre que llegue a ver.

Trueno⚡️

Estaba manejando y me entró una llamada, me quede sorprendido al ver el nombre; Mora.

-Dámelo- le dije a Martina.

Ésta me lo alcanzo y me miró expectante.

-Hola... Si... Donde estás?... Con quien?... Bueno, decime rápido la dirección, por favor... Listo, estoy yendo... No por nada... No te va pasar nada, pero yo también te quiero...- sonreí y corte.

-¿Donde está?- preguntó Martina ansiosa.

-En una casa en el medio de un campo de un tal Germán- respondí acelerando a fondo.

-Ese hijo de mil puta- dijo Martina por lo bajo, pero llegue a escucharla.

-Avísenle a Biza, que cambiamos de dirección- pidió Amorina.

Martina asintió y marcó su número.

(...)

Ya habíamos llegado a la casa anteriormente nombrada, solo había que ver cómo entrar.

-Fíjate en la gaveta de la camioneta, tengo un arma, tráela- le pedí a Martina.

Ésta asintió y fue rápido a buscarla, volvió en cinco minutos.

-Toma- me la entrego.

-Gracias- susuré.

Me la acomode en la cintura y me adelanté, es decir, me acerqué más al galpón.

Les hice seña a las chicas que se queden y a Biza, le dije que me acompañe.

Éste asintió y siguió mis pasos al pie del cañón.

Entramos despacio por una ventana que había abierta, en realidad, estaba rota.

Pase yo primera y después paso Biza, con mucha discreción, sin hacer mucho ruido.

Escuché a Mora llorar, pero era muy bajito el sollozo, por ende no me podía guiar.

-¿Tenes arma?- le pregunté a Biza.

Éste asintió y me mostró una AK-47.

Asentí y nos adentramos a la pieza de adelante.

Estaba tirada ahí, con una soga sucia en la boca, con las manos atadas con cadenas y sin ropa, únicamente, ropa interior.

Me quedé de campana, para ver que no venga nadie y le hice seña a Biza que pase.

-Pasa vos, yo te hago de campana, ella te quiere a vos- me guiño un ojo.

Esas palabras, fueron directamente un puñal en el pecho, nunca me imaginé que después de nueve meses, ella siguiera queriéndome.

Asentí con un poco de tristeza, me metí a la habitación, me acerqué rápidamente a ella y me arrodillé para quedar a su altura.

La desate, primero le saque la soga de la boca, después le saqué las cadenas, las cuales dejaron marcas moradas en sus muñecas y por último, le saque las cadenas de los pies.

-Grac...- la interrumpí.

-No me agradezcas nada- sonreí.

La ayude a pararse, con muchísimo cuidado, le agarré la mano y nos escapamos, los tres, por la misma ventana por la que entramos.

-¿A donde te pensas que te la llevas?- preguntó una voz demasiado gruesa atrás mío.

Me di vuelta y lo miré; así que, este era el tal "germán".

***

Se quedaron sorprendidas, no se lo esperaban NI AHÍ.

Ustedes q lo culpaban al gordo Roke, pobre gordo JAJAJAJAJAJJA

Ya van a ir conociendo a Germán...
No les va gustar para nada y no les va caer ni un poquito bien.

Opiniones📥

Romi<3