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–20 días después...–

Mora🥀

Por fin, después de 20 días, podíamos volver a casa; a nuestra casa.

Porque si, nos tuvimos que quedar, bah, me tuve que quedar internada, debido a que los bebés habían nacido antes de la fecha de parto pactada.

Me encontré con la sorpresa de que Mateo, había comprado este departamento, ¡hermoso y amplio!

En este momento, estoy acostada mirando el techo, mientras pido por favor, que no se despierte ninguno de los niños.

-Amor, ¿te puedo confesar algo?- me preguntó Mateo de la nada.

-Si amor, no me asustes- respondí nerviosa.

-¿Te acordás que el día que estabas por parir te dije que tenía dos noticias para darte?- preguntó vuelteando el tema.

-No, nomás me interesaba hacer fuerza para que nazcan los bebés- respondí sincera- Pero decime, ¿Que noticias?

-La buena, es está, que pude comprar este departamento, para que vivamos juntos, demás, la mala, es que nunca estuve secuestrado- largo en el aire.

Y yo a eso hablo sabía; porque cuando llegó al hospital, llegó en perfecto estado y apenas lo llamaron.

-Lo sabía- dije con una tranquilidad que ni yo sabía que la tenía.

Mateo dió un suspiro largo, como que se alivio de la situación.

-Perdoname mi amor- dejo un beso en mi mejilla.

-Si amor, no me molesta, era peor si me decías que estuviste con una mina, enserio- dije con un humor, pero con un toque de seriedad.

-Eso, jamás, despreocúpate- sonrió dándome seguridad.

Sonreí también y dejé un pequeño beso en sus labios.

(...)

Cuando me había logrado dormir, escucho muy levemente el llanto de uno de los dos bebés.

Mateo me dió un beso en la cabeza, dándome a entender que iba él, pero mi instinto de madre; no me permitió quedarme acostada.

Me levanté, con muy pocas ganas, me refregue las manos en los ojos, para despabilarme y seguí mi camino.

Entre a la pieza de ellos, estaba sentado Mateo en la silla mesedora, con Clarita en los brazos, intentando calmarla.

-Amor, debe tener hambre- me dijo.

-Dale de comer- lo jodí.

Ambos soltamos una carcajada.

Mateo se paró y se acercó a mi.

-Hacela dormir, que yo voy al baño, porque verte con esa remera, me alteró los sentidos- me dió a Clara.

Me reí por como lo dijo, pero ya había notado que le empezó a crecer el bulto debajo del pantalón.

Me senté en la sillita, le di de comer a Clarita, una vez que ví que se durmió, la dejé en la cuna y baje a la cocina.

Al rato, sentí pasos atrás mío; Mateo había terminado su trabajo y estaba viniendo hasta donde estoy yo.

Me pelé una manzana, la corté, la puse en una compotera, me serví un vaso de agua y me senté en el sillón.

Mateo hizo lo mismo que yo, pero en vez de una manzana, saco una chocortorta viejisima.

-Amor, eso te va descomponer del estómago, te lo digo desde ya- le avisé.

-¿Porque amor?- pregunto curioso mirandome.

-Hace más de dos meses que está en la heladera, tirala, está tarde te hago otra- sonrei.

Mateo sonrió, tiró la chocortorta, limpio la fuente, la guardo y se vino a sentar conmigo.

-¿Me das?- me pidió manzana.

Asentí, pinche un pedacito de manzana, le hice avioncito y se lo comió.

Mateo me dió un beso, el cual acepte gustosa; pero las cosas fueron subiendo de tono.

Le estoy por sacar la remera, pero empiezan a llorar, los dos mellis a la vez.

-Me había olvidado por un momento, ... ¿Cuando será el día, que podamos volver a garchar en paz? ...- preguntó para él.

Me rei ante esa pregunta.

-¿Vamos?- pregunté conteniendo la risa.

-Vamos- asintió.

Dejo un beso en mi mejilla y subimos ambos arriba.

***

Los mellis ya están en casa, Mora está en casa.

Agradezcan que les público un cap todos los días casi.

Bueno, disfruten que esta vez; queda poco enserio.

Pero vayan preparándose; se viene una novela nueva, pero esta vez, de Bizarrap...

Romi<3

Sᴇᴄᴜɴᴅᴀʀɪᴏ ➞ Tʀᴜᴇɴᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora