Cap. 34: De amigas y amantes

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Mientras el cuerpo empezaba a ser insuficiente para algunos, buscando besarse el alma, para otros era el remedio codiciado que más deseaban y se morían por poseerlo. Algunos maldecían la noche culpándola injustamente de su soledad cuando los únicos responsables eran ellos, quizá por cobardía o por haber sido injusto. Como reza el conocido dicho "cada uno tiene lo que se merece" y en ese momento esto comenzaba a tomar verdadero sentido para estos cinco chicos quienes estaban pasado por situaciones y lugares diferentes. Sin embargo, tenían algo en común, todos estaban bajo las estrellas de New York.

..

La oscuridad gobernaba todo lo que encontrara a su alrededor y Alisha había desistido de la idea de dormir como una persona promedio, tenía mucho en que pensar y por primera vez eran recuerdos verdaderamente felices. Recordaba una y otra vez la tarde que paso con su hermana, cuando decidieron apostar por el perdón y dejar los malos entendidos detrás para siempre.

Acostada y con los brazos sobre el abdomen logro volver a percibir todos los sentimientos que ese sincero abrazo logro encontrar dentro de su pecho. Sonrió al imaginar como seria su relación desde ahora en más, quizá se volveria en la confidente que llevaba buscando desde hacía tiempo atrás. Amigas y hermanas por el resto de los años que les quedaban de vida, como deseaba que eso sucediera.

Su corazón que desconocía ese sentimiento brincaba de emoción dentro de su pecho, sentía la incesante necesidad de salir de su habitación, levantarse y solo caminar por ahí con un rumbo desconocido. No quería que ese dia tuviera un final, por lo menos no tan pronto. Queria hacer algo diferente a los anteriores y que fuera digno de recordar.

Sabía que el próximo fin de semana para ser específicos la dejarían salir de la institución por un par de días y que bajo esta situación su fantasía tenía bastantes errores. Si alguien la veía infraganti tendría grandes problemas con la directora y si ella quería podía prohibirle su salida programada. Eso la altero un poco ya que cuando llego había prometido que dejaría atrás los problemas y se convertiría en una persona nueva. Aun asi reconoció que su espíritu aventurero seguía intacto y que una noche de aventura podía hacerle más bien que mal en ese momento.

Desconocía que debía hacer.

Estaba debatiéndose entre sus deseos y la moralidad cuando tocaron la puerta. Eso le resultó extraño puesto que nadie pasaba por ahí a tan altas horas de la noche. Agradeció tener con ella la llave de su habitación y la abrió, conociendo que ese lugar no había peligro. La sorpresa fue grata cuando detrás del portón apareció la cara de su amiga quien al parecer había tenido la misma idea que ella.

- ¿Qué haces aquí? - pregunto Alisha sorprendida.

- Te extrañaba- improviso la otra riendo.

- Estoy aburrida y quería saber que estabas haciendo- hablo Adina mientras subía y bajaba los hombros al ritmo de sus palabras.

Eso fue la única señal que preciso para saber qué era lo que debía elegir. La otra chica parecía tener más idea de donde ir que ella, al parecer conocía más de ese edificio. Se levanto, se puso zapatos y un buen abrigo. Apunto hacia la entrada, mientras preguntaba:

- ¿Hacia dónde vamos?

...

Pronto amanecería y yo estaba en la otra punta de la ciudad disfrutando el fin de semana como nunca hubiera pensado, aunque tenía que aceptar que esta fue una buena idea. Deje que pensar en todas las personas que solían estar alrededor, menos de uno, con quien había compartido los mejores besos durante la noche. Ese que supo recorrer hábilmente cada recoveco de mi piel y me ayudo a descargar todo el estrés que estaba soportando desde hace ya un par de días.

Ahora estaba apoyada sobre su cómodo pecho escuchando los latidos de su corazón que se combinaban con los míos a la perfección, adormilada y aun así disfrutando sus caricias sobre mi cabello. Allí me encontré embelesada y al mismo tiempo bastante confundida, ya que pensé que esa situación solo me serviría para disfrutar de mi soltería sin más. Aunque al despertar creí que Quentin seria excelente como novio futuro.

Esa suposición me causo tal vergüenza que reprimí todo deseo que eso pudiera suceder, no estaba lista para dar otro paso o apostar a un posible amorío próximo. Todavía pensaba que estaba mal dejar entrar a otro hombre a mi vida tan pronto. Necesitaba tiempo y espacio para curar mis propias heridas.

..

Las chicas subieron hasta el techo utilizando para este fin la escalera de emergencia, con mucho cuidado para no caerse o hacer ruido. Lo último que querían lograr era llamar la atención de alguien y delatar su ubicación. Llegaron a la azotea y se sentaron ahí mismo, en el helado suelo, a observar el alrededor.

Eran las cinco de la madrugada, el aire ahí arriba era terriblemente helado hasta tal punto en que ninguna de las dos podía sentir las manos. Eso les causaba singular gracia y compartían miradas al mismo tiempo que trataban de calentarse las extremidades superiores. El hecho de poder mirar desde esa altura aquella vista cubierta parcialmente por la nieve acumulada en el suelo era simplemente genial. Aun mejor si la experiencia era compartida.

Ese lugar era mágico y sin saber porque logro que Alisha se emocionara, al punto de tener que esconder el vidrio de su mirar. Sonrió reconociéndose completamente bendecida y particularmente libre. Le parecía increíble poder estar aliadas, cuando volvió a la realidad encontró a su amiga mofándose de ella.

-No me rio de ti, sino de la manera que sonríes al mirar la nada. Es simplemente curiosa- respondió la chica que tenía al frente casi como si hubiera leído su mente.

Esta imito la postura de la otra y rieron un rato más, antes de seguir conversando.

- ¿Como conoces este lugar? -indago Ali.

- La directora del hospital me ofreció acortar mi tiempo aquí a cambio de arreglar las chapas del techo y acepte- respondió la otra.

- ¿Qué vas a hacer con la gran cantidad de dinero que te darán a cambio? - pregunto Alisha riendo irónicamente.

Adina desternilló por un segundo y luego respondió:
- El dinero aquí dentro tiene el mismo valor que un simple papel, pero cuando salga de aquí me comprare una mansión-con el mismo tono que la otra.

Cuando el cielo comenzó a cambiar de color dándole la bienvenida a un nuevo amanecer quedaron en silencio, admirando su alrededor. Ali se sorprendió gratamente al encontrarse sobre los ojos claros de su compañera, sin lograr comprender que estaba sucediendo. Había algo ahí que se sentía particularmente bien. Algo que creyó era la primera vez que percibía. Descubrió una mutua tranquilidad al notar aquellos destellos de sentimiento tras de su mirar. Los mismos que la llevaron a intentar romper las pocas barreras que quedaban entre ellas dos.

Fue entonces cuando la otra se le adelanto y en un parpadeo se dieron cuenta de que nunca habían estado más unidas que ahora. Un mismo amor las ligaba y este era mucho más grande que una simple amistad. Las manos de Adina se hicieron camino por la cara de Ali y ella no las aparto, sino que se acerco un poco mas. La primera la tomo gentilmente de la barbilla y finalmente la beso.

Asi fue cuando la mañana las encontró mas cerca que nunca.

Hola!,aparezco por aqui para despedireme con las mejillas acaloradas por el capitulo que acabo de publicar. Espero te haya gustado y recuerdar poner me gusta y comentar. Me ayudaria muchisimo!!

.LadyTerca.

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